domingo, 18 de noviembre de 2012

· Capitulo 34.

Este capitulo se lo dedico a mi Neus, @stratfordrauhl_.Que siempre me anima y me dice que mis capitulos son increíbles.Aunque no tan increíbles como ella.Te quiero mucho Swagdrauhl.

Capítulo 34

El ruido de la aspiradora me despierta.El sol hoy está como apagado, no brilla cómo otros dias.El cielo no es azul cristalino, está mezclado con colores grises en forma de nube.El tiempo es normal,sigue haciendo el mismo calor horrible que siempre.Dos dos vueltas sobre mi cama y estiro mi mano hasta mi móvil.Miro la hora, y veo que tengo un mensaje.Son las once de la mañana.

De bebé:

Buenos días princesa.

Es tan mono.Esto si que son buenos días.Lucho contra mis párpados para poder quedarme despierta, y al final termino consiguiendolo.Antes de irme a la ducha, empiezo a colocar el cuarto.Desde la última vez he aprendido, no quiero tirarme otras cuatro horas limpiando.Pongo la música a todo volumen, debido a que yo he entendido que está todo el mundo despierto, y si no es así, que se despierten que amí me ha despertado el horrible ruido de la aspiradora.

— ¿Se puede? —
— Sí — digo bajando la música.
— Como me vuelvas a despertar te mato — dice Sandra carcajeando
— Buenos días a ti también — sonrio
— Baja a desayunar anda, mi madre está preocupada —
— Vamos —

Dejo el cepillo aparcado a un lado, y bajo las escaleras con mi prima Sandra.La veo feliz, muy feliz.Ya hace cinco meses desde su pequeño accidente.Sus heridas están cicatrizadas, aunque a ella le siguen doliendo, esa zona la tiene muy sensible.La sonrisa que luce este último mes, es increíble, le da un brillo especial a su cara, un brillo especial a la casa.No os voy a echar la trola de que somos una familia feliz, tenemos nuestros más y nuestros menos, pero si que somos una familia única.Nos apoyamos unos a otros, aunque a veces también nos hagamos daño.
Si Holly, estuviese aquí, todo sería más que perfecto.

— Buenos días — digo entrando por el salón
— Parece que hoy nos hemos levantado con fuerzas — dice Peter mientras lee el periodico.
— Yo todos los días me levanto con fuerzas — digo carcajeando
— ¿Quieres desayunar? — dice una dulce voz desde la cocina
— Claro — sonrio — estoy hambrienta — comienzo a carcajear.

Entro en la cocina y le doy un dulce y suave beso en la mejilla a mi tía, escupiendola una sonirsa.
Cojo la taza y vierto un poco de café, el vaso y echo zumo, y aquellas napolitanas rellenas de jamon york y queso que tenian una pinta estupenda.

— Me tenías preocupada — dice mi tía secandose las manos.
— ¿Yo?¿Por qué? — carcajeo
— Te has puesto a limpiar según te has levantado — carcajea
— Has sido tu, al despertarme con el ruido del aspirador — empiezo a reír.

Termino de desayunar y dejando las tazas y el plato de las tostadas en el fregadero subo las escaleras hasta mi habitación.Vuelvo a poner la música a todo volumen, y mientrás canto y bailo como una loca termino de limpiar, y colocar mi habitación que parecía una leonera.

Cojo mi móvil y llamo a Ari, creo que ya es hora de hablar con ella, hace ocho meses que no sé nada de ella.Seguro que está echa toda una mujercita, y toda una ratita presumida.Seguro que su sonrisa sigue siendo enorme y sin alambres, y que su cuerpo está mucho más desarollado.Seguro que sigue siendo mi princesa.

Un tono,dos tonos,tres tonos, y por fín me lo coje.

— ¿Betty? —
— Pequeña —
— Como echaba de menos escuchar tu voz — noto como se le hace un nudo en la garganta
— ¿Qué tal estas enana? —
— Bien, aquí en casa de Oscar — noto como sonríe
— ¿Oscar? — comienzo a carcajear — ¿ese no es el hermano de Mario? — sonrio
— Si, llevo con el seis meses — 
— Dios me alegro tanto —
— ¿Y tú que tal por California? —
— Yo, estupendamente pequeña —
— Me alegro —
— Nos vemos en dos meses, ¿lo sabes no? —
— Si. Tengo tantas ganas de verte —
— Y yo —
— Te tengo que dejar que vamos a ver una peli, te quiero mucho —
— Te quiero enana —


Y cuelga.
Su voz está mas madura.Y los recuerdos inundan mi mente.Me acuerdo el día que llegué allí, Ari, solo tenía diez años.Diez añitos.
Ella estaba sentada en el salón viendo Bob Esponja mientrás hacía sus deberes de matematicas, con su boli con la plumita arriba de color rosa, y su cuaderno de las bratz.

