sábado, 22 de septiembre de 2012

Capítulo uno de 'En un rincón de California'




Capítulo 1.

-Buenos días dormilona.
-¿Ya estas aquí tocandome las narices Holly?
-Sí,venga que nos vamos de compra Betty.
-Joder Holly, no me apetece irme de compras con ellos.
-Betty, nos quedan dos años.
-Venga voy.

En la introducción se me ha olvidado explicaros como somos Holly y yo, fisica y mentamente.

Holly, es una chica super estroveritda,cabezota y amable,consige todo aquello que se propone es una persona optimista,y no le gusta ver nada de color de negro.
Cuando nuestros padres y nuestro hermano mayor, murieron, ella fue la que me sacó esas sonrisas que me hacían falta,la que me animó a seguir arriba cuando todo era negro, y tan solo tenía seis años. Fisicamente Holly es increiblemente guapa, ella es morena con los ojos verdes claritos, muy claritos, mide 1'61, y tiene un cuerpo,normalito.

Yo,Betty, en forma de ser soy todo lo contrario a Holly, no me suelo fiar de nadie hasta que no conozco bien a la persona, soy super pesimista aunque yo prefiero llamarme realista,me doy por vencida enseguida a no ser que me importe lo que sea, entonces me vuelvo muy testaruda, pero no soy nada de prepotente, soy todo un cachito de pan.
Fisicamente, yo, soy igual que Holly, lo único que cambia es que yo mido 1'58 y tengo el pelo castaño debido a que me he teñido. Si, he dicho igual que Holly, por que ella es unos cinco minutos mayor que yo, ahora mismo, es la mayor.


*Betty* - grita Holly desde las escaleras.
¡que pesada es!- pienso, mientrás me levanto de la cama y me meto en la ducha.
Mientrás me ducho, pienso en todo lo que yo dejé atrás cuando me metí en ese jodido orfanato, por desgracia, mis abuelos también estaban muertos y nuestra custodía no podía ser para ellos, y los únicos tios de los cuales sé que existen, estan viviendo en California, un poquito lejos, asi que me tocó meterme ahí a sufrir.

Escucho como alguien entra en mi habitación.
-¿Holly?- pregunto asustada.
-No soy yo- dice Alexandro, el hijo biologico de la familia Brandon.
-¿que quieres? - digo asustada.
En realidad sabía lo que quería.
-¿Te queda mucho?
-Ya salgo.

Salgo de la ducha y me envuelvo una toalla en el pelo, y me pongo el albornoz.
Sin mirarle me decido a ir hacia mi amario para cojer unos pantalones largos, y una camiseta que me tape la mitad del brazo.
No me gusta que la gente vea las marcas que tengo por el cuerpo, debido a las palizas que me pegaban en el orfanato, y los arañazos que tengo
de esta maldita casa.

-No me piensas mirar- Dice Alexandro.
-No, ahora mismo no puedo- digo prepotente - ¿que quieres? - añado.
Me agarra fuerte del brazo y me lleva hacía él, acercandose cada vez más rapido a mis labios, y justo en ese momento abre la puerta Holly.
Menos mal pienso, a la vez que suspiro.

Con una mirada hacía mi torso medio desnudo Alexandro se va.
-Gracias Holly- 
-De nada gorda.

Me coloco mis vaqueros fucsias, con una camiseta negra ceñida de media manga, y unas convers negras altas.
Me pinto un poco la cara, para disimular los arañazos y moriscos que tengo, me doy raya, me echo colonia.
Coloco la diadema fuscia sobre mi cabeza,cojo el móvil.

-Ya nos podemos ir- digo mientrás le doy una palmada en el culo a Holly.
Holly me agarra la mano con fuerzas como diciendome, 'tranquila yo nunca te voy a dejar sola' y lo mejor es que sé que nunca lo hará.

