sábado, 24 de noviembre de 2012

· Capitulo 36



Capítulo 36.

Las pulsaciones se me han acelerado creo que mi corazón ya no está en el sitio dónde tenía que estar, ahora le siento en la garganta.Mis ojos están grande y brillantes como el sol en una tarde de Junio.Y mis manos tiemblan,parecen dos gelatinas luchando por mantenerse de pie.Mis cuerdas vocales quieren vibrar pero no pueden, no puedo ponunciar palabra.Ahora mi cabeza esta echa un verdadero lío.No sé que hacer.Mi cabeza me dice una cosa, y mi corazón otra.

—Dame tiempo—digo entre sus brazos
—Vale—dice dándome un tierno beso en la frente.

Entramos para dentro agarrados de la mano,pero las cara que ahi dentro no son de buenas migas.Todos tienen una cara pálida, y larga.Y Pattie se encuentra llorando en un rincón de la cocina.Justin no la ha visto por que está tan feliz que no mira lo que hay a su alredor.

—Voy a por agua—sonrío.
—Vale bebé—dice dándome un tierno beso en los labios.

Entro en la cocina.Me arrimo a la encimera dónde está mi vaso y bebo.No sé si preguntar que ha pasado, o abrazar directamente a Pattie.No sé que debo hacer.
Si contarselo a Justin, o no contarselo.No lo sé.Me estoy volviendo loca.

—¿Que ha pasado?—dice deshaciendo el nudo de mi garganta
—Burce, el papá de Pattie acaba de morir
—¿Cómo?—digo perpleja
—Tuvo un accidente de camino a Stratford—

Voy corriendo a abrazar a Pattie.El abuelo de Justin habia muerto.Su abuelo para él era lo mejor que tenía, aunque le tuviese lejos, todos los días antes de dormir rezaba por él y por su abuela.Todos los dias.
El siempre me había dicho que su abuelo para él su abuelo era más que su abuelo, también era su papá, su tío, su primo, su mejor amigo.Me decía que en Bruce había encontrado la confianza que no había encontrado en casi nadie a lo largo de los años.También me dijo que el día que Bruce faltase, ese día no sabía que iba a ser de su vida, y de su música, por que su abuelo era quien le animaba a cantar siempre, el que le daba ilusión y fuerzas para hacerlo.

—El no lo sabe Pattie—
—Lo sé Beatriz, no sé como contarselo—
—¿Me lo dejas amí?—
—Ajá— dice con una amarga sonrísa.

Este momento creo que el más dificil para mí desde que estoy con él.Sé que no soy la más indicada para decirselo, pero tengo el lugar y eligo el momento.

· Narra Justin.

Estoy feliz, completamente feliz.Pero en mi interior hay algo que me dice que no todo va realmente bien,algo que me dice que la felicidad se irá de mis manos en un momento de este día.Que algo está saliendo mal con alguien, o con algo.Que no me ilusione al cien por cien, pero es invitable.Estoy casi comprometido con la mujer de mi vida, la chica de mis sueños.Esa que es capaz de tranquilizarme con solo mirarme, y hacerme sonreír con solo ver el brillo de sus ojos.Esa chica de la que estoy enamora, la cual un día me destino me arrebató pero también volvio a traermela incluso más guapa que la última vez.

—Justin ven un momento— susurra Betty desde la puerta del salón.
Sé que algo la incómoda, puedo notarselo en los ojos.La conozco demasiado bien.Sé que algo no va bien.El miedo entra por mis venas como si mi propia sangre fuese, y tengo miedo de escuchar de su boca un 'no quiero casarme contigo'.
—Ya voy—
—Coje la chaqueta, vamos a salir un momento—sonríe.

