sábado, 14 de diciembre de 2013

Capitulo uno.




· Capitulo uno.

| Narra Beth |

¿Buenos días? Buenos días serían si no estuviese metida en un maldito coche a las siete y media de la mañana de camino a Ohio, y con el frío que hace. No sé porque mi madre tiene que irse de Londres, y mucho menos sé porque no nos lleva con ella cómo ha hecho siempre, pero realmente me da igual. Estoy harta de que siempre me oculte cosas, y ahora para colmo me mande a la otra parte del mundo con un hombre que a pesar de ser llamado ‘mi padre’ para mí es un tremendo desconocido, y es mucho más pesado cuando tengo que aguantar a su adorable hija pequeña, Alice. La que supuestamente es ‘mi hermana’. No, no son buenos días.

-¡Ed!digo quitándole los cascos.
-¿Qué?
-Tienes que hacerme una promesa antes de montarnos en ese avión, —digo casi susurrándole para que mi madre no pueda escucharnos.
-¡Suéltalo ya!dice mirándome a los ojos.
-Prométeme, que no me dejarás sola, ¡por favor!
-Beth, confía en mídice dándome un cálido abrazoNunca te dejaría sola, créeme.

Sonrío como una estúpida agarrada de la mano de mi hermano. Estoy realmente cagada de miedo, para mí es un cambio total. Dejar mi vida, aunque no fuese la mejor, aparcada aquí en Londres, para empezar una nueva vida en Ohio por no sé cuánto tiempo.

-¡Venga, chicos!Dice mamá bajándose del coche.
-¿Preparada?Dice Ed agarrándome la mano.
-Sí, obvioescupo con ironíaPara esto nunca estaré preparada.
-¡Venga, Beth! Me tienes a mídice abandonando el coche.

Caminamos hasta la sala donde tenemos que esperar nuestro vuelo. Mamá cogerá otro vuelo a no sabemos dónde, pero le cogerá cinco minutos más tarde que el nuestro. Mamá, mueve la pierna nerviosa de un lado hacia otro, Ed se come las uñas mientras escucha música en su iPod, y yo estoy sentada en estas sillas frías y duras con el móvil entre las manos esperando un milagro del espíritu Santo que haga que no me tenga que mover de Londres, pero mi esperanzas no sirven para nada, porque por la megafonía ya suena el nombre de nuestro vuelo.

Me levanto del asiento y cojo las maletas. Las facturamos. Ed se abraza a mama mientras llora cómo un niño pequeño, y mamá le susurra una cosa al oído que seguramente sea mía. Camino hasta donde están, y me uno al abrazo. El último abrazo familiar con mamá.

-Te echaré de menos, mamádice Ed mientras pasa a facturar las maletas.
-Beth.dice ahora mirándome a los ojos.
-Dime, mamá.
-Prométeme que intentarás ser amable con tu padre, y su familia.
-Lo intentaré, mamá.
-¡Ven aquí!dice envolviéndome en su brazos y depositando un tierno beso en mi frente.
-Te voy a echar tanto de menosdigo recogiendo mis lágrimas con los puñosincluso echaré de menos cuando te pones pesada.río.
-Mándame un mensaje cuando estéis allí, tu padre irá a recogeros en coche.
-¡Te quiero mamá!digo lanzándola un beso con la mano.

[…]

El avión por fin ha aterrizado, y Ed está totalmente dormido. Le tambaleo de un lado hacia otro gritándole en el oído que hay turbulencias, y me sonríe de una manera irónica. El miedo está en mi cuerpo otra vez, me sudan las manos y me tiemblan las piernas. Con lo a gusto que podía estar yo en mi casa, tumbada en mi habitación escuchando música.

-¡Ed, Beth!¡Aquí!Dice mi padre mientas mueve sus manos de un lado a otro haciendo una mueca graciosa que haga que ría.
-Sin duda es élle digo a Ed arrastrando mis maletas.
-¡No cambia!dice Ed riendo.

