· Capitulo 40.
| Narra Justin |
Domingo por la mañana. Son las ocho y media y aún
no he conseguido pegar ojo en toda la noche. Estoy nervioso. Hundido. Tocado.
Mi mente solo piensa en cosas espantosas, en cosas demasiado raras. Debo tener
unas ojeras que me lleguen hasta la nariz. Me pesa el cuerpo e incluso hasta la
cabeza. Estoy aturdido. Mi vida es un completo caos.
| Narra Tara |
Las ocho y media de la mañana, quizás he dormido
una hora y media. Y me duele la cabeza de una forma horrible. Me pican los
ojos, tengo la nariz y los labios agrietados. Mis ojeras son moradas, y pueden
verse de aquí a Lima, y lo peor de todo no es mi aspecto, si no que las
lágrimas no dejan de cesar por mis mejillas. Sigo llorando desde ayer por la
tarde, justamente desde que discutí con Justin, y no puedo parar. Cada vez que
recuerdo aquellas palabras, y aquel jodido momento me vuelvo a derrumbar, y las
lágrimas vuelven de nuevo a mí.
Estoy tumbada en la cama, con la mirada pérdida. Mi
estómago ruge, tengo hambre, y no quiero bajar a la cocina. No tengo muchas
ganas de cruzarme con mis padres y me agobien con preguntas sobre mi aspecto.
Tiro por la opción fácil. Cojo mi teléfono móvil, que se encuentra en el cajón.
Le desbloqueo. Me encuentro con un millón de llamadas perdidas de Alex, un
montón de mensajes de las chicas, y de Ryan, y un WhatsApp de Justin. Ignoro
los mensajes, las llamadas, y el WhatsApp. Y mando un mensaje a mi hermano.
Para Michel:
Mike. Te necesito. ¿Me haces un favor? Subeme zumo,
y un par de palmeras, me muero de hambre, jeje.
De Michel:
Baja tú, espabilada. Nah, es broma. Dame cinco
minutos, enana.
Para Michel:
Eres el mejor, feo. Te quiero.
Guardo de nuevo el móvil en el cajón, más tarde
contestaré a los mensajes de las chicas y de Ryan. Me levanto de la cama, y
pongo la radio. Primera puñalada, hasta la radio está hoy también en mi contra,
suena ‘love will remember’ de Selena Gómez. Y sin darme cuenta, estoy llorando
otra vez.
Siento el ruido de unos pasos por el pasillo, es
él, es mi hermano. Abre la puerta, y asoma la cabeza. Acto seguido da dos
golpes. Me levanto de la cama, y subo un poco la persiana de manera que entre
poca luz, pero la suficiente para poder vernos las caras.
—¿Se puede? —dice en un tono de voz
demasiado bajo.
—Pasa—digo en un hilo de voz mientras
guardo mis lágrimas debido a la canción.
—Toma—dice poniendo la bandeja sobre
mi cama y depositando un dulce beso en mi frente—Lo que me has pedido.
—Gracias—digo sonriéndole.
Y se da la media vuelta,
abriendo de nuevo la puerta de mi habitación para dejarme sola.
—Mike, quédate conmigo, por favor—susurro.
—Creía que querías estar sola—dice él
en un hilo de voz.
—No, te necesito. —digo
echándome de nuevo a llorar.
Viene de nuevo hacía a mí. Se
sienta a mi lado, y me envuelve entre sus brazos dándome un cálido abrazo. Limpia mis lágrimas con las yemas de sus dedos y suspira. Está
agobiado, lo noto.
—Cuéntame.
—No sé Mike, no sé ni cómo me siento. Solo sé que estoy encerrada en
cuatro paredes que no es porque esté en mi habitación, si no que aun saliendo a
la calle me siento atada, desnuda, vacía. —digo
entre sollozos.
—Tara, tranquila. Habla con él, todo volverá a la normalidad. Déjale las
cosas claras. Eres Tara Weasly, tú nunca te has dejado pisar. —dice mi hermano con seguridad y con un
brillo especial en los ojos.