En ese momento nos disponemos a bajar las escaleras, y abajo están Amy, Paul y Arianne, para que me entendaís los señores Brandon y su hija biologíca.
Y os preguntaréis ¿por qué adoptan si tienen ya dos hijos? fácil, ellos querían tres niñas y un niño, y cuando Amy iba a quedarse embaraza de su proxima hija, la dijeron que no lo hiciera que ella misma podía morir, y la ligaron las trompas, y decidieron adoptar.

-¿Estaís listas? - dijo Paul.
-Si- contestamos Holly y yo a la vez.
-Vamonos.

Nuestra relación con Arianne era bastante buena la verdad, al igual que con Amy.
Paul no solo nos pegaba a Holly y a mí, tambien lo hacía con Amy y Arianne, este lo hacía por que tenía graves problemas con el alchol.

-¿Donde vamos?- le pregunté a Arianne.
-No sé Betty, pero creo que vamos al Corte Inglés - dijo riendose.
- Es verdad - dije mientras la abrazaba.

Arianne, tenía solo diez añitos, con diez años, y que tu padre te pegue, no es la vida que debería llevar una niña de diez, aunque en realidad peor fue la mía, que celebré ocho de mis cumpleaños allí metída, sin velas, sin tartas, sin regalos.. con una simple pizza, caducada, que al día siguiente me levantaba bomitando.
Amy,es una mujer muy dulce, y sabe como tratar a una chica que ha tenido una niñez y un adolescencia dificil, ella para mí, no es como mi madre, por que como mi madre no hay ninguna, pero si es como una hermana mayor, esa que te entiende.

-Por fín - grita holly al ver el centro comercial.
-Ya era hora- la sigue Ari.
- ¡Pesadas! - las digo yo.

Justo yo miré por la ventana y pasó un morenazo de ojos azules con un tatuaje que le ocupaba todo el brazo.
¡Dios! - pensé, es el hombre de mis sueños.
En realidad no, solo era un chico guapo que paseaba por la calle.

Estuvimos toda la tarde de compras, de risas, y Paul, no nos pegó a ninguna de las cuatro ni si quiera en los momentos que nos habíamos quedado a solas con él,
en realidad, cuando no bebe es un sol.

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sábado, 22 de septiembre de 2012

Capítulo uno de 'En un rincón de California'




Capítulo 1.

-Buenos días dormilona.
-¿Ya estas aquí tocandome las narices Holly?
-Sí,venga que nos vamos de compra Betty.
-Joder Holly, no me apetece irme de compras con ellos.
-Betty, nos quedan dos años.
-Venga voy.

En la introducción se me ha olvidado explicaros como somos Holly y yo, fisica y mentamente.

Holly, es una chica super estroveritda,cabezota y amable,consige todo aquello que se propone es una persona optimista,y no le gusta ver nada de color de negro.
Cuando nuestros padres y nuestro hermano mayor, murieron, ella fue la que me sacó esas sonrisas que me hacían falta,la que me animó a seguir arriba cuando todo era negro, y tan solo tenía seis años. Fisicamente Holly es increiblemente guapa, ella es morena con los ojos verdes claritos, muy claritos, mide 1'61, y tiene un cuerpo,normalito.

Yo,Betty, en forma de ser soy todo lo contrario a Holly, no me suelo fiar de nadie hasta que no conozco bien a la persona, soy super pesimista aunque yo prefiero llamarme realista,me doy por vencida enseguida a no ser que me importe lo que sea, entonces me vuelvo muy testaruda, pero no soy nada de prepotente, soy todo un cachito de pan.
Fisicamente, yo, soy igual que Holly, lo único que cambia es que yo mido 1'58 y tengo el pelo castaño debido a que me he teñido. Si, he dicho igual que Holly, por que ella es unos cinco minutos mayor que yo, ahora mismo, es la mayor.


*Betty* - grita Holly desde las escaleras.
¡que pesada es!- pienso, mientrás me levanto de la cama y me meto en la ducha.
Mientrás me ducho, pienso en todo lo que yo dejé atrás cuando me metí en ese jodido orfanato, por desgracia, mis abuelos también estaban muertos y nuestra custodía no podía ser para ellos, y los únicos tios de los cuales sé que existen, estan viviendo en California, un poquito lejos, asi que me tocó meterme ahí a sufrir.