Ed camina hasta papá y se envuelven en un cálido abrazo, un abrazo con sabor a te he echado de menos. Papá limpia las lágrimas de sus ojos, esperando a que mi recibimiento sea igual o parecido al de Ed, pero mi cuerpo y mi mente no me dejan. Tengo demasiado rencor guardado, demasiadas cosas en la recamara, y una parte de mi quiere salir corriendo de nuevo hacia Londres, pero otra quiere aprender a querer algo que algún día quiso y por circunstancias de la vida, la llama se apagó.

Camino erguida, y arrastro mis maletas. Intento mantenerme en pie, pero mis piernas que han comenzado a temblar me lo impiden. Acelero el ritmo en mis piernas, y me paro en frente del que según dicen es mi padre. Sonríe y tira de mi para depositas más tarde un beso en mi frente, le sonrío de manera forzada, al igual que su mujer y el pequeño diablo vestido de niña, Alice.

[…]

Ya hemos llegado a casa de mi padre, la casa es bastante grande comprada con el pequeño piso que teníamos en Londres. Tiene un amplio salón, con sofás de color marrón de piel, y un mueble que ocupa casi toda la pared frontal. En el mueble hay muchísimas fotos, y entre ellas sonrío al encontrarme una foto mía con papá, y Ed cuando este último tan solo tenía un año. Él se sigue acordando de nosotros, y nos tiene presente en su día a día, pero es difícil entender por qué se fue dejándonos allí solos.

Es difícil volver a querer a alguien cuando te has dado realmente cuenta de que no es necesario en tu vida, y tu creías que sí. Después de haber pasado unos trece cumpleaños sin él, trece navidades, trece años sin un padre que te dé su apoyo cuando lo necesitas, que se haya perdido la edad del pavo, tu primer suspenso, tu primer amor, tu primer beso. Esa persona a la que has echado de menos en cada abrazo familiar, cada cena, cada comida, cada desayuno. Es duro darte cuenta que no has tenido un padre que te de las buenas noches, ni lo buenos días, ni que te ponga las cosas claras cuando la has cagado, y pensar que tu madre ha hecho ambos papeles, siendo duro para ella. Duro verla sufrir cada noche desde que el desapareció de nuestras vida, yo nunca dije que fuera imposible volver a recuperarme, lo único que le advertí a mi madre antes de irme fue que no sería fácil, pero que por ella le daría la oportunidad de que me recuperase, esa segunda oportunidad que según la ley ética todos merecemos.

-¿Te gusta la casa?dice Liam, mi padre, detrás de mí.
-Sí, está muy bien decorada y es ampliadigo soltando el marco que tenía entre mis manos.
-Tu habitación está arribadice señalando las escalerasla última puerta.
-¡Gracias, Liam!digo subiendo las maletas cómo buenamente puedo.

La cara de mi padre se vuelve pálida al escuchar ese Liam, pero me dedica una sonrisa. Sé que él me entiende, y sé que él sabe que para mí esto no es fácil.

Termino de subir las escaleras, y camino hasta el final del pasillo. En la puerta pone mi nombre con figuras graciosas, y río. Abro la puerta y me encuentro una habitación enorme. Las paredes pintadas de verde pistacho, y los muebles rosas fucsias. La cama es grande, de matrimonio, y tiene una colcha de ambos colores. En las paredes hay fotos mías pegadas, fotos con mis amigas, y en el techo una foto de mi grupo favorito, Little mix. Sonrío. Mamá ha tenido que ayudar a Liam a hacer esto, y me tumbo en la cama riendo.

Observo cada rincón, y me doy cuenta de que al final en la pared pegada a la ventana hay un radiocasete enorme, y una guitarra de color rosa. La música siempre ha sido mi vía de escape, desde pequeña.

Quizás había exagerado y la convivencia aquí no iba a ser del todo mala

****

¡Hola! Os habia prometido una novela nueva, por la otra y aquí estoy. Espero que os haya gustado el capitulo uno y la sinopsis. Mañana intentaré subir capitulo si me da tiempo. ¡GRACIAS!

DEJAME VUESTRO COMENTARIO O AQUI ABAJO O EN TWITTER @BIEBSDRAUHL__

Y DAD RT AQUÍ. SI QUIERES LEER EL CAPITULO DOS. ♥

Sinopsis 'change me'


·Sinopsis.

