Capítulo diez de 'En un rincón de California'

Capítulo diez.

Eran las cuatro de la tarde del día siguiente, la voz celestial de Justin entraba hasta mi habitación haciendo así que me despertase desde las dos y media de la madrugada que llevaba durmiendo.

-Buenas tardes- le grité desde el balcón
-Buenas tardes preciosa-

El tiempo estaba bastante malo parecía que iba a llover, yo recuerdo que dos días después de que mis padres murieran también llovía y Noa me decía, que eran mis padres y mi hermano llorando por qué nos echaban de menos a Holly y a mí, entonoces yo sonreír.
Pero ahora no es así.

-Betty ¿puedes bajar?-
-Claro ya voy Peter-
-Tienes que hacerme un favor, tienes que irme a comprar una cosa al super que hay enfrente de las escaleras NY ¿irás?-
-Claro que sí, me visto y voy.

Me dí una ducha rápida, y me vestí.
Era el tipico día de una sudadera y unos vaqueros, como yo le suelo decir, pequeños placeres de la vida.
Me puse mi sudadera Nike morada, con mis vaqueros claritos rotos, y mi tennis nike moradas.
Me sequé el pelo ya que estaba lloviendo, y me hize una coleta alta.

-Ya estoy-
-Compra esto, da igual lo que tardes, tus primas han quedado con sus amigas y tu tía y yo hemos quedado para cenar con unos empresarios-
-Vale tito-
-El la nevera tienes arroz, y si necesitas algo llama-
-Vale tranquilo-
-Tus primas llegaran sobre las once, ya habrán cenado y todo-
-Vale tito-
-Gracias por el favor pequeña, te quiero-
-Y yo-

Cojí el paraguas por si empezaba a llover, y justo empezó a llover.
Corrí y corrí hasta la tienda.

-Buenos días-
-Hola ¿que desea?-
-Quiero un paquete de pilas pequeñas, un paquete de tabaco para liar, papela y un mechero-
-Aquí tiene usted-
-¿Cuanto es?
-20 dólares-
-¿Tan poco?-
-Usted es la sobrina de Peter,el tiene el abono-
-Vale,disculpe-
-Adios-

LLovía más y más cuando.
Corrí hasta las escaleras NY.

-Guapa-
-Eres tú, me había asustado-
-¿Yo no te asusto?-
-Todo lo contario me das confianza,como si te conociese de toda la vida-

Me sonrie.
Estuvimos allí hasta las siete de la tarde, Justin no podía salir de allí debido a que el coche le tenía a unas tres manzanas más y hoy no había ganado ni un chavo.
En realidad eran dólares pero yo a todos lo llemo chavos, soy así de molona.
Yo decidí no moverme de allí hasta que dejase de llover, no le iba a dejar solo, aunque tuve una idea mejor.

-Vente a mi casa-
-No-
-Yo he estado en la tuya y acepté que me acercaras aquí, creo que ahora tienes que aceptar tú-
-Vamos-

Corrimos y corrimos como dos niños pequeños agarrados de la mano, chapoteando en los charcos.
Me cojió en sus brazos y me dió una vuelta en el aire dejando su boca a la altura de la mía, no podía besarle no le conocía nada más que de hace una semana más o menos, aunque en realidad lo estaba deseando como nadie, el me hacía sentirme bien, y en realidad era lo único que tenía en Californía, mis tios se pasan el dia trabajando fuera de casa y mis primas tienen su amigas.

-Es esta- dijo agarrandole la mano.
-Vamos-

Le bajé una toalla.

-Toma-
-No hace falta-
-He dicho que tomes la toalla, y algo de ropa limpia-
-¿Y esto?- Tu eres una chica-
-Es la sudadera que tengo de mi hermano y sus pantalones vaqueros-
-No lo puedo aceptar-
-Hazlo, sé que lo cuidarás-

Estuvimos sentados en el porche hasta las diez y media, y aún seguía lloviendo.
Me estuvo contando un montón de cosas sobre su vida,sus amigos,sus ex-novias,sus padres.
El tampoco había tenido una vida fácil, y su estatus social no es que fuese mi favorable, en realidad nada.

Su madre trabaja desde las siete de la mañana hasta las diez de la noche, tiene dos trabajos cuando sale de uno entra en el otro, y el la ayuda cantando es las escaleras NY.
Su padre le abandonó, aunque ahora pasa mucho tiempo con él, tiene dos hermanos pequeños Jazzy y Jaxon, y la vida de sus hermanos es mucho mas fácil que la de él, el los mima y los cuida por que no quieren que sufran como el lo ha echo.

-Confio en tí Justin-

Sé quedó sin palabras simplemente se acercó más y más amí