· Cinco años atrás...

— Arianne, Alexandro — dice Amy desde el holl.
— ¿Si mamá? — dice una pequeña voz celestial desde el salón
— Ven pequeña —
— Ya voy mamá —
— ¿Dónde está Alex? — sonrie Amy
— En su cuarto, estará con la música — sonrie — ¿Voy a llamarle? —
— Si por que favor —

Entonoces esa niña pequeña, de unos diez años aproximadamente.Castaña clara, con los ojos negros como el tizón sube las escaleras corriendo como si la vida se le fuese en ello.
Amy nos hace una señal para que vallamos al salon y tomemos asiento.Estoy nerviosa, me tiemblan las piernas.Por el contrario Holly se encuentra bastante bien, parece estar cómoda, que nada la atormenta.

— Venid — dice Amy entrando al salón.
Holly y nos ponemos de pie.
— Están son Holly — dice señalandola — y Beatriz — sonrie — pero la llaman Betty —
Y estos son Arianne — dice señalando a la pequeña — y Alexandro — dice señalando a aquel chico alto y rubio — mis hijos biologicos.
— Encantadas — decimos Holly y yo casi al unísono.

Amy y Alexandro abandonan la sala, y la pequeña se vuelve a sentar en la mesa haciendo sus deberes.Comienza a reirse y esa sonrisa nos enamora amí y a mi hermana, nos miramos con complicidad.

— ¿Cuantos añitos teneis? — dice divertida
— Catorce — dice Holly dulcemente.
— Os pareceís mucho — sonrie
— Es que somos gemelas — digo sonriendola
— Ah — dice pensativa — mi amiga Carol y su hermana también soy gemelas — sonrie
— ¿Si? —
— Si — carcajea — Tienes una sonrisa muy bonita — dice señalandome
— Y tú eres muy guapa —

En ese momento Amy y Paul entran por la puerta del salón, y dirgiendose a Arianne la dicen que nos acompañe hasta nuestras habitaciones, y nos enseñe la casa.
Arianne solo asiente y deja su boli con la pluma de color rosa encima de su cuaderno,me agarra la mano.

— Venga Betti, vamos — dice tirando de mí.

Sube las escaleras corriendo llevandome casi arrastras, y Holly detrás de mi se ríe divertida.Arianne me recuerda mucho amí cuando era pequeña.Yo era igual de nervio, Holly era la más tranquila.

— Esta será tu habitación — dice señalando a Holly.
Y según abre la puerta un paraíso de color azul se muestra ante nuestros ojos.Paredes azules como el cielo en un pleno mes de Junio.La cama cubierta con un ededrón amarillo que hace juego con las cortinas.Un escritorio enorme, en el que encima hay un ordenador apple del mismo color que el edredón y una caja con un Iphone, que será el nuevo móvil de Holly.
Con miedo Holly entra, y procede a abrir aquel armario empotrado de cuatro puertas con un enorme espejo en medio de color, amarillo tirando a beige. 
Según lo abre su boca se forma un completa 'O' y sus ojos se hacen grandisimo, y en su cara se dibuja una sonrísa.
— Es preciosa — añade medio tartamudeando.
Holly se queda allí provandose un montón de ropa.Y ahora es mi turno.Arianne tira fuerte de mí.Lo que no sé es como han atinado en los colores favoritos de Holly, en su talla de ropa, y en el móvil que quería.
— Esta es la tuya — dice Arianne señalando a una puerta que había justo enfrente de la de Holly.
Y Arianne procede a abrir la puerta.Mi paraíso se tiñe de colores vivos pastel.Paredes de color verde pistacho.La cama cubierta con un edredón rosa fuscia haciendo juego con las cortinas que hay en el balcón.Mi cama es una cama nido, y arriba tiene una especie de estantería de color madre con las puertas verdes igual que las paredes.También hay un escritorío con un ordenador apple de color verde pistacho.La caja de una blackberry encima del ordenador.Mi armario, también es empotrado de color madera con los cajones fuscias, y un enorme espejo en medio.Dos mesitas de noche, y una lampara preciosa.
—¿Te gusta? —
Poniendome a su altura.
— Me encanta — digo deshaciendo el nudo de mi garganta — es lo mejor que he visto desde hace seis años — la sonrio
— Me alegra — dice dandome un beso en la mejilla
— Gracias princesa — sonrio

Arianne se va y dejandome alli con la mandibula en el suelo, y mis ojos igual de grande que dos platos soperos.

