martes, 17 de septiembre de 2013

40.



· Capitulo 40.

| Narra Justin |


Domingo por la mañana. Son las ocho y media y aún no he conseguido pegar ojo en toda la noche. Estoy nervioso. Hundido. Tocado. Mi mente solo piensa en cosas espantosas, en cosas demasiado raras. Debo tener unas ojeras que me lleguen hasta la nariz. Me pesa el cuerpo e incluso hasta la cabeza. Estoy aturdido. Mi vida es un completo caos.

| Narra Tara |

Las ocho y media de la mañana, quizás he dormido una hora y media. Y me duele la cabeza de una forma horrible. Me pican los ojos, tengo la nariz y los labios agrietados. Mis ojeras son moradas, y pueden verse de aquí a Lima, y lo peor de todo no es mi aspecto, si no que las lágrimas no dejan de cesar por mis mejillas. Sigo llorando desde ayer por la tarde, justamente desde que discutí con Justin, y no puedo parar. Cada vez que recuerdo aquellas palabras, y aquel jodido momento me vuelvo a derrumbar, y las lágrimas vuelven de nuevo a mí.
Estoy tumbada en la cama, con la mirada pérdida. Mi estómago ruge, tengo hambre, y no quiero bajar a la cocina. No tengo muchas ganas de cruzarme con mis padres y me agobien con preguntas sobre mi aspecto. Tiro por la opción fácil. Cojo mi teléfono móvil, que se encuentra en el cajón. Le desbloqueo. Me encuentro con un millón de llamadas perdidas de Alex, un montón de mensajes de las chicas, y de Ryan, y un WhatsApp de Justin. Ignoro los mensajes, las llamadas, y el WhatsApp. Y mando un mensaje a mi hermano.

Para Michel:

Mike. Te necesito. ¿Me haces un favor? Subeme zumo, y un par de palmeras, me muero de hambre, jeje.

De Michel:

Baja tú, espabilada. Nah, es broma. Dame cinco minutos, enana.

Para Michel:

Eres el mejor, feo. Te quiero.

Guardo de nuevo el móvil en el cajón, más tarde contestaré a los mensajes de las chicas y de Ryan. Me levanto de la cama, y pongo la radio. Primera puñalada, hasta la radio está hoy también en mi contra, suena ‘love will remember’ de Selena Gómez. Y sin darme cuenta, estoy llorando otra vez.

Siento el ruido de unos pasos por el pasillo, es él, es mi hermano. Abre la puerta, y asoma la cabeza. Acto seguido da dos golpes. Me levanto de la cama, y subo un poco la persiana de manera que entre poca luz, pero la suficiente para poder vernos las caras.

¿Se puede? —dice en un tono de voz demasiado bajo.
Pasa—digo en un hilo de voz mientras guardo mis lágrimas debido a la canción.
Toma—dice poniendo la bandeja sobre mi cama y depositando un dulce beso en mi frente—Lo que me has pedido.
Gracias—digo sonriéndole.

Y se da la media vuelta, abriendo de nuevo la puerta de mi habitación para dejarme sola.

Mike, quédate conmigo, por favor—susurro.
Creía que querías estar sola—dice él en un hilo de voz.
No, te necesito. —digo echándome de nuevo a llorar.

Viene de nuevo hacía a mí. Se sienta a mi lado, y me envuelve entre sus brazos dándome un cálido abrazo. Limpia mis lágrimas con las yemas de sus dedos y suspira. Está agobiado, lo noto.

Cuéntame.
No sé Mike, no sé ni cómo me siento. Solo sé que estoy encerrada en cuatro paredes que no es porque esté en mi habitación, si no que aun saliendo a la calle me siento atada, desnuda, vacía.digo entre sollozos.
Tara, tranquila. Habla con él, todo volverá a la normalidad. Déjale las cosas claras. Eres Tara Weasly, tú nunca te has dejado pisar.dice mi hermano con seguridad y con un brillo especial en los ojos.
Mike, todo es más difícil de lo que crees. Cuando hablamos de amor, todo el mundo se deja pisar, humillar, incluso perdona cosas que ni esa misma persona se habría imaginado que iba a perdonar algún día. Todos hablamos que nunca perdonaríamos una infidelidad, un guantazo, una paliza, un insulto, o una humillación, pero si hablamos de él, créeme que saltaría desde el precipio más alto o caminaría desnuda por la calle solo con volver a conseguirle, solo por saber que el volverá a ser mío. Que me dejara su sudera en los días de frío, que me arropará cuando esté mal, que no dejará que nadie me haga llorar, que estará a mi lado cuándo más le necesite, que volverá a dar su vida por mí, que me hará reír si quiero volver a llorar. Si hablamos de Justin perdería mi orgullo, y si me apuras hasta mi dignidad, Michel. Estoy enamorada. Enamorada hasta las trancas—digo llorando—siento una punzada en el estómago cada vez que le veo, y cuando le veo sonreír un conjunto de ataques electrónicos recorrer mi cuerpo haciendo que mi piel se ponga de punta, y mis ojos brilles. Cuando estoy con él, se me para el tiempo Michel. Estoy perdida—digo abrazándole de nuevo.

