sábado, 27 de abril de 2013

· Capitulo XXII


· Capitulo XXII

· A la mañana siguiente en Atlanta.

Tara cómo cada mañana se despierta al ritmo de una de sus canciones favoritas 'stay' de su ídolo Rihanna. 

-Tara.
-¿Si?
-Te he escuchado llorar toda la noche, ¿cómo lo llevas?
-Tú mismo te has contestado Mikel.
-Eres fuerte.
-Mi fortaleza dependía de él.
-Tú elegiste dejarle Tara, ahora no te quejes.
-A sí no ayudas Mikel.
-Yo estaré aquí, pero sabes que no tienes razón en este tema Tara.
-Quizás no, o quizás sí, tú no sabías cómo estábamos.
-Sí que lo sabía, Justin es mi amigo y hablaba con él cada día, él era feliz contigo, estabais genial, Tara sintiéndolo mucho tengo que decirte que...
-¿Que qué Mikel?
-Has sido un poco cobarde, a mí no me engañas no le has dejado por la distancia si no por miedo a que llegue otra mejor que tú en Nueva York y él te deje antes Tara, te conozco a la perfección.
-No tienes ni idea Mikel.
-Tara, sé más de lo que tú te crees.

Tara comienza a llorar, las palabras de su hermano se le está clavando cómo jodidas puñaladas, y duelen, duelen demasiado. Lo que Mike ha dicho, ella se lo ha planteado mil y una vez, pero ese no es el motivo principal por el cual ella le ha dejado, aunque haya sido uno de ellos.

-Lárgate, anda.
-A sus órdenes.

Y su hermano mayor deja a Tara en su habitación. 

· Esa misma mañana en Nueva York.

La mamá de Justin entra silenciosamente en la habitación de Justin para despertarle cómo cada mañana.

-Justin.
-¿Si, mamá?
-¡Oh dios! Si estás despierto.
-¡Que idiota puedes llegar a ser mamá!
-¿Te encuentras bien?
-Sí.
-No me mientas, Justin Drew. Tú cara no dice lo mismo.
-Un mal sueño mamá, no es nada, enserio.
-Te piensas que soy idiota, ¿crees que no te he escuchado llorar esta noche?
-Mamá, déjalo, es una tontería.
-Venga, a la ducha, tienes que ir a clase.
-Sí mamá, ¿o debería decir sargenta?

Y la mamá de Justin le pega una suave colleja, y le escupe una sonrisa, cosa que hace que él también sonría.
Justin se levanta de la cama y se mete en la ducha, el mismo sabe que le espera un día bastante 'amargo', ¿por qué? todo el mundo le conoce y sabe lo expresivo que es es, saben cuándo está bien y cuando no, y saben cuándo sus sonrisas son falsas y cuando son verdaderas.

Al cabo de diez minutos Justin baja a la cocina recién duchado, y con la mochila preparada para ir a clase.

- ¿Entonces no le vas a contar a tu madre lo que te ha pasado? Justin, si no fueses tan expresivo podía que te creyese, pero cielo, ya sabes que tú eso de ocultar...
- Mamá. ¿Enserio me vas a hacer que te lo cuente?
- Sí, suéltalo ya.
- Pues, ayer me llamó Tara, y me dijo que no podía más con todo esto de la distancia, y tiró la toalla - dice secándose las lágrimas - y bueno, pues en resumen me dejó, ya no estamos juntos.
- ¡Oh! Lo siento cielo, yo no quería...
- No mamá, no te preocupes. ¿Sabes lo peor de todo? 
- ¿Qué cielo?
- Que yo cambié por ella, yo era feliz siendo un pica-flor, y pasando de los sentimientos, yo todo lo hice por ella y ahora..
- Justin, no puedes ser despechado, quizás tu destino no estaba con ella.
- No mamá, ella ha sido cobarde ¿sabes? No ha querido luchar, y yo pues..
- ¿Volverás a ponerte esa coraza verdad? Cómo lo hiciste después de lo de Sara.
- No lo sé, mamá, no lo sé.
- Piensa bien las cosas Justin, tú tampoco sabes cómo estaba ella, quizás estaba ya desesperada, y te necesitaba cerca y de impotencia pues..
- No mamá, no la disculpes.
- Bueno, llama a tus hermanos, o llegareis tarde.
- Vale mamá, gracias.