· Fin del recuerdo.

Desde el primer día sabía que esa chica y yo ibamos a congeniar.Esa forma de ser tan similar a la mía.No hay día que pase que no me acuerde de ella.De sus tonterías, de su risa contagiosa, de sus enfados cuando la reñia por ponerse mi ropa, de su mal genio.Esa niña, ha marcado mi vida.La quiero como si fuese sangre de mi sangre.Por eso, cuando Justin me dice lo mucho que quiere a Isa, le entiendo.Exactamente amí, me pasa lo mismo con Ari.Y seguro, que ellas dos se llevarían genial.

Para Arianne:
  Lo siento por no haberte llamado cada dos meses como te prometí, pero te aseguro que cada vez que lo intentaba un nudo se formaba en mi garganta.No hay día que no me acuerde de tí, mis tíos y mis primas te conocen como si te hubiesen visto algun vez, y Justin está deseando conocerte.Te quiero mucho.

De Arianne:

No lo sientas Betti, yo también te he podido llamar.Yo también me acuerdo de tí, y también estoy deseando conocer a ese chico que te hace tan feliz. Te quiero.

Suspiro.Nunca podría perdonarme a mí misma si Arianne está triste por mí culpa.Ninguna de las dos lo hemos pasado bien en la distancia, pero ya estabamos echas a la situación.
Tengo tantas ganas de verla, y de abrazarla.

Miro el reloj, y es la una, se me ha echo tarde.Me meto en la ducha para despejarme, tanto recuerdo junto, no tiene que ser bueno.

[...]


— ¿Que hay de comer? — digo frotandome la barriga
— Espagettis — 
— Dios que hambre tengo — sonrio — ¿Y el tito? —
— Está en el trabajo hoy regresará tarde — sonrie — ¿Qué haces en pijama? —
— Hoy no voy a salir — comienzo a carcajear — suena raro — carcajeo más fuerte aún
— Teniendo en cuenta que la última semana no has parado en casa sí — sonrie
— Hoy no me apetece — sonrio — me apetece tarde de estar en casa guitarra, acordes —
— Me encanta — dice moviendo la comida — ¿Viene Justin? — 
— Supongo — 
— ¡Que rara estas Beatriz, hija mía —
— He estado hablando con Ari, y no Justin no viene va al cine con su ''hermana'' ­— digo marcando las comillas.

Mi tía comienza a reirse, y me contagia su risa.La comida está lista, coloco la mesa mientrás mi tía va a llamar a mi prima.Estos espegettis me recuerdan a los espagettis de mamá.El mismo condimento, el mismo olor, el mismo sabor.


· Once años atrás...

— Mamá — grito
— Si Betty — dice alegre como siempre
— ¿Que hay de comer? —
— Espagettis — 
— Dios, que ricos. Y que hambre tengo — 
— Llama a tu hermana y a Bob y bajar a poner la mesa —
— Trato echo —

Subo las pocas escaleras que había bajado para preguntar a mi madre por la comida, y pego fuerte en la habitación de Bob.
Pego una,dos,tres,cuatro,cinco,seis,siete veces, y me canso.Estará con la música a toda leche como de costumbre, este chico no está bien de su cabeza.Aunque es un tonto adorable.Yo,que soy más pequeña que él unos tres años soy más lista.
Cabreada por que no me abre la puerta abro yo, y en efecto está con los cascos.

— Feo — 
—¿Qué quieres mocosa? —
— Que bajes a comer, llevo llamandote como una hora — me hago la enfadada.
— Lo siento pequeña repelente —
— Voy a llamar a Holly — 

Salgo de la habitación de Bobo, pegando un portazo haciendome la enfadada.Adoro cuando viene a hacerme la pelota para que le perdone.
Llamo una, dos y a la tercera Holly me contesta.Apoyandome en el marco de la puerta como si tuviese quince años.

— Holly, dice mamá que bajes a comer —
— Ya voy —
— Venga rápido, que tengo hambe — digo tocandome la barriga
— glotona — comenzamos a reír.

Holly y yo nos agarramos de la mano y antes pasamos por la habitación de Bob, el sigue alli tirado en la cama con sus cascos puestos.

— A las de tres nos tiramos encima de él ¿vale? — dice Holly mirandome con picardía.
— Vale — digo encojiendome de hombros.
— Una...dos..— 
Y Bob nos sorprende corriendo detrás nuestra.
Bajamos las escaleras corriendo para que Bob no nos coja, pero el es diez veces más rapido que nosotras.Dando vueltas por el salón hasta que al final me coje amí.