Cojo la chaqueta y dándo un dulce beso en la frente a Isa salgo por la puerta del salón.Dejo allí a mi mamá sentada de espaldas amí en la cocina hablando con Juliet y a Peter Sandra y Carlota viendo el partido de hockey sobre hielo más interesados que nadie.Hoy, me he enterado de que ellos también vivian en Canadá antes de venirse aquí,lo único es que ellos eran de Toronto.Y nosotros de un pequeño pueblo de Ontario,Stratford.
Echo de menos corretear por las calles con mis amigos, Nolan y Chaz.Incluso recuerdo mi prima novia, ella Caitlin, y también a su hermano Chris.Recuerdo como todos los días, bajabamos a ese parque que había enfrente de mi casa a patinar con el skate con solo cuatro años.Y justo, cuando cumplí cinco me tuve que mudar aquí, a California aunque en parte me alegro por aquí conocí a Betty.

[...]

—Vamos— dice Betty tirando de mi mano
—Ya voy— digo cerrando la puerta del coche.

Betty me coje la mano y empezamos a correr por la acera del paseo maritimo hasta llegar a la playa.Nuestra playa.Con la arena blanca tirando a marrón, esa arena que en pleno mes de Julio como es ahora arde, y en pleno mes de Diciembre te congela.Comienza a correr y a correr más, y yo la sigo sin poder evitar reír a la par que ella lo hace.Me encanta verla feliz, me encanta ver como sonríe, me encanta ver cuando sus ojos brillan de alegría.

—Sientate aquí conmigo—dice Betty quitándose las sandalias.
—Voy—digo quitandome mis supras.

Ella agarra mi mano con fuerza, y suelta un suspiro, un suspiro que me llena de miedo, y a la vez me calma.
Me mira a los ojos y está intentado decirme algo, pero hay algo que no la deja hacerlo.No estoy dentro de ella, pero juraría que en este momento la tiemblan las cuerdas vocales, y que su corazón va a más de una pulsación por segundo.

—Sea lo que sea, sueltalo ya—digo sin soltar su mano
—Verás Justin, hoy ha pasado algo terrible ¿sabes?—
—¿Tan malo es que te pida matrimonio?—bromeo.
—No estúpido—sonrío
—¿Entonces?—
—Verás.Un señor mayor iba de camino a su pueblo, y se le ha cruzado un camión, llevandose por delante su coche, y haciendo que el hombre muera en el acto.Sin darle una segunda oportunidad de vida—
—Pobrecito, pero —me corta poniendome el dedo en la boca
—Este señor, se llamaba Bruce, Bruce Mallete.Tenía un nieto en California de unos diecinueve años, muy guapo.—
—¿Mi abuelo ha muerto?— digo en shock
—Si, Justin—
—¿Cuándo?—
—Hace aproximadamente una hora, justo cuando tu y yo estabamos hablando fuera tu mamá ha recibido una llamada de tu abuela —
—Dime que es mentira, que estoy soñando.Mienteme
Estas soñando bebé— dice abriendome sus brazos.
—Gracias—

Apoyo mi cabeza en su pecho mientras comienzo a llorar como un niño pequeño que le quitan su chupete, o como un adolescente quinceañero que se ha enamorado y nadie le corresponde.También como el abuelo que ve como su nieto crece, o como los padres que ven que su hijo es idependiente el día de su boda.Mi corazón late lento, incluso hay veces que no siento ni mi propio pulso, es como si estuviese muriendo poco a poco.
¿Por qué el?No lo entiendo.Mi abuelo, es lo más humilde que te puedes echar a la cara.Lo más humilde que hay en el mundo.Mi abuelo es quien me enseñó a luchar, y ahora.Ahora ya no está.

—Yo estaré a tu lado—
—Yo, necesito despedirme de él—
—El estará siempre contigo bebé—dice cojiendome la mano
—¿Dónde?—
—Aquí—dice poniendo mi mano sobre mi corazón—¿Lo sientes?—
—Sí—
Y cuando mires al cielo y veas una estrella que brilla con fuerzas Justin, ese será Bruce— sonrie.

· Narra Betty.

