Capítulo siete de 'En un rincón de California'

Capítulo siete.

Ya estaba en casa de mi tíos, mi tío Peter y mi tía Juliet.
No podía parar de pensar en aquel chico con el que me habia soñado, llevaba el pelo un poco largo, su frente era un misterio seguro,
tenía los ojos marrones miel y sonrisa completamente perfecta.

Me asomé por la ventana, mis tíos vivian justamente delante de una escaleras, las escaleras New York se llamaban.
Allí iba gente 'pobre' a sacarse un dinero con sus dones o dotes, como cantar, tocar la flauta travesera,el violín, o incluso mimos y payasos que hacían reir a la gente de Californía.

-Buenos días Betty-
-Buenos días Carlota-
-¿Qué tal has dormido?-
-Bien-
-¿Echas de menos a Holly verdad?-
-Muchísimo-

Subo a mi cuarto y empiezo a sacar todo lo que llevaba, fotos, figuras, marcos, mi ropa, mis zapatos.
Según estoy sacando todo me encuentro con una nota en la chaqueta que llevaba ayer.
¿De quien será?-me pregunto.
Aquello era raro la letra no era de ninguna de mis tres chicas, y mucho menos de Mario,Alex o Paul.
No le dí importancia simplemente estaba apuntado un número de télefono y la nota decía
'Te llevaba esperando muchisimo tiempo'

Quizás era algun amigo mío de la infancia de cuando veníamos a California de vacaciones a casa de mis tíos, pero yo solo me acuerdo de uno, y su aspecto no era muy agradable.
Era bajito y tenía el pelo castaño, estaba regordete y enamorado de mí, pero yo estaba enamorada del hijo del mejor amigo de mi tio Peter, se llamaba Jonny.

-Betty,baja un momento- grita mi tía Juliet desde las escaleras.
-¿Que quieres Juli?-la abrazo.
-Nosotros y tus primas nos vamos de comilona a casa de el padre de Jonny, es una comida importante ¿te vienes?-
-No Juli, yo me quedo, en realidad tengo que seguir colocando todo-
-Pide una pizza, en la nevera tienes el número y en el cofre el dinero, te quiero- dice saliendo por la puerta.

Vuelvo a subir las putas escaleras hasta mi cuarto que estaba en la buhardilla, aquello era enorme.
Tenía las paredes moradas, mi color favorito, con el frontal el verde pistacho, los muebles morados y blancos y el ordenador apple, mi propio ordenador era verde claro.

¡Por fín terminé de colocar todo!
Me meto en la ducha y me doy un baño relajante, solo eran las 12 de la mañana
¿Que hago ahora? pensaba mientras me relajaba.
Decidí vestirme y salir a la dar una vuelta por aquel parque, era precioso.

¿Que me pongo?pensaba una y otra vez sin decidirme de una puñetera vez.
Al final me puse un shorts verdes pistachos, con una camiseta que ponía 'SWAG ON YOU' rosa fucsia, y mis supras bajas verdes.
¡Monísima! - pensé mientras me miraba en el espejo.
El pelo me lo dejé suelto, de manera que me llegaba hasta más o menos la altura de las lumbares con el flequillo abierto hacia delante, con dos semi tirabuzones para que no se me metieran los pelos en la cara

*Respiré profundo* - ¡POR FIN ESTOY EN CALIFORNIA! - volví a gritar.

Caminé hasta aquel parque, estaba desorientada, no para de mirar de un lado a otro y encima con la boca abierta, todos me miraban como diciendo, ¿y esta que? yo solo podía reírme por fín estaba aquí después de cuatro años soñandolo, cuatro jodidos años.

-Perdona chica-
-¿Quién eres?-
-Soy el chico con el que te chochastes ayer-
-Lo siento, soy muy despistada- me sonrojé.
-No pasa nada,ayer se te quedó esto, es tu diario, toma-
-Gracias-

Y con esas misma me dí la vuelta.

-¿No me vas a decir tu nombre?-
-Me llamo Betty, Betty Férnandez-
-¿Betty?-
-Sí, Betty, ¿que te asombra tanto?-
-Sigues igual de guapa-
-¿Nos conocemos?

Y con esas misma el se fué.

-Lo siento, tengo que volver a mi sitio-
-¿Tu sitio?-
-Si, si quieres saber algo más de mí, buscame -

Cuando me quise dar cuenta el chico ya había desaparecido
¿Cómo sabía quien soy?¿Mi nombre?¿Y lo guapa que era de pequeña?No podía parar de pensar.
A ese chico se le calló una foto,en esa foto aparecia el de pequeño con una chica, preciosa.

Volví a casa, y me asomé a aquella maravillosa ventana que daba a las maravillosa escaleras New York.
Aquella voz era preciosa, y que manera de tocar la guitarra.
Aquella canción se me había quedado marcada, I still turn to you, no podía parar de repetir esa frase por mucho que quisiera.

Mañana iré a buscarle a esas escaleras y a devolverle su foto.