— ¿Sabes que va a pasar ahora no?—
— No — digo haciendome la tonta, sabía perfectamente que venía el monstruo de las cosquillas.
— Cosquillas — dice cojiendome en volandas.
— Ho..Ho..Ho ­­— intento decir mientras me río — ayu..ayu..ayudame — digo carcajeando.
— Aquí llega la capitana mata montruos — dice Holly haciendo cosquillas a Bob.

Mi madre nos mira divertida desde el marco de la puerta del salón.Su sonrisa brilla.Ella ama vernos felices.Muy felices.

— Venga chicos a comer —
— Vamos renacuaja — dice Bob poniendose a mi altura
— Vamos —
— Venga Holly — dice Bob agarrandola de la mano a ella también.

Entre los tres ayudamos a mamá a poner la mesa, mientrás papá llega a casa.

— ¿Dónde estan mis dos princesas? — grita papá desde la puerta — ¿Y mi hombrecito?
Los tres vamos corriendo a abrazar a papá.
— Aquí — decimos los tres casi al unísono.
— Venid aquí los tres — dice abriendonos sus brazos.
— A comer — grita mamá desde la mesa.

· Fin del recuerdo.

Mis ojos comienzan a inundarse y las lágrimas quieren salir.Aquella fue la última vez que comí los espagettis de mamá, dos días antes de que ella muriese.
La relación en mi casa era increíble.Nosotros tres, es decir, Holly,Bob y yo, nos llevamos genial, nos peleabamos muy pocas veces, en escasas ocasiones.Quizás por el mando de la tele, por el turno de quien se duchaba antes, por el vaso de los Simpsons a la hora de comer, por ver quien se sentaba en el medio cuando ibamos de viaje, por quien quería más a mamá y a papá, por sentarnos al lado de mamá y papá, pero eran discursiones estúpidas. A los dos minutos ya estabamos bien.
Mamá y papá se sentían orgullosos de nosotros, eran escasas veces las que nos tenían que reñir.Yo adoraba pasar tiempo con mi familia, en el parque, en casa, de viaje.Ellos eran lo mejor, aunque con seis años no es que se tengan muchos problemas.

— ¿estas bien? — 
La voz de mi prima Sandra me saca de mis pensamientos mientrás termino de colocar la mesa.
— Si tranquila —
— ¿Otro recuerdo? —
— Los echo tanto de menos —
— Yo también —
Y me abraza.
— Todo está bien Betty, ellos seguro que no quieren verte así — sonrie
— Lo sé — digo limpiandome las lágrimas

Una vez colocada la mesa nos sentamos las tres a comer.
Los espagettis estaban deliciosos.Recojo la mesa dejando los platos en el fregadero y subo las escaleras hasta mi cuarto,tumbandome en la cama.
Llamo a Holly.Hoy era el día de las llamadas.

Un tono..dos tonos.. y me lo coge.

— Ya era hora de que te acordases de tu hermana — dice riendo.
— Tu también te puedes acordar de la tuya —
— Lo hago a menudo —
— Y yo — digo con un nudo en la garganta — ¿Que tal va eso? —
— Bien — ríe — Parezco una vaca, la verdad —
— ¿Y Derek? —
— Derek y yo, ya no estamos juntos.He vuelto a casa de Amy — 
— Dios, ¿y eso?—
— Todos nos iba mal.Discutiamos por cualquier tontería.Decidí cortar por lo sano — noto como cambia su voz — pero tranquila mocosa, estoy bien —
— Me quedo más tranquila — rio — en menos de dos meses me tienes allí —
— Betti —
— dime —
— Gracias por dejar todo lo que tienes allí y venir a ayudarme —
— No es nada Holly.Te prometí que siempre iba a estar para tí — rio — además solo serán unos meses —
— Es niño —
— Algo me había comentado la tía Juliet —
— Se llamará Bob — noto como le vuelve a cambiar la voz — como su tío —
— El no lo entenderá —
— ¿Y qué? — dice deshaciendo el nudo de sus garganta — algún dia si que lo hará —
— Seguro que sí — Aunque como sea igual de listo que tú, va para rato — digo rompiendo la tensión
— Eres una lista — sonrie — te dejo que estaba medio dormida — 
— Adiós estúpida, nos vemos pronto —
— Te echo de menos —
— Te quiero —

Y cuelgo.
Sé que no está bien.Lo hace para no preocuparme.Ella es capaz de aguantarse las ganas de llorar durante un día entero, solo por verme sonreír amí.Mi hermana, es lo mejor que tengo.Ojalá pudiese estar aquí, conmigo, todos los días.