Los hermanos pequeños de Justin, Jazzy y Jaxon bajan las escaleras con sus mochilas para ir a clase. La pequeña se acercando corriendo a su hermano mayor y le da un besos de buenos días, el pequeño acto seguido hace lo mismo.
Los hermanos Bieber se montan en el coche de su padre camino al colegio, para afrontar un día más de clase.

· A esa misma hora en Atlanta..

- ¿Estas lista?
- ¡Tara!
- ¡Tara!
- ¡Weasly!
- ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?
- ¿Estas lista?
- ¡Oh,sí! Lo siento, estaba pérdida en mis pensamientos..
- ¿Crees que no me he dado cuenta? Llevas mojando ese trozo de tostada en el café cómo cosa de diez minutos, voy arrancando el coche, date prisa.
- A sus órdenes Mikel Weasly.
- Estúpida.
- No vuelvas a llamarse así, Mikel. No vuelvas a hacerlo.
- Lo..lo.. Siento.
- Nada.

Y Tara cabreada o mejor dijo dolida por la palabra de su hermano que ha hecho que todo le vuelva a recordar a él se levanta del taburete de la cocina y se dirige hasta el cuarto de baño a darse un repaso de maquillaje para intentar disimular sus ojeras. Una vez que ha terminado de echarse el pote, coge su mochila y se dirige hasta el coche dónde le está esperando su hermano mayor.

El viaje ha sido incómodo para ambos, Tara sigue molesta por el comportamiento de su hermano, y a su vez Mikel, el hermano mayor de Tara está molesto con su comportamiento, con la cobardía de su hermana, sabe que ella no es así.

- Ya te puedes bajar.
- Adiós Mike, y lo siento por ser tan idiota, nos vemos a la salida - dice dándole dos besos a su hermano - no te olvides de recogerme ¡eh!
- Adiós enana, no te preocupes. A las tres, aquí.
- Bye.

Tara se baja del coche y se hunde en sus pensamientos y en lo mucho que ha echado de menos hoy los buenos días del que hasta hace unas horas era su chico, mientras camina por el pasillo desorientada en busca de su mejor amiga cuando de repente todos sus papeles están tirados por el suelo.

- ¡Ups! - dice avergonzada- lo siento, estoy un poco despistada.
- No te preocupes.
- Enserio, no era mi intención.
- Da igual, ¿cuál es tu nombre?
- Mi nombre es Tara, Tara Weasly, ¿y el tuyo?
- Yo soy Nolan Murray, el estudiante de intercambio.
- Bueno, yo tengo que irme o llegaré tarde y el señor Step es demasiado duro con los retrasos.
- Ya nos vemos.

Tara no tenía ni idea de quien era aquel chico, y tampoco suponía la de problemas que le iba a traer, era alguien más cercado de lo que ella pensaba, muy cercano a alguien que hasta hace poco era importante en la vida de Tara.

· En Nueva York.

Las clases de hoy han terminado para Justin, y vuelve de camino a su casa. Su mejor amigo, Nolan está de intercambio en Atlanta, él ni se imagina que su mejor amigo esté de intercambio en el instituto de su novia.

- ¿Qué tal el día chicos? - dice Pattie dirigiéndose a sus tres hijos - 
- Los he tenido mejores - responde Justin aturdido -
- ¡Bien! Hemos aprendido a sumar y restar - añade el pequeño Jaxon -
- Sí - afirma la pequeña rubia de ojos miel.
- ¿Y a tí que te pasa?
- Pues mamá, que Nolan se ha ido de intercambio - dice Jazzy por su hermano mayor -
- Sí, eso.
- A comer chicos, que se enfría la comida.