Seguiamos en aquella playa.Justin seguia apoyado sobre mi pecho mientrás lloraba y lloraba.Llevaba así unas dos horas tranquilamente.Yo me limitaba a darle pequeños besos en la cabeza, y a agarrar su mano con fuerza.Cuando me miraba le escupía una sonrisa.
En realidad, yo también estaba afectada.Yo conocía a Bruce, cuando yo era pequeña yo me iba a su casa todos los días.Vivía justo en la casa de arriba de Ryan cuando venía aquí de vacaciones, pero un año antes de que pasase todo lo que mis padres y Bob, ellos dos.Bruce y Samy dejaron de venir por motivos ecónomicos.

—¿Regresamos?—
—Si, quiero ver a mi mamá—sonríe
—Vamos bebé—
—¿Iremos a Canadá no?—
—Claro, supongo que ireís—
—Necesito abrazar a mi abuela, y despedirme de mi abuelo aunque sea hablando a un cacho de mármol—
—Te entiendo tan bien—

Y le abrazo.Le paso todas mis fuerzas, aunque yo me quede sin ellas.Eso es imposible la verdad, amí las fuerzas me vienen solo con verle.

[...]

Ya hemos llegado a casa.
Según me bajo del coche me enciendo un cigarro para poder relajar tensiones, y Justin hace lo mismo.
Nos sentamos en los escalones del porche de mi casa.El sigue llorando, creo que no puede parar, no encuentra el botón de stop, y tampoco hace mucho por buscarle.Sé que necesita llorar.

—Gracias—
—¿Por qué?—digo dándole una calada a mi cigarro.
—Por contarmelo así, tan dulcemente —
—No se dan bebé.Creí que yo podría contartelo—
—Los has echo, mi mamá seguro que no podría—
—Tu mamá esta rota Justin—
—Mi mamá es fuerte y saldrá de esto antes que yo.—
— ¡Eh bebé! — digo limpiandole las lágrimas —Tu también eres muy fuerte.Yo si hubiese sido tú, no me hubiese quedado toda la tarde llorando en la misma posición.Yo me hubiese ido corriendo dejando allí a cualquier persona.Algun día lo hize, yo no quería aceptar la realidad de los de mis papás, y cuando entré al horfanato, un día me escapé dejando allí a Holly.Yo soy una débil, y tú eres más fuerte que una roca—
—Te amo—
—Y yo bebé—sonrio— Esto será hasta que la muerte nos separe—

Y allí, abrazado amí llorando cada vez más y más.Se armó de fuerzas y entro por la puerta de mi casa.
Se sentó en el sofá sin pronunciar palabra alguna, mirando la televisión en un punto fijo, pensando en no sé que, para tener el valor de levantarse y decirle a su madre que todo iba a estar bien, y que todo pasaría.

·Narra Justin

Entro en casa de Betty y me siento en el sofá.No quiero hablar ahora mismo.
Me pongo en dirección a la televisión perdiendo mi vista mientrás pienso en qué debo hacer o decir para consolar a mi madre en un momento como este.Pero las cuerdas vocales me niega pronunciar palabra.Sigo pensando, hasta que de un momento a otro me levanto corriendo hasta la cocina.

Y allí esta mi madre, sus ojos verdes cristalinos parecen haber perdido color y su sonrísa ya no está.Su cara está pálidad y sus mejillas rojas de tanto llorar.Tiene los ojos hinchados, muy hinchados, y los labios resecos.Verla así me hunde aún más, pero tengo que ser fuerte por los dos, y por Isa, pero sobre todo por mi abuelo, el no quiere verme así.Y seguro que si soy fuerte se sentirá más orgulloso de mí, que de lo normal.