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domingo, 18 de noviembre de 2012

· Capitulo 34.

Este capitulo se lo dedico a mi Neus, @stratfordrauhl_.Que siempre me anima y me dice que mis capitulos son increíbles.Aunque no tan increíbles como ella.Te quiero mucho Swagdrauhl.

Capítulo 34

El ruido de la aspiradora me despierta.El sol hoy está como apagado, no brilla cómo otros dias.El cielo no es azul cristalino, está mezclado con colores grises en forma de nube.El tiempo es normal,sigue haciendo el mismo calor horrible que siempre.Dos dos vueltas sobre mi cama y estiro mi mano hasta mi móvil.Miro la hora, y veo que tengo un mensaje.Son las once de la mañana.

De bebé:

Buenos días princesa.

Es tan mono.Esto si que son buenos días.Lucho contra mis párpados para poder quedarme despierta, y al final termino consiguiendolo.Antes de irme a la ducha, empiezo a colocar el cuarto.Desde la última vez he aprendido, no quiero tirarme otras cuatro horas limpiando.Pongo la música a todo volumen, debido a que yo he entendido que está todo el mundo despierto, y si no es así, que se despierten que amí me ha despertado el horrible ruido de la aspiradora.

— ¿Se puede? —
— Sí — digo bajando la música.
— Como me vuelvas a despertar te mato — dice Sandra carcajeando
— Buenos días a ti también — sonrio
— Baja a desayunar anda, mi madre está preocupada —
— Vamos —

Dejo el cepillo aparcado a un lado, y bajo las escaleras con mi prima Sandra.La veo feliz, muy feliz.Ya hace cinco meses desde su pequeño accidente.Sus heridas están cicatrizadas, aunque a ella le siguen doliendo, esa zona la tiene muy sensible.La sonrisa que luce este último mes, es increíble, le da un brillo especial a su cara, un brillo especial a la casa.No os voy a echar la trola de que somos una familia feliz, tenemos nuestros más y nuestros menos, pero si que somos una familia única.Nos apoyamos unos a otros, aunque a veces también nos hagamos daño.
Si Holly, estuviese aquí, todo sería más que perfecto.

— Buenos días — digo entrando por el salón
— Parece que hoy nos hemos levantado con fuerzas — dice Peter mientras lee el periodico.
— Yo todos los días me levanto con fuerzas — digo carcajeando
— ¿Quieres desayunar? — dice una dulce voz desde la cocina
— Claro — sonrio — estoy hambrienta — comienzo a carcajear.

Entro en la cocina y le doy un dulce y suave beso en la mejilla a mi tía, escupiendola una sonirsa.
Cojo la taza y vierto un poco de café, el vaso y echo zumo, y aquellas napolitanas rellenas de jamon york y queso que tenian una pinta estupenda.

— Me tenías preocupada — dice mi tía secandose las manos.
— ¿Yo?¿Por qué? — carcajeo
— Te has puesto a limpiar según te has levantado — carcajea
— Has sido tu, al despertarme con el ruido del aspirador — empiezo a reír.

Termino de desayunar y dejando las tazas y el plato de las tostadas en el fregadero subo las escaleras hasta mi habitación.Vuelvo a poner la música a todo volumen, y mientrás canto y bailo como una loca termino de limpiar, y colocar mi habitación que parecía una leonera.

Cojo mi móvil y llamo a Ari, creo que ya es hora de hablar con ella, hace ocho meses que no sé nada de ella.Seguro que está echa toda una mujercita, y toda una ratita presumida.Seguro que su sonrisa sigue siendo enorme y sin alambres, y que su cuerpo está mucho más desarollado.Seguro que sigue siendo mi princesa.

Un tono,dos tonos,tres tonos, y por fín me lo coje.

— ¿Betty? —
— Pequeña —
— Como echaba de menos escuchar tu voz — noto como se le hace un nudo en la garganta
— ¿Qué tal estas enana? —
— Bien, aquí en casa de Oscar — noto como sonríe
— ¿Oscar? — comienzo a carcajear — ¿ese no es el hermano de Mario? — sonrio
— Si, llevo con el seis meses — 
— Dios me alegro tanto —
— ¿Y tú que tal por California? —
— Yo, estupendamente pequeña —
— Me alegro —
— Nos vemos en dos meses, ¿lo sabes no? —
— Si. Tengo tantas ganas de verte —
— Y yo —
— Te tengo que dejar que vamos a ver una peli, te quiero mucho —
— Te quiero enana —


Y cuelga.
Su voz está mas madura.Y los recuerdos inundan mi mente.Me acuerdo el día que llegué allí, Ari, solo tenía diez años.Diez añitos.
Ella estaba sentada en el salón viendo Bob Esponja mientrás hacía sus deberes de matematicas, con su boli con la plumita arriba de color rosa, y su cuaderno de las bratz.