· Narrador

La tarde para ambos es bastante distinta, Tara después de comer empieza a sacar lo más importante de sus apuntes de filosofía, y cuando su cabeza la pide un descanso coge su guitarra y comienza a tocar una de sus propias melodías, por otra parte Justin no puede dejar de pensar en ella y esto hace que se tire toda la tarde llorando
La pregunta es ¿que pintará Nolan en todo esto?

jueves, 11 de abril de 2013

· Capitulo XXI


· Capitulo XXI

Tara después de  diez minutos, ya está en casa. ¿Cómo le dice que todo va a terminar? Se siente cobarde, sin ganas de luchar, se siente más abajo que nunca. Le necesita, pero cerca, no puede vivir con ese nudo en el estómago de tenerle pero no tenerle. Sí, es suyo, pero ella piensa que no la sirve de nada si no le tiene cerca, y a sí a distancia será mucho más fácil olvidarle.

-Tara, ¿qué te pasa hija? No has probado la comida.
-Nada mamá, un mal día.
- Cielo, si no quieres comer no te fuerces, ve a descansar anda.
-Gracias mamá.

¿Descansar? No, era la hora de hacer esa llamada. De terminar con todo lo que la ha dado felicidad durante los últimos tres meses de su vida, lo único que la ha dado fuerzas para seguir, aunque también es el único motivo por el cual ella está a sí de rara, así de triste.

Coge su teléfono y comienza a buscar su número en la agenda. Tara ya ha encontrado ese número <<estúpido>> y según lo lee no puede evitar escupir una sonrisa por todos los recuerdos que le han golpeado la mente ahora mismo.
Es duro, ella sabe que es lo más difícil que ha hecho nunca, pero sabe que también lo necesita, necesita volver a ser ella y no puede teniéndole e él pero cerca.

Marca el número de teléfono, y aun sin hablar con él, con el sonido de los bips ya se le han caído un par de lágrimas. Han sonado dos bips, y está a punto de romper a llorar, y al tercero Justin se ha decidido a cogerle el teléfono.

· Ese mismo día, a esa misma hora en Nueva York.

Justin está tumbado en su cama con la mirada pérdida en el blanco techo de su habitación, sabe que lo que Tara tiene que decirle no es nada bueno, la conoce y ese tono es o porque algo ha pasado, o porque algo va a pasar. No quiere asustarse, es algo inevitable.
Sabe que esta relación no es sana, y que tampoco está haciendo ningún en su forma de estar, en su día a día, ambos se necesitan.
Él también se plantea el hecho de dejarlo todo y esperar a que el destino los vuelva a unir, pero no puede hacerse a la idea de una vida sin ella, no puede imaginarse estar sin escuchar su voz y más siendo el culpable de que ese contacto no exista, Justin siempre lo ha dicho 'si algún día termina, no seré yo quien le ponga fin' y es fiel a sus principios.

El sonido de su móvil le saca de sus pensamientos, es Tara. Tiene miedo de cogerlo, pero odia hacerla esperar. Pasan unos dos minutos, y cuando está totalmente mentalizado de que algo malo pueda pasar, descuelga su teléfono.

-¿Tara?
-¿Justin?
Ambos carcajean. Ambos se han dicho un 'hola' a la vez.
-Venga Tara, tú primero.
-No es nada, ¿cómo estás?
-Bueno ahí vamos idiota, ¿y tú?
-Bien.
-Oye Tara, ¿qué eso que tenías que decirme?
-Verás Justin, yo llevo pensando todo esta semana y después de mi sueño de ayer me he dado cuenta que todo esto no es sano, yo sé que te tengo, que estás ahí, pero no me consuela saberlo si no puedo tocarte o abrazarte cuando más lo necesite.. ¿Entiendes?
- O sea, que esta conversación es la última que hemos tenido cómo algo más que amigos ¿no?
- Exacto, puedes contar conmigo para lo que necesites Justin, pero a mi esta relación solo me ha hecho daño en la distancia.
- Entiendo. Bueno, ¿algo más que decir?
-Sí, ¿qué me ibas a decir tú a mí?
- Que te amaba mucho, y que tenía ganas de abrazarte, pero eso ahora ya da igual Tara.

Y Justin cuelga su teléfono. Está en shock, no puede creérselo. Está deseando que todo esto termine, despertar de esta jodida pesadilla. Se ha dado cuenta de que no, que no es un simple sueño, es la vida real. Tara ya no es su novia, el ya no es el dueño de cada una de sus caricias, ya no será el culpable de sus sonrisas, y tampoco será el que le de los buenos días princesa. El ya no pinta nada en su vida.