—Ven aquí anda—digo secandome las lágrimas y abriendo mis brazos.
Mi madre sin dudarlo dos veces se levanta del taburete en el cual llevaba toda la tarde.En la misma posición en la que la dejé cuando me fuí con Betty hace cosa de tres horas.
Ella empieza a llorar sobre mí.Solo hay dos cosas que odio en este mundo, una ver a mi mamá llorando y dos ver a Betty llorando.Y ahora, eran las dos las que estaban así.
Sé que Betty tenía ganas de llorar desde que lo supo, pero pasarme fuerza se ha aguantado y tragado como cosa de cinco nudos en la garganta.Es la mejor

—Vamonos Justin—dice mi mamá 
—¿A dónde?—
—Tenemos que hacer las maletas, nos vamos a Canadá—
—¿Volveremos?—
—Claro—

Entonoces mi mamá comienza a despedirse de todos, y agarra a Isa de la mano mientrás salen de casa y se van montando en el coche.
Yo me dirgo hasta Betty, que se encuentra abrazada a Carlota, llorando con más fuerzas según ha escuchado el 'Nos vamos a Canadá'

—Vente conmigo—
—Pero..pero..—pongo mi dedo indice en su boca
—Me has dicho que ibas a estar ahí, y te necesito—

· Narra Betty.

Entonces Justin se acerca amí y me separa de Carlota.

—Vente conmigo—
—Pero..pero..— y me calla
—Me has dicho que ibas a estar ahí, y te necesito—

Me doy la vuelta para mirar a mis tíos y los dos asienten con la cabeza.

—Vale—
—Gracias—
—¿A qué hora?—
—Haz la maleta, te espero en mi casa.Te amo—dice besandome.

Su cara ha cambiado por completo.Me hace feliz saber, que el va a estar mejor si es conmigo.Sé que puedo hacerle feliz aunque esté mal, por lo menos lo voy a intentar.

· Doce horas más tarde.

Ya estamos en Canadá.El frío que hace aquí es increíble y estamos en pleno mes de Julio.Estamos de camino a Stratford.Pattie sigue rota por dentro aunque tiene mejor color de cara.Isabel va dormida apoyada a Pattie.Justin intenta sonreír pero sigue llorando, no puede evitarlo.Y yo, estoy aquí en el coche metida sin saber por qué aunque con un solo motivo él.

Estamos llegando, ya podemos ver las casas y el cartel de 'Bienvenidos a Stratford'.Dejamos a Pattie en el tanatorio, y nosotros iriamos a la que antes era su casa.
Lo peor es que no solo su abuelo habia muerto, si no que miles de recuerdos le van a golpear la cara según abra esa puerta, recuerdos bueno y también malos.

[...]

Ya hemos llegado y todo está colocado para pasar aqui una semana.
Mañana será un día bastante largo, es el entierro de Burce.Intentaremos que está semana sea lo más amena posible, intentaré hacerlos felices a todos.

—Vamos Isa a tu habitación—digo cargandola
—Trae la llevo yo—sonrie

Sube las escaleras y deja a Isa en su cuarto, y después va a ponerse el pijama.
Yo me quedo allí mirándola mientrás la coloco el pijama y la tapo, me despido de ella con un dulce beso en la frente.

—Va a ser la mejor mamá—sonrie
—Y tu, serás un buen padre seguro—
—Gracias por venirte hasta aquí—
—Es lo mínimo que puedo hacer por tí.Siempre has estado ahí,siempre.Es más, ¿que menos puedo hacer por mi futuro marido?—
Su cara se forma una completa 'O' y comienza a llorar de nuevo, pero esta vez creo que es de alegría
—¿Cómo?—
Que sí Justin, que si quiero casarme contigo
Me besa
—¿Enserio?—
—Lo he pensado ¿sabes? Y no quiero perderte más.No me hago a la idea de despertarme cualquier mañana sin tenerte a mi lado, de vivir sin tus te quieros, quiero verte llorar más veces y quiero ser yo la que te haga reír mientrás llora, quiero que seas el padre de mis hijos, y el mejor abuelo que haya en el mundo.Quiero tener mi casa, y que discutamos sobre el color de las paredes, sobre el nombre de nuestros hijos, sobre de que color van a ser sus habitaciones.También quiero seguir peleandome todos los días por ver quien quiere más a quien, y sobre todo, quiero estar contigo hasta que la muerte me separe por ver esa sonrísa que me hace llenarme de fuerza.En conclusión, quiero ser tu uña, quiero estar contigo todo el día, hasta el resto de mis días—
—Te amo—

No hay comentarios:

Publicar un comentario

sábado, 24 de noviembre de 2012

· Capitulo 36



Capítulo 36.