Escucho como alguien entra en mi habitación.
-¿Holly?- pregunto asustada.
-No soy yo- dice Alexandro, el hijo biologico de la familia Brandon.
-¿que quieres? - digo asustada.
En realidad sabía lo que quería.
-¿Te queda mucho?
-Ya salgo.

Salgo de la ducha y me envuelvo una toalla en el pelo, y me pongo el albornoz.
Sin mirarle me decido a ir hacia mi amario para cojer unos pantalones largos, y una camiseta que me tape la mitad del brazo.
No me gusta que la gente vea las marcas que tengo por el cuerpo, debido a las palizas que me pegaban en el orfanato, y los arañazos que tengo
de esta maldita casa.

-No me piensas mirar- Dice Alexandro.
-No, ahora mismo no puedo- digo prepotente - ¿que quieres? - añado.
Me agarra fuerte del brazo y me lleva hacía él, acercandose cada vez más rapido a mis labios, y justo en ese momento abre la puerta Holly.
Menos mal pienso, a la vez que suspiro.

Con una mirada hacía mi torso medio desnudo Alexandro se va.
-Gracias Holly- 
-De nada gorda.

Me coloco mis vaqueros fucsias, con una camiseta negra ceñida de media manga, y unas convers negras altas.
Me pinto un poco la cara, para disimular los arañazos y moriscos que tengo, me doy raya, me echo colonia.
Coloco la diadema fuscia sobre mi cabeza,cojo el móvil.

-Ya nos podemos ir- digo mientrás le doy una palmada en el culo a Holly.
Holly me agarra la mano con fuerzas como diciendome, 'tranquila yo nunca te voy a dejar sola' y lo mejor es que sé que nunca lo hará.

En ese momento nos disponemos a bajar las escaleras, y abajo están Amy, Paul y Arianne, para que me entendaís los señores Brandon y su hija biologíca.
Y os preguntaréis ¿por qué adoptan si tienen ya dos hijos? fácil, ellos querían tres niñas y un niño, y cuando Amy iba a quedarse embaraza de su proxima hija, la dijeron que no lo hiciera que ella misma podía morir, y la ligaron las trompas, y decidieron adoptar.

-¿Estaís listas? - dijo Paul.
-Si- contestamos Holly y yo a la vez.
-Vamonos.

Nuestra relación con Arianne era bastante buena la verdad, al igual que con Amy.
Paul no solo nos pegaba a Holly y a mí, tambien lo hacía con Amy y Arianne, este lo hacía por que tenía graves problemas con el alchol.

-¿Donde vamos?- le pregunté a Arianne.
-No sé Betty, pero creo que vamos al Corte Inglés - dijo riendose.
- Es verdad - dije mientras la abrazaba.

Arianne, tenía solo diez añitos, con diez años, y que tu padre te pegue, no es la vida que debería llevar una niña de diez, aunque en realidad peor fue la mía, que celebré ocho de mis cumpleaños allí metída, sin velas, sin tartas, sin regalos.. con una simple pizza, caducada, que al día siguiente me levantaba bomitando.
Amy,es una mujer muy dulce, y sabe como tratar a una chica que ha tenido una niñez y un adolescencia dificil, ella para mí, no es como mi madre, por que como mi madre no hay ninguna, pero si es como una hermana mayor, esa que te entiende.

-Por fín - grita holly al ver el centro comercial.
-Ya era hora- la sigue Ari.
- ¡Pesadas! - las digo yo.

Justo yo miré por la ventana y pasó un morenazo de ojos azules con un tatuaje que le ocupaba todo el brazo.
¡Dios! - pensé, es el hombre de mis sueños.
En realidad no, solo era un chico guapo que paseaba por la calle.

Estuvimos toda la tarde de compras, de risas, y Paul, no nos pegó a ninguna de las cuatro ni si quiera en los momentos que nos habíamos quedado a solas con él,
en realidad, cuando no bebe es un sol.

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