Reacciona, y comienza a llorar y a golpear todo lo que le rodea. Ahora él es el que está roto, roto de verdad. Una vez más se la han vuelto a jugar, una vez más le han vuelto a hacer daño. Por su cabeza pasan mil y una cosas, pero aquella que se le repite es 'nunca tendrías que haberte ablandado Bieber, todas son iguales' 'te la han jugado dos veces ya Bieber, pero no habrá una tercera' eso es lo que se le repite a cada segundo en su cabeza, eso es lo que más le preocupa. Todo eso, y lo mucho que le va a costar hacerse a la idea de vivir sin ella, aunque esté lleno de rabia, sabe que no será fácil aprender a vivir sin ella.

·Ese mismo día, unos minutos después en Atlanta.

Las lágrimas se deslizan suaves por la sonrojada cara de Tara, está rota. Sabe que ha hecho lo correcto, o eso es lo que ella piensa, pero no soporta el hecho que él le haya colgado, no soporta que sus últimas palabras hayan sido ' Quería decirte que te amaba mucho, y que tenía ganas de abrazarte, pero eso ahora ya da igual Tara'.

No puede dejar de pensar en cómo estará él, en cómo afectará esto a su vida cotidiana, en que quizás no era la mejor solución y que tendría que haberlo hablado, es consciente de lo que ha hecho, y también es consciente de que ha perdido quizás el único hombre que ha luchado por ella y que ha sabido valorarlo, y ahora ha sido ella la idiota, pero ya no puede hacer nada. Por mucho que lo lamente, o se arrepienta no puede volver al pasado, lo hecho hecho está y no hay más.

Y este es el día en el que dos almas que pasaron de odiarse a amarse con todas su fuerzas empezarán un camino a lo largo de nueve meses separados, y dejarán sus vidas en manos del destino, quien sabe quizás este último los vuelva a unir, quien sabe que puede pasar...




sábado, 27 de abril de 2013

· Capitulo XXII


· Capitulo XXII

· A la mañana siguiente en Atlanta.

Tara cómo cada mañana se despierta al ritmo de una de sus canciones favoritas 'stay' de su ídolo Rihanna. 

-Tara.
-¿Si?
-Te he escuchado llorar toda la noche, ¿cómo lo llevas?
-Tú mismo te has contestado Mikel.
-Eres fuerte.
-Mi fortaleza dependía de él.
-Tú elegiste dejarle Tara, ahora no te quejes.
-A sí no ayudas Mikel.
-Yo estaré aquí, pero sabes que no tienes razón en este tema Tara.
-Quizás no, o quizás sí, tú no sabías cómo estábamos.
-Sí que lo sabía, Justin es mi amigo y hablaba con él cada día, él era feliz contigo, estabais genial, Tara sintiéndolo mucho tengo que decirte que...
-¿Que qué Mikel?
-Has sido un poco cobarde, a mí no me engañas no le has dejado por la distancia si no por miedo a que llegue otra mejor que tú en Nueva York y él te deje antes Tara, te conozco a la perfección.
-No tienes ni idea Mikel.
-Tara, sé más de lo que tú te crees.

Tara comienza a llorar, las palabras de su hermano se le está clavando cómo jodidas puñaladas, y duelen, duelen demasiado. Lo que Mike ha dicho, ella se lo ha planteado mil y una vez, pero ese no es el motivo principal por el cual ella le ha dejado, aunque haya sido uno de ellos.

-Lárgate, anda.
-A sus órdenes.

Y su hermano mayor deja a Tara en su habitación. 

· Esa misma mañana en Nueva York.

La mamá de Justin entra silenciosamente en la habitación de Justin para despertarle cómo cada mañana.