Y solo se limita abrazarme. Secar mis lágrimas, y regalarme algún que otro tierno beso.

| Narrador |

· Esa misma tarde…

Tara no sabe si está preparada, pero quiere y necesita salir de su casa. Ella cree que su hermano Mike tiene razón, y no puede encerrarse en esas cuatro paredes, y ella está segura de que sus amigos la ayudarán a liberarse de esas cuatro paredes que ahora mismo la agobian, esas cuatro paredes con nombre y apellido.

En la casa de en frente está Justin, vistiéndose con sus pitillos negros ajustados, sus supras de color blanco, y una camiseta blanca de pico. El pelo engominado haciendo una pequeña cresta algo despeinada con su flequillo, unas gotas de colonia, y listo para enfrentarse a la cruda realidad, la realidad de que ha perdido aquello que más quería.

Tara sale de la ducha, y empieza a buscar entre su ropa. Esta indecisa. ¿Pantalón largo o pantalón corto? Opta con un pantalón vaquero corto descolorido, con pequeñas roturas en sus muslos, una camiseta ancha de brazo que deja ver parte de su sujetador de color blanco y sus vans blancas. En el pelo se hace una coleta alta sin dejar un pelo suelto. Un poco de colonia, rímel y raya. Está lista para comerse el mundo, cómo tan solo ella sabe.

[…]

No sabes lo preocupada que me tenías—dice Alex abrazando a su mejor amiga sin despegarse de ella—Llevo un día entero sin saber de ti, aunque bueno Mike no los contó todo—dice abrazándola ahora un poco más fuerte.
Estoy bien Alex, mírame—dice deshaciéndose del agarre de su amiga dando media vuelta—Estoy entera, cómo hace un día—carcajea esta.
—Te admiro, a mí me pasa eso con Chaz, y estoy un mes sin salir de casa, ¿sabes? Estoy muy orgullosa de ti, Tara—dice su amiga con un brillo especial en los ojos.
—Anda, deje las ñoñerías para Chaz, a mí ya me tienes ganada—bromea Tara.
—Estúpida—carcajea Alex.

Caminan dirección al parque. Las chicas las están esperando allí con sus respectivos novios, entre los que se encuentra por el momento el de Tara, Justin está allí, cabizbajo, sus ojos miel han perdido brillo, y puede notarlo a pesar de que lleve las gafas de sol puestas.

—Chicas—grita Chaz—Pensábamos que ya no llegabais—dice robándole un beso a su novia.
—Es Tara, ya sabéis lo tardona que es—dice Alex rodando sus ojos.

Todos asienten y carcajea. Entre aquellas carcajadas hay una que suena algo más triste, algo más apagada. Es la de Justin. Tara camina hacia a él, y deposita un tierno beso en su mejilla.

—Pensaba que... —Tara le corta.
—Justin, somos amigos ¿vale? —dice ella segura de sí misma— Podemos llevarnos bien—dice mirándole a los ojos.

Justin se pone en pie y agarra su mano. Caminan dos bancos más allá de donde todos se encuentran. Lou no ha dado señales de vida por el parque, y  lo que ellos no saben es que Lou se ha esfumado se sus vidas para siempre.

—Yo no puedo ser tú simple amigo, Tara—dice Justin sacando las gafas de sol de sus ojos.
—Yo no quiero ser algo más que tú amiga, Justin—dice Tara en un tono duro, tan duro que hasta a ella se le están empezando a saltar las lágrimas—O sea, quiero decir que no quiero seguir así, esto me está matando Justin. Créeme que a mí me duele todo esto más que ti, me has demostrado todo. —dice mientras una pequeña lágrima le corre su cara de arriba abajo.
—He sido un estúpido.