Las pulsaciones se me han acelerado creo que mi corazón ya no está en el sitio dónde tenía que estar, ahora le siento en la garganta.Mis ojos están grande y brillantes como el sol en una tarde de Junio.Y mis manos tiemblan,parecen dos gelatinas luchando por mantenerse de pie.Mis cuerdas vocales quieren vibrar pero no pueden, no puedo ponunciar palabra.Ahora mi cabeza esta echa un verdadero lío.No sé que hacer.Mi cabeza me dice una cosa, y mi corazón otra.

—Dame tiempo—digo entre sus brazos
—Vale—dice dándome un tierno beso en la frente.

Entramos para dentro agarrados de la mano,pero las cara que ahi dentro no son de buenas migas.Todos tienen una cara pálida, y larga.Y Pattie se encuentra llorando en un rincón de la cocina.Justin no la ha visto por que está tan feliz que no mira lo que hay a su alredor.

—Voy a por agua—sonrío.
—Vale bebé—dice dándome un tierno beso en los labios.

Entro en la cocina.Me arrimo a la encimera dónde está mi vaso y bebo.No sé si preguntar que ha pasado, o abrazar directamente a Pattie.No sé que debo hacer.
Si contarselo a Justin, o no contarselo.No lo sé.Me estoy volviendo loca.

—¿Que ha pasado?—dice deshaciendo el nudo de mi garganta
—Burce, el papá de Pattie acaba de morir
—¿Cómo?—digo perpleja
—Tuvo un accidente de camino a Stratford—

Voy corriendo a abrazar a Pattie.El abuelo de Justin habia muerto.Su abuelo para él era lo mejor que tenía, aunque le tuviese lejos, todos los días antes de dormir rezaba por él y por su abuela.Todos los dias.
El siempre me había dicho que su abuelo para él su abuelo era más que su abuelo, también era su papá, su tío, su primo, su mejor amigo.Me decía que en Bruce había encontrado la confianza que no había encontrado en casi nadie a lo largo de los años.También me dijo que el día que Bruce faltase, ese día no sabía que iba a ser de su vida, y de su música, por que su abuelo era quien le animaba a cantar siempre, el que le daba ilusión y fuerzas para hacerlo.

—El no lo sabe Pattie—
—Lo sé Beatriz, no sé como contarselo—
—¿Me lo dejas amí?—
—Ajá— dice con una amarga sonrísa.

Este momento creo que el más dificil para mí desde que estoy con él.Sé que no soy la más indicada para decirselo, pero tengo el lugar y eligo el momento.

· Narra Justin.

Estoy feliz, completamente feliz.Pero en mi interior hay algo que me dice que no todo va realmente bien,algo que me dice que la felicidad se irá de mis manos en un momento de este día.Que algo está saliendo mal con alguien, o con algo.Que no me ilusione al cien por cien, pero es invitable.Estoy casi comprometido con la mujer de mi vida, la chica de mis sueños.Esa que es capaz de tranquilizarme con solo mirarme, y hacerme sonreír con solo ver el brillo de sus ojos.Esa chica de la que estoy enamora, la cual un día me destino me arrebató pero también volvio a traermela incluso más guapa que la última vez.

—Justin ven un momento— susurra Betty desde la puerta del salón.
Sé que algo la incómoda, puedo notarselo en los ojos.La conozco demasiado bien.Sé que algo no va bien.El miedo entra por mis venas como si mi propia sangre fuese, y tengo miedo de escuchar de su boca un 'no quiero casarme contigo'.
—Ya voy—
—Coje la chaqueta, vamos a salir un momento—sonríe.