-Justin.
-¿Si, mamá?
-¡Oh dios! Si estás despierto.
-¡Que idiota puedes llegar a ser mamá!
-¿Te encuentras bien?
-Sí.
-No me mientas, Justin Drew. Tú cara no dice lo mismo.
-Un mal sueño mamá, no es nada, enserio.
-Te piensas que soy idiota, ¿crees que no te he escuchado llorar esta noche?
-Mamá, déjalo, es una tontería.
-Venga, a la ducha, tienes que ir a clase.
-Sí mamá, ¿o debería decir sargenta?

Y la mamá de Justin le pega una suave colleja, y le escupe una sonrisa, cosa que hace que él también sonría.
Justin se levanta de la cama y se mete en la ducha, el mismo sabe que le espera un día bastante 'amargo', ¿por qué? todo el mundo le conoce y sabe lo expresivo que es es, saben cuándo está bien y cuando no, y saben cuándo sus sonrisas son falsas y cuando son verdaderas.

Al cabo de diez minutos Justin baja a la cocina recién duchado, y con la mochila preparada para ir a clase.

- ¿Entonces no le vas a contar a tu madre lo que te ha pasado? Justin, si no fueses tan expresivo podía que te creyese, pero cielo, ya sabes que tú eso de ocultar...
- Mamá. ¿Enserio me vas a hacer que te lo cuente?
- Sí, suéltalo ya.
- Pues, ayer me llamó Tara, y me dijo que no podía más con todo esto de la distancia, y tiró la toalla - dice secándose las lágrimas - y bueno, pues en resumen me dejó, ya no estamos juntos.
- ¡Oh! Lo siento cielo, yo no quería...
- No mamá, no te preocupes. ¿Sabes lo peor de todo? 
- ¿Qué cielo?
- Que yo cambié por ella, yo era feliz siendo un pica-flor, y pasando de los sentimientos, yo todo lo hice por ella y ahora..
- Justin, no puedes ser despechado, quizás tu destino no estaba con ella.
- No mamá, ella ha sido cobarde ¿sabes? No ha querido luchar, y yo pues..
- ¿Volverás a ponerte esa coraza verdad? Cómo lo hiciste después de lo de Sara.
- No lo sé, mamá, no lo sé.
- Piensa bien las cosas Justin, tú tampoco sabes cómo estaba ella, quizás estaba ya desesperada, y te necesitaba cerca y de impotencia pues..
- No mamá, no la disculpes.
- Bueno, llama a tus hermanos, o llegareis tarde.
- Vale mamá, gracias.

Los hermanos pequeños de Justin, Jazzy y Jaxon bajan las escaleras con sus mochilas para ir a clase. La pequeña se acercando corriendo a su hermano mayor y le da un besos de buenos días, el pequeño acto seguido hace lo mismo.
Los hermanos Bieber se montan en el coche de su padre camino al colegio, para afrontar un día más de clase.

· A esa misma hora en Atlanta..

- ¿Estas lista?
- ¡Tara!
- ¡Tara!
- ¡Weasly!
- ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?
- ¿Estas lista?
- ¡Oh,sí! Lo siento, estaba pérdida en mis pensamientos..
- ¿Crees que no me he dado cuenta? Llevas mojando ese trozo de tostada en el café cómo cosa de diez minutos, voy arrancando el coche, date prisa.
- A sus órdenes Mikel Weasly.
- Estúpida.
- No vuelvas a llamarse así, Mikel. No vuelvas a hacerlo.
- Lo..lo.. Siento.
- Nada.

Y Tara cabreada o mejor dijo dolida por la palabra de su hermano que ha hecho que todo le vuelva a recordar a él se levanta del taburete de la cocina y se dirige hasta el cuarto de baño a darse un repaso de maquillaje para intentar disimular sus ojeras. Una vez que ha terminado de echarse el pote, coge su mochila y se dirige hasta el coche dónde le está esperando su hermano mayor.

El viaje ha sido incómodo para ambos, Tara sigue molesta por el comportamiento de su hermano, y a su vez Mikel, el hermano mayor de Tara está molesto con su comportamiento, con la cobardía de su hermana, sabe que ella no es así.

- Ya te puedes bajar.
- Adiós Mike, y lo siento por ser tan idiota, nos vemos a la salida - dice dándole dos besos a su hermano - no te olvides de recogerme ¡eh!
- Adiós enana, no te preocupes. A las tres, aquí.
- Bye.