Tara se queda asombrada, Justin ha reconocido por una vez en estos últimos días lo mucho que la ha cagado, lo mucho que la ha hecho sufrir sin darse cuenta y sin darle importancia al asunto. Baja su cabeza, y una lágrima cae por su mejilla. Tara se da cuenta del detalle. Y simplemente le abraza.

Observa su cuello, y ve un pequeño círculo de color rojizo tirando a morado. Muerte el interior de su mejilla, y comienza a imaginar mil y una guarrada, pero el problema es que no es ella la que sale en su imaginación, si no su amiga, su ‘mejor amiga’ o la que quizás algún día lo fue.

—Eres un hipócrita, ¿sabes? —dice Tara secándose las lágrimas.
—Tara, yo... —le calla.
—No quiero hablar, Justin. Estoy harta de tus disculpas, tus jodidas bipolaridades, tus subidas y tus bajadas. Estoy harta de que me digas que me quieres mientras sueñas que te follas a otras, o simplemente no te lo sueñas, te las follas—dice mirándole duramente a los ojos— ¿Crees que soy ciega? —dice seria.
—No sé de qué me hablas, Tara.
—De la jodida marca que llevas en tu cuello. —dice está señalándola.
—Sí. —dice Justin agarrándole la mano—Paso. Me acosté con Lou. No entiendo cómo paso, y ni cómo fue, solo sé que paso Tara—dice esta vez en un tono algo más serio.
—Justin, yo venía a decirte que nos diésemos un tiempo, alejarnos el uno del otro para ver si realmente nos hacíamos falta, pero tú me acabas de demostrar que te importo una mierda—dice levantándose del banco—No quiero volver a saber nada de ti, cabrón.



Tara le deja allí. Roto. Hundido. Arrepentido. Le mira por última vez, y comienza a correr. El infierno ha vuelto a cada una de sus vidas. Pero quien sabe, quizás uno sane la herida, antes que otro.

****

¡Buenas tardes! Estoy aquí. Gracias por leer, y a las que sois nuevas bienvenidas. Espero que os haya gustado este capitulo, he puesto todo de mi parte para quede bien. Los capitulos que viene ahora sé que a mas de una no os van a hacer ni jodida gracia, otra mala noticia es que la novela poco a poco está llegando a su fin... Y aunque me duele decirle creo que no le quedán más de 15 capitulos.

¡Graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaacias! os quiero, mucho. <33333333333

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3 comentarios:

  1. SI SOLO LE QUEDAN 15 JODIDOS CAPITULOS ESPERO QUE ARREGLES TODO ESTO, ESO ESPERO POR QUE SI NO TE PODRE MATAR Y CREEME QUE LO HARÉ.
    ¿COMO ES TAN PERRA LOU? SE LO FOLLA Y YA SE VA, PUES NO, OJALA TARA LA REVIENTE.
    Justin se lo merece, no me da pena, no me da lastima, lo amo, pero ha actuado como un completo gilipollas y no merece nada más que lo que tiene, que Tara pase de el, que este con otro, que viva su vida y que sea feliz tal y como le ha aconsejado Mike, por que ella es Tara Weasley y no se deja pisar por cualquiera, por que va a romper esas cuatro paredes y le va a demostrar a Justin y al mundo que es fuerte y que no se va a hundir por eso.
    Si algo me gustó de Tara siempre fue su valentía, su forma de comerse el mundo, pues bien, espero que haga eso, que se coma el mundo, que demuestre lo que vale.
    En cuánto a Justin, la culpa le va a pesar, claro que si, pero debe ser consciente de la magnitud de lo que ha hecho y de que no es fácil de perdonar, por que si Tara le hiciese eso a él, ya habría puesto el grito en el cielo, así que, que apechugue.
    No quiero que esta novela acabe joder, e sque me encanto desde el primer capitulo y cuándo acabe puf, espero qeu empieces otra la verdad por que sé que vales para hacer una y mil más.
    :) (L)

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  2. OMG *-*
    Me encantaaaaaa :))
    Enserio escribes super bien y merece la pena leer tu novela, porque es preciosa.
    Siguientee, estoy deseando saber que va a pasar :)

    ResponderEliminar
  3. Ay, idiota, siempre me dejas así, con ganas de más. ¿Me odias? Yo creo que sí. Ya te vale, Hini Pini, ya te vale. Sube otro cap, anda, y haz feliz a una Saro. Te quiamo lerdissssss.

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martes, 17 de septiembre de 2013

40.