· Cinco años atrás...

— Arianne, Alexandro — dice Amy desde el holl.
— ¿Si mamá? — dice una pequeña voz celestial desde el salón
— Ven pequeña —
— Ya voy mamá —
— ¿Dónde está Alex? — sonrie Amy
— En su cuarto, estará con la música — sonrie — ¿Voy a llamarle? —
— Si por que favor —

Entonoces esa niña pequeña, de unos diez años aproximadamente.Castaña clara, con los ojos negros como el tizón sube las escaleras corriendo como si la vida se le fuese en ello.
Amy nos hace una señal para que vallamos al salon y tomemos asiento.Estoy nerviosa, me tiemblan las piernas.Por el contrario Holly se encuentra bastante bien, parece estar cómoda, que nada la atormenta.

— Venid — dice Amy entrando al salón.
Holly y nos ponemos de pie.
— Están son Holly — dice señalandola — y Beatriz — sonrie — pero la llaman Betty —
Y estos son Arianne — dice señalando a la pequeña — y Alexandro — dice señalando a aquel chico alto y rubio — mis hijos biologicos.
— Encantadas — decimos Holly y yo casi al unísono.

Amy y Alexandro abandonan la sala, y la pequeña se vuelve a sentar en la mesa haciendo sus deberes.Comienza a reirse y esa sonrisa nos enamora amí y a mi hermana, nos miramos con complicidad.

— ¿Cuantos añitos teneis? — dice divertida
— Catorce — dice Holly dulcemente.
— Os pareceís mucho — sonrie
— Es que somos gemelas — digo sonriendola
— Ah — dice pensativa — mi amiga Carol y su hermana también soy gemelas — sonrie
— ¿Si? —
— Si — carcajea — Tienes una sonrisa muy bonita — dice señalandome
— Y tú eres muy guapa —

En ese momento Amy y Paul entran por la puerta del salón, y dirgiendose a Arianne la dicen que nos acompañe hasta nuestras habitaciones, y nos enseñe la casa.
Arianne solo asiente y deja su boli con la pluma de color rosa encima de su cuaderno,me agarra la mano.

— Venga Betti, vamos — dice tirando de mí.

Sube las escaleras corriendo llevandome casi arrastras, y Holly detrás de mi se ríe divertida.Arianne me recuerda mucho amí cuando era pequeña.Yo era igual de nervio, Holly era la más tranquila.

— Esta será tu habitación — dice señalando a Holly.
Y según abre la puerta un paraíso de color azul se muestra ante nuestros ojos.Paredes azules como el cielo en un pleno mes de Junio.La cama cubierta con un ededrón amarillo que hace juego con las cortinas.Un escritorio enorme, en el que encima hay un ordenador apple del mismo color que el edredón y una caja con un Iphone, que será el nuevo móvil de Holly.
Con miedo Holly entra, y procede a abrir aquel armario empotrado de cuatro puertas con un enorme espejo en medio de color, amarillo tirando a beige. 
Según lo abre su boca se forma un completa 'O' y sus ojos se hacen grandisimo, y en su cara se dibuja una sonrísa.
— Es preciosa — añade medio tartamudeando.
Holly se queda allí provandose un montón de ropa.Y ahora es mi turno.Arianne tira fuerte de mí.Lo que no sé es como han atinado en los colores favoritos de Holly, en su talla de ropa, y en el móvil que quería.
— Esta es la tuya — dice Arianne señalando a una puerta que había justo enfrente de la de Holly.
Y Arianne procede a abrir la puerta.Mi paraíso se tiñe de colores vivos pastel.Paredes de color verde pistacho.La cama cubierta con un edredón rosa fuscia haciendo juego con las cortinas que hay en el balcón.Mi cama es una cama nido, y arriba tiene una especie de estantería de color madre con las puertas verdes igual que las paredes.También hay un escritorío con un ordenador apple de color verde pistacho.La caja de una blackberry encima del ordenador.Mi armario, también es empotrado de color madera con los cajones fuscias, y un enorme espejo en medio.Dos mesitas de noche, y una lampara preciosa.
—¿Te gusta? —
Poniendome a su altura.
— Me encanta — digo deshaciendo el nudo de mi garganta — es lo mejor que he visto desde hace seis años — la sonrio
— Me alegra — dice dandome un beso en la mejilla
— Gracias princesa — sonrio

Arianne se va y dejandome alli con la mandibula en el suelo, y mis ojos igual de grande que dos platos soperos.