Tara se baja del coche y se hunde en sus pensamientos y en lo mucho que ha echado de menos hoy los buenos días del que hasta hace unas horas era su chico, mientras camina por el pasillo desorientada en busca de su mejor amiga cuando de repente todos sus papeles están tirados por el suelo.

- ¡Ups! - dice avergonzada- lo siento, estoy un poco despistada.
- No te preocupes.
- Enserio, no era mi intención.
- Da igual, ¿cuál es tu nombre?
- Mi nombre es Tara, Tara Weasly, ¿y el tuyo?
- Yo soy Nolan Murray, el estudiante de intercambio.
- Bueno, yo tengo que irme o llegaré tarde y el señor Step es demasiado duro con los retrasos.
- Ya nos vemos.

Tara no tenía ni idea de quien era aquel chico, y tampoco suponía la de problemas que le iba a traer, era alguien más cercado de lo que ella pensaba, muy cercano a alguien que hasta hace poco era importante en la vida de Tara.

· En Nueva York.

Las clases de hoy han terminado para Justin, y vuelve de camino a su casa. Su mejor amigo, Nolan está de intercambio en Atlanta, él ni se imagina que su mejor amigo esté de intercambio en el instituto de su novia.

- ¿Qué tal el día chicos? - dice Pattie dirigiéndose a sus tres hijos - 
- Los he tenido mejores - responde Justin aturdido -
- ¡Bien! Hemos aprendido a sumar y restar - añade el pequeño Jaxon -
- Sí - afirma la pequeña rubia de ojos miel.
- ¿Y a tí que te pasa?
- Pues mamá, que Nolan se ha ido de intercambio - dice Jazzy por su hermano mayor -
- Sí, eso.
- A comer chicos, que se enfría la comida.

· Narrador

La tarde para ambos es bastante distinta, Tara después de comer empieza a sacar lo más importante de sus apuntes de filosofía, y cuando su cabeza la pide un descanso coge su guitarra y comienza a tocar una de sus propias melodías, por otra parte Justin no puede dejar de pensar en ella y esto hace que se tire toda la tarde llorando
La pregunta es ¿que pintará Nolan en todo esto?

jueves, 11 de abril de 2013

· Capitulo XXI


· Capitulo XXI

Tara después de  diez minutos, ya está en casa. ¿Cómo le dice que todo va a terminar? Se siente cobarde, sin ganas de luchar, se siente más abajo que nunca. Le necesita, pero cerca, no puede vivir con ese nudo en el estómago de tenerle pero no tenerle. Sí, es suyo, pero ella piensa que no la sirve de nada si no le tiene cerca, y a sí a distancia será mucho más fácil olvidarle.

-Tara, ¿qué te pasa hija? No has probado la comida.
-Nada mamá, un mal día.
- Cielo, si no quieres comer no te fuerces, ve a descansar anda.
-Gracias mamá.

¿Descansar? No, era la hora de hacer esa llamada. De terminar con todo lo que la ha dado felicidad durante los últimos tres meses de su vida, lo único que la ha dado fuerzas para seguir, aunque también es el único motivo por el cual ella está a sí de rara, así de triste.

Coge su teléfono y comienza a buscar su número en la agenda. Tara ya ha encontrado ese número <<estúpido>> y según lo lee no puede evitar escupir una sonrisa por todos los recuerdos que le han golpeado la mente ahora mismo.
Es duro, ella sabe que es lo más difícil que ha hecho nunca, pero sabe que también lo necesita, necesita volver a ser ella y no puede teniéndole e él pero cerca.

Marca el número de teléfono, y aun sin hablar con él, con el sonido de los bips ya se le han caído un par de lágrimas. Han sonado dos bips, y está a punto de romper a llorar, y al tercero Justin se ha decidido a cogerle el teléfono.

· Ese mismo día, a esa misma hora en Nueva York.