· Capitulo 40.

| Narra Justin |


Domingo por la mañana. Son las ocho y media y aún no he conseguido pegar ojo en toda la noche. Estoy nervioso. Hundido. Tocado. Mi mente solo piensa en cosas espantosas, en cosas demasiado raras. Debo tener unas ojeras que me lleguen hasta la nariz. Me pesa el cuerpo e incluso hasta la cabeza. Estoy aturdido. Mi vida es un completo caos.

| Narra Tara |

Las ocho y media de la mañana, quizás he dormido una hora y media. Y me duele la cabeza de una forma horrible. Me pican los ojos, tengo la nariz y los labios agrietados. Mis ojeras son moradas, y pueden verse de aquí a Lima, y lo peor de todo no es mi aspecto, si no que las lágrimas no dejan de cesar por mis mejillas. Sigo llorando desde ayer por la tarde, justamente desde que discutí con Justin, y no puedo parar. Cada vez que recuerdo aquellas palabras, y aquel jodido momento me vuelvo a derrumbar, y las lágrimas vuelven de nuevo a mí.
Estoy tumbada en la cama, con la mirada pérdida. Mi estómago ruge, tengo hambre, y no quiero bajar a la cocina. No tengo muchas ganas de cruzarme con mis padres y me agobien con preguntas sobre mi aspecto. Tiro por la opción fácil. Cojo mi teléfono móvil, que se encuentra en el cajón. Le desbloqueo. Me encuentro con un millón de llamadas perdidas de Alex, un montón de mensajes de las chicas, y de Ryan, y un WhatsApp de Justin. Ignoro los mensajes, las llamadas, y el WhatsApp. Y mando un mensaje a mi hermano.

Para Michel:

Mike. Te necesito. ¿Me haces un favor? Subeme zumo, y un par de palmeras, me muero de hambre, jeje.

De Michel:

Baja tú, espabilada. Nah, es broma. Dame cinco minutos, enana.

Para Michel:

Eres el mejor, feo. Te quiero.

Guardo de nuevo el móvil en el cajón, más tarde contestaré a los mensajes de las chicas y de Ryan. Me levanto de la cama, y pongo la radio. Primera puñalada, hasta la radio está hoy también en mi contra, suena ‘love will remember’ de Selena Gómez. Y sin darme cuenta, estoy llorando otra vez.

Siento el ruido de unos pasos por el pasillo, es él, es mi hermano. Abre la puerta, y asoma la cabeza. Acto seguido da dos golpes. Me levanto de la cama, y subo un poco la persiana de manera que entre poca luz, pero la suficiente para poder vernos las caras.

¿Se puede? —dice en un tono de voz demasiado bajo.
Pasa—digo en un hilo de voz mientras guardo mis lágrimas debido a la canción.
Toma—dice poniendo la bandeja sobre mi cama y depositando un dulce beso en mi frente—Lo que me has pedido.
Gracias—digo sonriéndole.

Y se da la media vuelta, abriendo de nuevo la puerta de mi habitación para dejarme sola.

Mike, quédate conmigo, por favor—susurro.
Creía que querías estar sola—dice él en un hilo de voz.
No, te necesito. —digo echándome de nuevo a llorar.

Viene de nuevo hacía a mí. Se sienta a mi lado, y me envuelve entre sus brazos dándome un cálido abrazo. Limpia mis lágrimas con las yemas de sus dedos y suspira. Está agobiado, lo noto.

Cuéntame.
No sé Mike, no sé ni cómo me siento. Solo sé que estoy encerrada en cuatro paredes que no es porque esté en mi habitación, si no que aun saliendo a la calle me siento atada, desnuda, vacía.digo entre sollozos.
Tara, tranquila. Habla con él, todo volverá a la normalidad. Déjale las cosas claras. Eres Tara Weasly, tú nunca te has dejado pisar.dice mi hermano con seguridad y con un brillo especial en los ojos.
Mike, todo es más difícil de lo que crees. Cuando hablamos de amor, todo el mundo se deja pisar, humillar, incluso perdona cosas que ni esa misma persona se habría imaginado que iba a perdonar algún día. Todos hablamos que nunca perdonaríamos una infidelidad, un guantazo, una paliza, un insulto, o una humillación, pero si hablamos de él, créeme que saltaría desde el precipio más alto o caminaría desnuda por la calle solo con volver a conseguirle, solo por saber que el volverá a ser mío. Que me dejara su sudera en los días de frío, que me arropará cuando esté mal, que no dejará que nadie me haga llorar, que estará a mi lado cuándo más le necesite, que volverá a dar su vida por mí, que me hará reír si quiero volver a llorar. Si hablamos de Justin perdería mi orgullo, y si me apuras hasta mi dignidad, Michel. Estoy enamorada. Enamorada hasta las trancas—digo llorando—siento una punzada en el estómago cada vez que le veo, y cuando le veo sonreír un conjunto de ataques electrónicos recorrer mi cuerpo haciendo que mi piel se ponga de punta, y mis ojos brilles. Cuando estoy con él, se me para el tiempo Michel. Estoy perdida—digo abrazándole de nuevo.