Me llamo Beth, Beth Nelson. Tengo dieciocho años y resido en Londres, aunque no por mucho tiempo. La relación con el que se hace llamar padre, es mínima, por no decir nula. Él vive en Ohio, un pequeño estado al oeste de América. Vivo con mi hermano pequeño, Ed. Soy la típica chica que saca buenas notas, y apenas sale de casa. Lo que más me gusta es mi es mi pelo, y mis ojos. Y mi vida, la verdad es que no ha sido nada fácil desde que mis padres se separaron, pero quizás este verano mi vida pegue un giro de trescientos ochenta grados, y supongo que cómo siempre será a peor. No quiero irme a Ohio, y mucho menos separarme de lo que tengo aquí.

Me llamo Justin, Justin Bieber. Tengo dieciocho años, y resido en Ohio. Mi padre murió en un accidente de avión. Vivo con mi madre, y mis dos hermanos pequeños, Jaxon de quince años y Jazzy de la misma edad. Soy el típico pringado al que nadie se acerca, no me interesa lo más mínimo salir de fiesta y mucho menos que cada noche pase una tía nueva por mi cama. Lo pasé bastante mal en mi última relación, y desde ahí no he vuelto a fiarme de nadie. Soy frio y distante. Mi vida no ha sido fácil, siempre he sido el pardillo al que todo el mundo insulta desde primaria, el cebo para todo niño cruel. Pensé, que según fuese pasando el tiempo, la cosa cambiaria, pero no es así, en el instituto han sido mucho peor que en el colegio, y estoy deseando empezar la universidad. Necesito que alguien cambie mi vida.



TRAILER.


¿FIN?

¡Hola! Primeramente, os quiero pedir perdón por tirarme tantísimo tiempo sin subir, y segundo os quería decir que dejo la novela, pero haré otra. Dejo esta novela, porque no sé por donde cogerla, y entre el poco tiempo que tengo y el tener que pensar me he terminado agobiando.

Sé que no es justo para vosotras, aunque solo llevaba tres capítulos más sinopsis, pero os prometo que os recompensaré con una mejor. Lo siento, de verdad.

Si queréis leer mi próxima novela dad RT aquí.

¡Gracias! Espero que lo entendais. Os quiero. ♥

sábado, 14 de diciembre de 2013

Capitulo uno.




· Capitulo uno.

| Narra Beth |

¿Buenos días? Buenos días serían si no estuviese metida en un maldito coche a las siete y media de la mañana de camino a Ohio, y con el frío que hace. No sé porque mi madre tiene que irse de Londres, y mucho menos sé porque no nos lleva con ella cómo ha hecho siempre, pero realmente me da igual. Estoy harta de que siempre me oculte cosas, y ahora para colmo me mande a la otra parte del mundo con un hombre que a pesar de ser llamado ‘mi padre’ para mí es un tremendo desconocido, y es mucho más pesado cuando tengo que aguantar a su adorable hija pequeña, Alice. La que supuestamente es ‘mi hermana’. No, no son buenos días.

-¡Ed!digo quitándole los cascos.
-¿Qué?
-Tienes que hacerme una promesa antes de montarnos en ese avión, —digo casi susurrándole para que mi madre no pueda escucharnos.
-¡Suéltalo ya!dice mirándome a los ojos.
-Prométeme, que no me dejarás sola, ¡por favor!
-Beth, confía en mídice dándome un cálido abrazoNunca te dejaría sola, créeme.

Sonrío como una estúpida agarrada de la mano de mi hermano. Estoy realmente cagada de miedo, para mí es un cambio total. Dejar mi vida, aunque no fuese la mejor, aparcada aquí en Londres, para empezar una nueva vida en Ohio por no sé cuánto tiempo.

-¡Venga, chicos!Dice mamá bajándose del coche.
-¿Preparada?Dice Ed agarrándome la mano.
-Sí, obvioescupo con ironíaPara esto nunca estaré preparada.
-¡Venga, Beth! Me tienes a mídice abandonando el coche.

Caminamos hasta la sala donde tenemos que esperar nuestro vuelo. Mamá cogerá otro vuelo a no sabemos dónde, pero le cogerá cinco minutos más tarde que el nuestro. Mamá, mueve la pierna nerviosa de un lado hacia otro, Ed se come las uñas mientras escucha música en su iPod, y yo estoy sentada en estas sillas frías y duras con el móvil entre las manos esperando un milagro del espíritu Santo que haga que no me tenga que mover de Londres, pero mi esperanzas no sirven para nada, porque por la megafonía ya suena el nombre de nuestro vuelo.