Cojo la chaqueta y dándo un dulce beso en la frente a Isa salgo por la puerta del salón.Dejo allí a mi mamá sentada de espaldas amí en la cocina hablando con Juliet y a Peter Sandra y Carlota viendo el partido de hockey sobre hielo más interesados que nadie.Hoy, me he enterado de que ellos también vivian en Canadá antes de venirse aquí,lo único es que ellos eran de Toronto.Y nosotros de un pequeño pueblo de Ontario,Stratford.
Echo de menos corretear por las calles con mis amigos, Nolan y Chaz.Incluso recuerdo mi prima novia, ella Caitlin, y también a su hermano Chris.Recuerdo como todos los días, bajabamos a ese parque que había enfrente de mi casa a patinar con el skate con solo cuatro años.Y justo, cuando cumplí cinco me tuve que mudar aquí, a California aunque en parte me alegro por aquí conocí a Betty.

[...]

—Vamos— dice Betty tirando de mi mano
—Ya voy— digo cerrando la puerta del coche.

Betty me coje la mano y empezamos a correr por la acera del paseo maritimo hasta llegar a la playa.Nuestra playa.Con la arena blanca tirando a marrón, esa arena que en pleno mes de Julio como es ahora arde, y en pleno mes de Diciembre te congela.Comienza a correr y a correr más, y yo la sigo sin poder evitar reír a la par que ella lo hace.Me encanta verla feliz, me encanta ver como sonríe, me encanta ver cuando sus ojos brillan de alegría.

—Sientate aquí conmigo—dice Betty quitándose las sandalias.
—Voy—digo quitandome mis supras.

Ella agarra mi mano con fuerza, y suelta un suspiro, un suspiro que me llena de miedo, y a la vez me calma.
Me mira a los ojos y está intentado decirme algo, pero hay algo que no la deja hacerlo.No estoy dentro de ella, pero juraría que en este momento la tiemblan las cuerdas vocales, y que su corazón va a más de una pulsación por segundo.

—Sea lo que sea, sueltalo ya—digo sin soltar su mano
—Verás Justin, hoy ha pasado algo terrible ¿sabes?—
—¿Tan malo es que te pida matrimonio?—bromeo.
—No estúpido—sonrío
—¿Entonces?—
—Verás.Un señor mayor iba de camino a su pueblo, y se le ha cruzado un camión, llevandose por delante su coche, y haciendo que el hombre muera en el acto.Sin darle una segunda oportunidad de vida—
—Pobrecito, pero —me corta poniendome el dedo en la boca
—Este señor, se llamaba Bruce, Bruce Mallete.Tenía un nieto en California de unos diecinueve años, muy guapo.—
—¿Mi abuelo ha muerto?— digo en shock
—Si, Justin—
—¿Cuándo?—
—Hace aproximadamente una hora, justo cuando tu y yo estabamos hablando fuera tu mamá ha recibido una llamada de tu abuela —
—Dime que es mentira, que estoy soñando.Mienteme
Estas soñando bebé— dice abriendome sus brazos.
—Gracias—

Apoyo mi cabeza en su pecho mientras comienzo a llorar como un niño pequeño que le quitan su chupete, o como un adolescente quinceañero que se ha enamorado y nadie le corresponde.También como el abuelo que ve como su nieto crece, o como los padres que ven que su hijo es idependiente el día de su boda.Mi corazón late lento, incluso hay veces que no siento ni mi propio pulso, es como si estuviese muriendo poco a poco.
¿Por qué el?No lo entiendo.Mi abuelo, es lo más humilde que te puedes echar a la cara.Lo más humilde que hay en el mundo.Mi abuelo es quien me enseñó a luchar, y ahora.Ahora ya no está.

—Yo estaré a tu lado—
—Yo, necesito despedirme de él—
—El estará siempre contigo bebé—dice cojiendome la mano
—¿Dónde?—
—Aquí—dice poniendo mi mano sobre mi corazón—¿Lo sientes?—
—Sí—
Y cuando mires al cielo y veas una estrella que brilla con fuerzas Justin, ese será Bruce— sonrie.

· Narra Betty.