Y solo se limita abrazarme. Secar mis lágrimas, y regalarme algún que otro tierno beso.

| Narrador |

· Esa misma tarde…

Tara no sabe si está preparada, pero quiere y necesita salir de su casa. Ella cree que su hermano Mike tiene razón, y no puede encerrarse en esas cuatro paredes, y ella está segura de que sus amigos la ayudarán a liberarse de esas cuatro paredes que ahora mismo la agobian, esas cuatro paredes con nombre y apellido.

En la casa de en frente está Justin, vistiéndose con sus pitillos negros ajustados, sus supras de color blanco, y una camiseta blanca de pico. El pelo engominado haciendo una pequeña cresta algo despeinada con su flequillo, unas gotas de colonia, y listo para enfrentarse a la cruda realidad, la realidad de que ha perdido aquello que más quería.

Tara sale de la ducha, y empieza a buscar entre su ropa. Esta indecisa. ¿Pantalón largo o pantalón corto? Opta con un pantalón vaquero corto descolorido, con pequeñas roturas en sus muslos, una camiseta ancha de brazo que deja ver parte de su sujetador de color blanco y sus vans blancas. En el pelo se hace una coleta alta sin dejar un pelo suelto. Un poco de colonia, rímel y raya. Está lista para comerse el mundo, cómo tan solo ella sabe.

[…]

No sabes lo preocupada que me tenías—dice Alex abrazando a su mejor amiga sin despegarse de ella—Llevo un día entero sin saber de ti, aunque bueno Mike no los contó todo—dice abrazándola ahora un poco más fuerte.
Estoy bien Alex, mírame—dice deshaciéndose del agarre de su amiga dando media vuelta—Estoy entera, cómo hace un día—carcajea esta.
—Te admiro, a mí me pasa eso con Chaz, y estoy un mes sin salir de casa, ¿sabes? Estoy muy orgullosa de ti, Tara—dice su amiga con un brillo especial en los ojos.
—Anda, deje las ñoñerías para Chaz, a mí ya me tienes ganada—bromea Tara.
—Estúpida—carcajea Alex.

Caminan dirección al parque. Las chicas las están esperando allí con sus respectivos novios, entre los que se encuentra por el momento el de Tara, Justin está allí, cabizbajo, sus ojos miel han perdido brillo, y puede notarlo a pesar de que lleve las gafas de sol puestas.

—Chicas—grita Chaz—Pensábamos que ya no llegabais—dice robándole un beso a su novia.
—Es Tara, ya sabéis lo tardona que es—dice Alex rodando sus ojos.

Todos asienten y carcajea. Entre aquellas carcajadas hay una que suena algo más triste, algo más apagada. Es la de Justin. Tara camina hacia a él, y deposita un tierno beso en su mejilla.

—Pensaba que... —Tara le corta.
—Justin, somos amigos ¿vale? —dice ella segura de sí misma— Podemos llevarnos bien—dice mirándole a los ojos.

Justin se pone en pie y agarra su mano. Caminan dos bancos más allá de donde todos se encuentran. Lou no ha dado señales de vida por el parque, y  lo que ellos no saben es que Lou se ha esfumado se sus vidas para siempre.

—Yo no puedo ser tú simple amigo, Tara—dice Justin sacando las gafas de sol de sus ojos.
—Yo no quiero ser algo más que tú amiga, Justin—dice Tara en un tono duro, tan duro que hasta a ella se le están empezando a saltar las lágrimas—O sea, quiero decir que no quiero seguir así, esto me está matando Justin. Créeme que a mí me duele todo esto más que ti, me has demostrado todo. —dice mientras una pequeña lágrima le corre su cara de arriba abajo.
—He sido un estúpido.