Me levanto del asiento y cojo las maletas. Las facturamos. Ed se abraza a mama mientras llora cómo un niño pequeño, y mamá le susurra una cosa al oído que seguramente sea mía. Camino hasta donde están, y me uno al abrazo. El último abrazo familiar con mamá.

-Te echaré de menos, mamádice Ed mientras pasa a facturar las maletas.
-Beth.dice ahora mirándome a los ojos.
-Dime, mamá.
-Prométeme que intentarás ser amable con tu padre, y su familia.
-Lo intentaré, mamá.
-¡Ven aquí!dice envolviéndome en su brazos y depositando un tierno beso en mi frente.
-Te voy a echar tanto de menosdigo recogiendo mis lágrimas con los puñosincluso echaré de menos cuando te pones pesada.río.
-Mándame un mensaje cuando estéis allí, tu padre irá a recogeros en coche.
-¡Te quiero mamá!digo lanzándola un beso con la mano.

[…]

El avión por fin ha aterrizado, y Ed está totalmente dormido. Le tambaleo de un lado hacia otro gritándole en el oído que hay turbulencias, y me sonríe de una manera irónica. El miedo está en mi cuerpo otra vez, me sudan las manos y me tiemblan las piernas. Con lo a gusto que podía estar yo en mi casa, tumbada en mi habitación escuchando música.

-¡Ed, Beth!¡Aquí!Dice mi padre mientas mueve sus manos de un lado a otro haciendo una mueca graciosa que haga que ría.
-Sin duda es élle digo a Ed arrastrando mis maletas.
-¡No cambia!dice Ed riendo.

Ed camina hasta papá y se envuelven en un cálido abrazo, un abrazo con sabor a te he echado de menos. Papá limpia las lágrimas de sus ojos, esperando a que mi recibimiento sea igual o parecido al de Ed, pero mi cuerpo y mi mente no me dejan. Tengo demasiado rencor guardado, demasiadas cosas en la recamara, y una parte de mi quiere salir corriendo de nuevo hacia Londres, pero otra quiere aprender a querer algo que algún día quiso y por circunstancias de la vida, la llama se apagó.

Camino erguida, y arrastro mis maletas. Intento mantenerme en pie, pero mis piernas que han comenzado a temblar me lo impiden. Acelero el ritmo en mis piernas, y me paro en frente del que según dicen es mi padre. Sonríe y tira de mi para depositas más tarde un beso en mi frente, le sonrío de manera forzada, al igual que su mujer y el pequeño diablo vestido de niña, Alice.

[…]

Ya hemos llegado a casa de mi padre, la casa es bastante grande comprada con el pequeño piso que teníamos en Londres. Tiene un amplio salón, con sofás de color marrón de piel, y un mueble que ocupa casi toda la pared frontal. En el mueble hay muchísimas fotos, y entre ellas sonrío al encontrarme una foto mía con papá, y Ed cuando este último tan solo tenía un año. Él se sigue acordando de nosotros, y nos tiene presente en su día a día, pero es difícil entender por qué se fue dejándonos allí solos.

Es difícil volver a querer a alguien cuando te has dado realmente cuenta de que no es necesario en tu vida, y tu creías que sí. Después de haber pasado unos trece cumpleaños sin él, trece navidades, trece años sin un padre que te dé su apoyo cuando lo necesitas, que se haya perdido la edad del pavo, tu primer suspenso, tu primer amor, tu primer beso. Esa persona a la que has echado de menos en cada abrazo familiar, cada cena, cada comida, cada desayuno. Es duro darte cuenta que no has tenido un padre que te de las buenas noches, ni lo buenos días, ni que te ponga las cosas claras cuando la has cagado, y pensar que tu madre ha hecho ambos papeles, siendo duro para ella. Duro verla sufrir cada noche desde que el desapareció de nuestras vida, yo nunca dije que fuera imposible volver a recuperarme, lo único que le advertí a mi madre antes de irme fue que no sería fácil, pero que por ella le daría la oportunidad de que me recuperase, esa segunda oportunidad que según la ley ética todos merecemos.