· Fin del recuerdo.

Desde el primer día sabía que esa chica y yo ibamos a congeniar.Esa forma de ser tan similar a la mía.No hay día que pase que no me acuerde de ella.De sus tonterías, de su risa contagiosa, de sus enfados cuando la reñia por ponerse mi ropa, de su mal genio.Esa niña, ha marcado mi vida.La quiero como si fuese sangre de mi sangre.Por eso, cuando Justin me dice lo mucho que quiere a Isa, le entiendo.Exactamente amí, me pasa lo mismo con Ari.Y seguro, que ellas dos se llevarían genial.

Para Arianne:
  Lo siento por no haberte llamado cada dos meses como te prometí, pero te aseguro que cada vez que lo intentaba un nudo se formaba en mi garganta.No hay día que no me acuerde de tí, mis tíos y mis primas te conocen como si te hubiesen visto algun vez, y Justin está deseando conocerte.Te quiero mucho.

De Arianne:

No lo sientas Betti, yo también te he podido llamar.Yo también me acuerdo de tí, y también estoy deseando conocer a ese chico que te hace tan feliz. Te quiero.

Suspiro.Nunca podría perdonarme a mí misma si Arianne está triste por mí culpa.Ninguna de las dos lo hemos pasado bien en la distancia, pero ya estabamos echas a la situación.
Tengo tantas ganas de verla, y de abrazarla.

Miro el reloj, y es la una, se me ha echo tarde.Me meto en la ducha para despejarme, tanto recuerdo junto, no tiene que ser bueno.

[...]


— ¿Que hay de comer? — digo frotandome la barriga
— Espagettis — 
— Dios que hambre tengo — sonrio — ¿Y el tito? —
— Está en el trabajo hoy regresará tarde — sonrie — ¿Qué haces en pijama? —
— Hoy no voy a salir — comienzo a carcajear — suena raro — carcajeo más fuerte aún
— Teniendo en cuenta que la última semana no has parado en casa sí — sonrie
— Hoy no me apetece — sonrio — me apetece tarde de estar en casa guitarra, acordes —
— Me encanta — dice moviendo la comida — ¿Viene Justin? — 
— Supongo — 
— ¡Que rara estas Beatriz, hija mía —
— He estado hablando con Ari, y no Justin no viene va al cine con su ''hermana'' ­— digo marcando las comillas.

Mi tía comienza a reirse, y me contagia su risa.La comida está lista, coloco la mesa mientrás mi tía va a llamar a mi prima.Estos espegettis me recuerdan a los espagettis de mamá.El mismo condimento, el mismo olor, el mismo sabor.


· Once años atrás...

— Mamá — grito
— Si Betty — dice alegre como siempre
— ¿Que hay de comer? —
— Espagettis — 
— Dios, que ricos. Y que hambre tengo — 
— Llama a tu hermana y a Bob y bajar a poner la mesa —
— Trato echo —

Subo las pocas escaleras que había bajado para preguntar a mi madre por la comida, y pego fuerte en la habitación de Bob.
Pego una,dos,tres,cuatro,cinco,seis,siete veces, y me canso.Estará con la música a toda leche como de costumbre, este chico no está bien de su cabeza.Aunque es un tonto adorable.Yo,que soy más pequeña que él unos tres años soy más lista.
Cabreada por que no me abre la puerta abro yo, y en efecto está con los cascos.

— Feo — 
—¿Qué quieres mocosa? —
— Que bajes a comer, llevo llamandote como una hora — me hago la enfadada.
— Lo siento pequeña repelente —
— Voy a llamar a Holly — 

Salgo de la habitación de Bobo, pegando un portazo haciendome la enfadada.Adoro cuando viene a hacerme la pelota para que le perdone.
Llamo una, dos y a la tercera Holly me contesta.Apoyandome en el marco de la puerta como si tuviese quince años.

— Holly, dice mamá que bajes a comer —
— Ya voy —
— Venga rápido, que tengo hambe — digo tocandome la barriga
— glotona — comenzamos a reír.

Holly y yo nos agarramos de la mano y antes pasamos por la habitación de Bob, el sigue alli tirado en la cama con sus cascos puestos.

— A las de tres nos tiramos encima de él ¿vale? — dice Holly mirandome con picardía.
— Vale — digo encojiendome de hombros.
— Una...dos..— 
Y Bob nos sorprende corriendo detrás nuestra.
Bajamos las escaleras corriendo para que Bob no nos coja, pero el es diez veces más rapido que nosotras.Dando vueltas por el salón hasta que al final me coje amí.