Seguiamos en aquella playa.Justin seguia apoyado sobre mi pecho mientrás lloraba y lloraba.Llevaba así unas dos horas tranquilamente.Yo me limitaba a darle pequeños besos en la cabeza, y a agarrar su mano con fuerza.Cuando me miraba le escupía una sonrisa.
En realidad, yo también estaba afectada.Yo conocía a Bruce, cuando yo era pequeña yo me iba a su casa todos los días.Vivía justo en la casa de arriba de Ryan cuando venía aquí de vacaciones, pero un año antes de que pasase todo lo que mis padres y Bob, ellos dos.Bruce y Samy dejaron de venir por motivos ecónomicos.

—¿Regresamos?—
—Si, quiero ver a mi mamá—sonríe
—Vamos bebé—
—¿Iremos a Canadá no?—
—Claro, supongo que ireís—
—Necesito abrazar a mi abuela, y despedirme de mi abuelo aunque sea hablando a un cacho de mármol—
—Te entiendo tan bien—

Y le abrazo.Le paso todas mis fuerzas, aunque yo me quede sin ellas.Eso es imposible la verdad, amí las fuerzas me vienen solo con verle.

[...]

Ya hemos llegado a casa.
Según me bajo del coche me enciendo un cigarro para poder relajar tensiones, y Justin hace lo mismo.
Nos sentamos en los escalones del porche de mi casa.El sigue llorando, creo que no puede parar, no encuentra el botón de stop, y tampoco hace mucho por buscarle.Sé que necesita llorar.

—Gracias—
—¿Por qué?—digo dándole una calada a mi cigarro.
—Por contarmelo así, tan dulcemente —
—No se dan bebé.Creí que yo podría contartelo—
—Los has echo, mi mamá seguro que no podría—
—Tu mamá esta rota Justin—
—Mi mamá es fuerte y saldrá de esto antes que yo.—
— ¡Eh bebé! — digo limpiandole las lágrimas —Tu también eres muy fuerte.Yo si hubiese sido tú, no me hubiese quedado toda la tarde llorando en la misma posición.Yo me hubiese ido corriendo dejando allí a cualquier persona.Algun día lo hize, yo no quería aceptar la realidad de los de mis papás, y cuando entré al horfanato, un día me escapé dejando allí a Holly.Yo soy una débil, y tú eres más fuerte que una roca—
—Te amo—
—Y yo bebé—sonrio— Esto será hasta que la muerte nos separe—

Y allí, abrazado amí llorando cada vez más y más.Se armó de fuerzas y entro por la puerta de mi casa.
Se sentó en el sofá sin pronunciar palabra alguna, mirando la televisión en un punto fijo, pensando en no sé que, para tener el valor de levantarse y decirle a su madre que todo iba a estar bien, y que todo pasaría.

·Narra Justin

Entro en casa de Betty y me siento en el sofá.No quiero hablar ahora mismo.
Me pongo en dirección a la televisión perdiendo mi vista mientrás pienso en qué debo hacer o decir para consolar a mi madre en un momento como este.Pero las cuerdas vocales me niega pronunciar palabra.Sigo pensando, hasta que de un momento a otro me levanto corriendo hasta la cocina.

Y allí esta mi madre, sus ojos verdes cristalinos parecen haber perdido color y su sonrísa ya no está.Su cara está pálidad y sus mejillas rojas de tanto llorar.Tiene los ojos hinchados, muy hinchados, y los labios resecos.Verla así me hunde aún más, pero tengo que ser fuerte por los dos, y por Isa, pero sobre todo por mi abuelo, el no quiere verme así.Y seguro que si soy fuerte se sentirá más orgulloso de mí, que de lo normal.