-¿Te gusta la casa?dice Liam, mi padre, detrás de mí.
-Sí, está muy bien decorada y es ampliadigo soltando el marco que tenía entre mis manos.
-Tu habitación está arribadice señalando las escalerasla última puerta.
-¡Gracias, Liam!digo subiendo las maletas cómo buenamente puedo.

La cara de mi padre se vuelve pálida al escuchar ese Liam, pero me dedica una sonrisa. Sé que él me entiende, y sé que él sabe que para mí esto no es fácil.

Termino de subir las escaleras, y camino hasta el final del pasillo. En la puerta pone mi nombre con figuras graciosas, y río. Abro la puerta y me encuentro una habitación enorme. Las paredes pintadas de verde pistacho, y los muebles rosas fucsias. La cama es grande, de matrimonio, y tiene una colcha de ambos colores. En las paredes hay fotos mías pegadas, fotos con mis amigas, y en el techo una foto de mi grupo favorito, Little mix. Sonrío. Mamá ha tenido que ayudar a Liam a hacer esto, y me tumbo en la cama riendo.

Observo cada rincón, y me doy cuenta de que al final en la pared pegada a la ventana hay un radiocasete enorme, y una guitarra de color rosa. La música siempre ha sido mi vía de escape, desde pequeña.

Quizás había exagerado y la convivencia aquí no iba a ser del todo mala

****

¡Hola! Os habia prometido una novela nueva, por la otra y aquí estoy. Espero que os haya gustado el capitulo uno y la sinopsis. Mañana intentaré subir capitulo si me da tiempo. ¡GRACIAS!

DEJAME VUESTRO COMENTARIO O AQUI ABAJO O EN TWITTER @BIEBSDRAUHL__

Y DAD RT AQUÍ. SI QUIERES LEER EL CAPITULO DOS. ♥

Sinopsis 'change me'


·Sinopsis.

Me llamo Beth, Beth Nelson. Tengo dieciocho años y resido en Londres, aunque no por mucho tiempo. La relación con el que se hace llamar padre, es mínima, por no decir nula. Él vive en Ohio, un pequeño estado al oeste de América. Vivo con mi hermano pequeño, Ed. Soy la típica chica que saca buenas notas, y apenas sale de casa. Lo que más me gusta es mi es mi pelo, y mis ojos. Y mi vida, la verdad es que no ha sido nada fácil desde que mis padres se separaron, pero quizás este verano mi vida pegue un giro de trescientos ochenta grados, y supongo que cómo siempre será a peor. No quiero irme a Ohio, y mucho menos separarme de lo que tengo aquí.

Me llamo Justin, Justin Bieber. Tengo dieciocho años, y resido en Ohio. Mi padre murió en un accidente de avión. Vivo con mi madre, y mis dos hermanos pequeños, Jaxon de quince años y Jazzy de la misma edad. Soy el típico pringado al que nadie se acerca, no me interesa lo más mínimo salir de fiesta y mucho menos que cada noche pase una tía nueva por mi cama. Lo pasé bastante mal en mi última relación, y desde ahí no he vuelto a fiarme de nadie. Soy frio y distante. Mi vida no ha sido fácil, siempre he sido el pardillo al que todo el mundo insulta desde primaria, el cebo para todo niño cruel. Pensé, que según fuese pasando el tiempo, la cosa cambiaria, pero no es así, en el instituto han sido mucho peor que en el colegio, y estoy deseando empezar la universidad. Necesito que alguien cambie mi vida.



TRAILER.


¿FIN?

¡Hola! Primeramente, os quiero pedir perdón por tirarme tantísimo tiempo sin subir, y segundo os quería decir que dejo la novela, pero haré otra. Dejo esta novela, porque no sé por donde cogerla, y entre el poco tiempo que tengo y el tener que pensar me he terminado agobiando.

Sé que no es justo para vosotras, aunque solo llevaba tres capítulos más sinopsis, pero os prometo que os recompensaré con una mejor. Lo siento, de verdad.

Si queréis leer mi próxima novela dad RT aquí.

¡Gracias! Espero que lo entendais. Os quiero. ♥