Justin está tumbado en su cama con la mirada pérdida en el blanco techo de su habitación, sabe que lo que Tara tiene que decirle no es nada bueno, la conoce y ese tono es o porque algo ha pasado, o porque algo va a pasar. No quiere asustarse, es algo inevitable.
Sabe que esta relación no es sana, y que tampoco está haciendo ningún en su forma de estar, en su día a día, ambos se necesitan.
Él también se plantea el hecho de dejarlo todo y esperar a que el destino los vuelva a unir, pero no puede hacerse a la idea de una vida sin ella, no puede imaginarse estar sin escuchar su voz y más siendo el culpable de que ese contacto no exista, Justin siempre lo ha dicho 'si algún día termina, no seré yo quien le ponga fin' y es fiel a sus principios.

El sonido de su móvil le saca de sus pensamientos, es Tara. Tiene miedo de cogerlo, pero odia hacerla esperar. Pasan unos dos minutos, y cuando está totalmente mentalizado de que algo malo pueda pasar, descuelga su teléfono.

-¿Tara?
-¿Justin?
Ambos carcajean. Ambos se han dicho un 'hola' a la vez.
-Venga Tara, tú primero.
-No es nada, ¿cómo estás?
-Bueno ahí vamos idiota, ¿y tú?
-Bien.
-Oye Tara, ¿qué eso que tenías que decirme?
-Verás Justin, yo llevo pensando todo esta semana y después de mi sueño de ayer me he dado cuenta que todo esto no es sano, yo sé que te tengo, que estás ahí, pero no me consuela saberlo si no puedo tocarte o abrazarte cuando más lo necesite.. ¿Entiendes?
- O sea, que esta conversación es la última que hemos tenido cómo algo más que amigos ¿no?
- Exacto, puedes contar conmigo para lo que necesites Justin, pero a mi esta relación solo me ha hecho daño en la distancia.
- Entiendo. Bueno, ¿algo más que decir?
-Sí, ¿qué me ibas a decir tú a mí?
- Que te amaba mucho, y que tenía ganas de abrazarte, pero eso ahora ya da igual Tara.

Y Justin cuelga su teléfono. Está en shock, no puede creérselo. Está deseando que todo esto termine, despertar de esta jodida pesadilla. Se ha dado cuenta de que no, que no es un simple sueño, es la vida real. Tara ya no es su novia, el ya no es el dueño de cada una de sus caricias, ya no será el culpable de sus sonrisas, y tampoco será el que le de los buenos días princesa. El ya no pinta nada en su vida.

Reacciona, y comienza a llorar y a golpear todo lo que le rodea. Ahora él es el que está roto, roto de verdad. Una vez más se la han vuelto a jugar, una vez más le han vuelto a hacer daño. Por su cabeza pasan mil y una cosas, pero aquella que se le repite es 'nunca tendrías que haberte ablandado Bieber, todas son iguales' 'te la han jugado dos veces ya Bieber, pero no habrá una tercera' eso es lo que se le repite a cada segundo en su cabeza, eso es lo que más le preocupa. Todo eso, y lo mucho que le va a costar hacerse a la idea de vivir sin ella, aunque esté lleno de rabia, sabe que no será fácil aprender a vivir sin ella.

·Ese mismo día, unos minutos después en Atlanta.

Las lágrimas se deslizan suaves por la sonrojada cara de Tara, está rota. Sabe que ha hecho lo correcto, o eso es lo que ella piensa, pero no soporta el hecho que él le haya colgado, no soporta que sus últimas palabras hayan sido ' Quería decirte que te amaba mucho, y que tenía ganas de abrazarte, pero eso ahora ya da igual Tara'.

No puede dejar de pensar en cómo estará él, en cómo afectará esto a su vida cotidiana, en que quizás no era la mejor solución y que tendría que haberlo hablado, es consciente de lo que ha hecho, y también es consciente de que ha perdido quizás el único hombre que ha luchado por ella y que ha sabido valorarlo, y ahora ha sido ella la idiota, pero ya no puede hacer nada. Por mucho que lo lamente, o se arrepienta no puede volver al pasado, lo hecho hecho está y no hay más.

Y este es el día en el que dos almas que pasaron de odiarse a amarse con todas su fuerzas empezarán un camino a lo largo de nueve meses separados, y dejarán sus vidas en manos del destino, quien sabe quizás este último los vuelva a unir, quien sabe que puede pasar...