— ¿Sabes que va a pasar ahora no?—
— No — digo haciendome la tonta, sabía perfectamente que venía el monstruo de las cosquillas.
— Cosquillas — dice cojiendome en volandas.
— Ho..Ho..Ho ­­— intento decir mientras me río — ayu..ayu..ayudame — digo carcajeando.
— Aquí llega la capitana mata montruos — dice Holly haciendo cosquillas a Bob.

Mi madre nos mira divertida desde el marco de la puerta del salón.Su sonrisa brilla.Ella ama vernos felices.Muy felices.

— Venga chicos a comer —
— Vamos renacuaja — dice Bob poniendose a mi altura
— Vamos —
— Venga Holly — dice Bob agarrandola de la mano a ella también.

Entre los tres ayudamos a mamá a poner la mesa, mientrás papá llega a casa.

— ¿Dónde estan mis dos princesas? — grita papá desde la puerta — ¿Y mi hombrecito?
Los tres vamos corriendo a abrazar a papá.
— Aquí — decimos los tres casi al unísono.
— Venid aquí los tres — dice abriendonos sus brazos.
— A comer — grita mamá desde la mesa.

· Fin del recuerdo.

Mis ojos comienzan a inundarse y las lágrimas quieren salir.Aquella fue la última vez que comí los espagettis de mamá, dos días antes de que ella muriese.
La relación en mi casa era increíble.Nosotros tres, es decir, Holly,Bob y yo, nos llevamos genial, nos peleabamos muy pocas veces, en escasas ocasiones.Quizás por el mando de la tele, por el turno de quien se duchaba antes, por el vaso de los Simpsons a la hora de comer, por ver quien se sentaba en el medio cuando ibamos de viaje, por quien quería más a mamá y a papá, por sentarnos al lado de mamá y papá, pero eran discursiones estúpidas. A los dos minutos ya estabamos bien.
Mamá y papá se sentían orgullosos de nosotros, eran escasas veces las que nos tenían que reñir.Yo adoraba pasar tiempo con mi familia, en el parque, en casa, de viaje.Ellos eran lo mejor, aunque con seis años no es que se tengan muchos problemas.

— ¿estas bien? — 
La voz de mi prima Sandra me saca de mis pensamientos mientrás termino de colocar la mesa.
— Si tranquila —
— ¿Otro recuerdo? —
— Los echo tanto de menos —
— Yo también —
Y me abraza.
— Todo está bien Betty, ellos seguro que no quieren verte así — sonrie
— Lo sé — digo limpiandome las lágrimas

Una vez colocada la mesa nos sentamos las tres a comer.
Los espagettis estaban deliciosos.Recojo la mesa dejando los platos en el fregadero y subo las escaleras hasta mi cuarto,tumbandome en la cama.
Llamo a Holly.Hoy era el día de las llamadas.

Un tono..dos tonos.. y me lo coge.

— Ya era hora de que te acordases de tu hermana — dice riendo.
— Tu también te puedes acordar de la tuya —
— Lo hago a menudo —
— Y yo — digo con un nudo en la garganta — ¿Que tal va eso? —
— Bien — ríe — Parezco una vaca, la verdad —
— ¿Y Derek? —
— Derek y yo, ya no estamos juntos.He vuelto a casa de Amy — 
— Dios, ¿y eso?—
— Todos nos iba mal.Discutiamos por cualquier tontería.Decidí cortar por lo sano — noto como cambia su voz — pero tranquila mocosa, estoy bien —
— Me quedo más tranquila — rio — en menos de dos meses me tienes allí —
— Betti —
— dime —
— Gracias por dejar todo lo que tienes allí y venir a ayudarme —
— No es nada Holly.Te prometí que siempre iba a estar para tí — rio — además solo serán unos meses —
— Es niño —
— Algo me había comentado la tía Juliet —
— Se llamará Bob — noto como le vuelve a cambiar la voz — como su tío —
— El no lo entenderá —
— ¿Y qué? — dice deshaciendo el nudo de sus garganta — algún dia si que lo hará —
— Seguro que sí — Aunque como sea igual de listo que tú, va para rato — digo rompiendo la tensión
— Eres una lista — sonrie — te dejo que estaba medio dormida — 
— Adiós estúpida, nos vemos pronto —
— Te echo de menos —
— Te quiero —

Y cuelgo.
Sé que no está bien.Lo hace para no preocuparme.Ella es capaz de aguantarse las ganas de llorar durante un día entero, solo por verme sonreír amí.Mi hermana, es lo mejor que tengo.Ojalá pudiese estar aquí, conmigo, todos los días.

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