—Ven aquí anda—digo secandome las lágrimas y abriendo mis brazos.
Mi madre sin dudarlo dos veces se levanta del taburete en el cual llevaba toda la tarde.En la misma posición en la que la dejé cuando me fuí con Betty hace cosa de tres horas.
Ella empieza a llorar sobre mí.Solo hay dos cosas que odio en este mundo, una ver a mi mamá llorando y dos ver a Betty llorando.Y ahora, eran las dos las que estaban así.
Sé que Betty tenía ganas de llorar desde que lo supo, pero pasarme fuerza se ha aguantado y tragado como cosa de cinco nudos en la garganta.Es la mejor

—Vamonos Justin—dice mi mamá 
—¿A dónde?—
—Tenemos que hacer las maletas, nos vamos a Canadá—
—¿Volveremos?—
—Claro—

Entonoces mi mamá comienza a despedirse de todos, y agarra a Isa de la mano mientrás salen de casa y se van montando en el coche.
Yo me dirgo hasta Betty, que se encuentra abrazada a Carlota, llorando con más fuerzas según ha escuchado el 'Nos vamos a Canadá'

—Vente conmigo—
—Pero..pero..—pongo mi dedo indice en su boca
—Me has dicho que ibas a estar ahí, y te necesito—

· Narra Betty.

Entonces Justin se acerca amí y me separa de Carlota.

—Vente conmigo—
—Pero..pero..— y me calla
—Me has dicho que ibas a estar ahí, y te necesito—

Me doy la vuelta para mirar a mis tíos y los dos asienten con la cabeza.

—Vale—
—Gracias—
—¿A qué hora?—
—Haz la maleta, te espero en mi casa.Te amo—dice besandome.

Su cara ha cambiado por completo.Me hace feliz saber, que el va a estar mejor si es conmigo.Sé que puedo hacerle feliz aunque esté mal, por lo menos lo voy a intentar.

· Doce horas más tarde.

Ya estamos en Canadá.El frío que hace aquí es increíble y estamos en pleno mes de Julio.Estamos de camino a Stratford.Pattie sigue rota por dentro aunque tiene mejor color de cara.Isabel va dormida apoyada a Pattie.Justin intenta sonreír pero sigue llorando, no puede evitarlo.Y yo, estoy aquí en el coche metida sin saber por qué aunque con un solo motivo él.

Estamos llegando, ya podemos ver las casas y el cartel de 'Bienvenidos a Stratford'.Dejamos a Pattie en el tanatorio, y nosotros iriamos a la que antes era su casa.
Lo peor es que no solo su abuelo habia muerto, si no que miles de recuerdos le van a golpear la cara según abra esa puerta, recuerdos bueno y también malos.

[...]

Ya hemos llegado y todo está colocado para pasar aqui una semana.
Mañana será un día bastante largo, es el entierro de Burce.Intentaremos que está semana sea lo más amena posible, intentaré hacerlos felices a todos.

—Vamos Isa a tu habitación—digo cargandola
—Trae la llevo yo—sonrie

Sube las escaleras y deja a Isa en su cuarto, y después va a ponerse el pijama.
Yo me quedo allí mirándola mientrás la coloco el pijama y la tapo, me despido de ella con un dulce beso en la frente.

—Va a ser la mejor mamá—sonrie
—Y tu, serás un buen padre seguro—
—Gracias por venirte hasta aquí—
—Es lo mínimo que puedo hacer por tí.Siempre has estado ahí,siempre.Es más, ¿que menos puedo hacer por mi futuro marido?—
Su cara se forma una completa 'O' y comienza a llorar de nuevo, pero esta vez creo que es de alegría
—¿Cómo?—
Que sí Justin, que si quiero casarme contigo
Me besa
—¿Enserio?—
—Lo he pensado ¿sabes? Y no quiero perderte más.No me hago a la idea de despertarme cualquier mañana sin tenerte a mi lado, de vivir sin tus te quieros, quiero verte llorar más veces y quiero ser yo la que te haga reír mientrás llora, quiero que seas el padre de mis hijos, y el mejor abuelo que haya en el mundo.Quiero tener mi casa, y que discutamos sobre el color de las paredes, sobre el nombre de nuestros hijos, sobre de que color van a ser sus habitaciones.También quiero seguir peleandome todos los días por ver quien quiere más a quien, y sobre todo, quiero estar contigo hasta que la muerte me separe por ver esa sonrísa que me hace llenarme de fuerza.En conclusión, quiero ser tu uña, quiero estar contigo todo el día, hasta el resto de mis días—
—Te amo—

No hay comentarios:

Publicar un comentario