Querido dos mil doce, hoy estoy aquí para despedirte, aunque sé que aun quedan unos diez días para que te vallas.
Lo primero de todo quiero decirte que espero que le des un buen paso al dos mil trece y que le dejes venir un poco más feliz y con menos subidas y más bajadas, quiero que le digas que sea un año estable, un año en el que haya día para todos pero sobre todo que abundes los días con sonrisas y divida mis días con lágrimas.
Lo segundo de todo quiero decirte que gracias por que en este año he aprendido que no hace ver a una persona para que pueda complementarte, que quizás no conoces cómo es su sonrisa pero si su interior que es lo que más importa, me has echo ser un poco más fuerte lo que era y me has enseñado a que con esfuerzo todo se puede conseguir aunque nos tengamos que quitar esos vicios que tanto nos gustan, también contigo he aprendido que no hay que fiarse de todo el mundo y que a veces la gente no es lo que parece, que puedes volver a 'recrear' esas relaciones que creeías perdidas, y que todo puede mejorar, también me has echo darme cuenta de que las matematicas no son tan dificiles, y que puedes tener ilusión aunque queden meses para que esas feches llegen, que no todo el mundo es igual.
Contigo he pasado buenos momentos, y no tan buenos
Y lo tercero quiero decirte que dejes de ser tan jodido, y que en vez de pintarme lágrimas durante tres semanas a cada mes de tu año, me dejes sonreír todas esas semanas y solo me hagas llorar una de ellas, que me tenías que haber dejado cumplir mi sueño, y darme mas jodidas alegrías.
Pero aún así, te digo que formarás parte de mi vida cómo cada uno de los años, aunque tú has sido más especial que todo ellos, por que a cada momento malo al final me has regalado un bueno.
Hasta siempre dos mil doce...
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