Tara se queda asombrada, Justin ha reconocido por una vez en estos últimos días lo mucho que la ha cagado, lo mucho que la ha hecho sufrir sin darse cuenta y sin darle importancia al asunto. Baja su cabeza, y una lágrima cae por su mejilla. Tara se da cuenta del detalle. Y simplemente le abraza.

Observa su cuello, y ve un pequeño círculo de color rojizo tirando a morado. Muerte el interior de su mejilla, y comienza a imaginar mil y una guarrada, pero el problema es que no es ella la que sale en su imaginación, si no su amiga, su ‘mejor amiga’ o la que quizás algún día lo fue.

—Eres un hipócrita, ¿sabes? —dice Tara secándose las lágrimas.
—Tara, yo... —le calla.
—No quiero hablar, Justin. Estoy harta de tus disculpas, tus jodidas bipolaridades, tus subidas y tus bajadas. Estoy harta de que me digas que me quieres mientras sueñas que te follas a otras, o simplemente no te lo sueñas, te las follas—dice mirándole duramente a los ojos— ¿Crees que soy ciega? —dice seria.
—No sé de qué me hablas, Tara.
—De la jodida marca que llevas en tu cuello. —dice está señalándola.
—Sí. —dice Justin agarrándole la mano—Paso. Me acosté con Lou. No entiendo cómo paso, y ni cómo fue, solo sé que paso Tara—dice esta vez en un tono algo más serio.
—Justin, yo venía a decirte que nos diésemos un tiempo, alejarnos el uno del otro para ver si realmente nos hacíamos falta, pero tú me acabas de demostrar que te importo una mierda—dice levantándose del banco—No quiero volver a saber nada de ti, cabrón.



Tara le deja allí. Roto. Hundido. Arrepentido. Le mira por última vez, y comienza a correr. El infierno ha vuelto a cada una de sus vidas. Pero quien sabe, quizás uno sane la herida, antes que otro.

****

¡Buenas tardes! Estoy aquí. Gracias por leer, y a las que sois nuevas bienvenidas. Espero que os haya gustado este capitulo, he puesto todo de mi parte para quede bien. Los capitulos que viene ahora sé que a mas de una no os van a hacer ni jodida gracia, otra mala noticia es que la novela poco a poco está llegando a su fin... Y aunque me duele decirle creo que no le quedán más de 15 capitulos.

¡Graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaacias! os quiero, mucho. <33333333333

DA RT aquí.♥  SI QUIERES QUE TE AVISE DEL SIGUIENTE.

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3 comentarios:

  1. SI SOLO LE QUEDAN 15 JODIDOS CAPITULOS ESPERO QUE ARREGLES TODO ESTO, ESO ESPERO POR QUE SI NO TE PODRE MATAR Y CREEME QUE LO HARÉ.
    ¿COMO ES TAN PERRA LOU? SE LO FOLLA Y YA SE VA, PUES NO, OJALA TARA LA REVIENTE.
    Justin se lo merece, no me da pena, no me da lastima, lo amo, pero ha actuado como un completo gilipollas y no merece nada más que lo que tiene, que Tara pase de el, que este con otro, que viva su vida y que sea feliz tal y como le ha aconsejado Mike, por que ella es Tara Weasley y no se deja pisar por cualquiera, por que va a romper esas cuatro paredes y le va a demostrar a Justin y al mundo que es fuerte y que no se va a hundir por eso.
    Si algo me gustó de Tara siempre fue su valentía, su forma de comerse el mundo, pues bien, espero que haga eso, que se coma el mundo, que demuestre lo que vale.
    En cuánto a Justin, la culpa le va a pesar, claro que si, pero debe ser consciente de la magnitud de lo que ha hecho y de que no es fácil de perdonar, por que si Tara le hiciese eso a él, ya habría puesto el grito en el cielo, así que, que apechugue.
    No quiero que esta novela acabe joder, e sque me encanto desde el primer capitulo y cuándo acabe puf, espero qeu empieces otra la verdad por que sé que vales para hacer una y mil más.
    :) (L)

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  2. OMG *-*
    Me encantaaaaaa :))
    Enserio escribes super bien y merece la pena leer tu novela, porque es preciosa.
    Siguientee, estoy deseando saber que va a pasar :)

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  3. Ay, idiota, siempre me dejas así, con ganas de más. ¿Me odias? Yo creo que sí. Ya te vale, Hini Pini, ya te vale. Sube otro cap, anda, y haz feliz a una Saro. Te quiamo lerdissssss.

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