—Mike, todo es más difícil de lo que crees. Cuando hablamos de amor, todo
el mundo se deja pisar, humillar, incluso perdona cosas que ni esa misma
persona se habría imaginado que iba a perdonar algún día. Todos hablamos que
nunca perdonaríamos una infidelidad, un guantazo, una paliza, un insulto, o una
humillación, pero si hablamos de él, créeme que saltaría desde el precipio más
alto o caminaría desnuda por la calle solo con volver a conseguirle, solo por
saber que el volverá a ser mío. Que me dejara su sudera en los días de frío,
que me arropará cuando esté mal, que no dejará que nadie me haga llorar, que
estará a mi lado cuándo más le necesite, que volverá a dar su vida por mí, que
me hará reír si quiero volver a llorar. Si hablamos de Justin perdería mi orgullo, y si me apuras hasta mi dignidad,
Michel. Estoy enamorada. Enamorada hasta
las trancas—digo llorando—siento
una punzada en el estómago cada vez que le veo, y cuando le veo sonreír un
conjunto de ataques electrónicos recorrer mi cuerpo haciendo que mi piel se
ponga de punta, y mis ojos brilles. Cuando estoy con él, se me para el tiempo
Michel. Estoy perdida—digo abrazándole de nuevo.
Y solo se limita abrazarme.
Secar mis lágrimas, y regalarme algún que otro tierno beso.
| Narrador |
· Esa misma tarde…
Tara no sabe si está preparada, pero quiere y
necesita salir de su casa. Ella cree que su hermano Mike tiene razón, y no
puede encerrarse en esas cuatro paredes, y ella está segura de que sus amigos
la ayudarán a liberarse de esas cuatro paredes que ahora mismo la agobian, esas
cuatro paredes con nombre y apellido.
En la casa de en frente está Justin, vistiéndose
con sus pitillos negros ajustados, sus supras de color blanco, y una camiseta
blanca de pico. El pelo engominado haciendo una pequeña cresta algo despeinada
con su flequillo, unas gotas de colonia, y listo para enfrentarse a la cruda
realidad, la realidad de que ha perdido aquello que más quería.
Tara sale de la ducha, y empieza a buscar entre su
ropa. Esta indecisa. ¿Pantalón largo o pantalón corto? Opta con un pantalón
vaquero corto descolorido, con pequeñas roturas en sus muslos, una camiseta
ancha de brazo que deja ver parte de su sujetador de color blanco y sus vans
blancas. En el pelo se hace una coleta alta sin dejar un pelo suelto. Un poco de
colonia, rímel y raya. Está lista para comerse el mundo, cómo tan solo ella
sabe.
[…]
—No sabes lo preocupada que me tenías—dice
Alex abrazando a su mejor amiga sin despegarse de ella—Llevo un día
entero sin saber de ti, aunque bueno Mike no los contó todo—dice abrazándola ahora un poco más fuerte.
—Estoy bien Alex, mírame—dice
deshaciéndose del agarre de su amiga dando media vuelta—Estoy entera, cómo hace
un día—carcajea esta.
—Te admiro, a mí me pasa eso
con Chaz, y estoy un mes sin salir de casa, ¿sabes? Estoy muy orgullosa de ti,
Tara—dice su amiga con un brillo especial en los ojos.
—Anda, deje las ñoñerías para
Chaz, a mí ya me tienes ganada—bromea Tara.
—Estúpida—carcajea Alex.
Caminan dirección al parque.
Las chicas las están esperando allí con sus respectivos novios, entre los que
se encuentra por el momento el de Tara, Justin está allí, cabizbajo, sus ojos
miel han perdido brillo, y puede notarlo a pesar de que lleve las gafas de sol
puestas.
—Chicas—grita Chaz—Pensábamos
que ya no llegabais—dice robándole un beso a su novia.
—Es Tara, ya sabéis lo
tardona que es—dice Alex rodando sus ojos.
Todos asienten y carcajea.
Entre aquellas carcajadas hay una que suena algo más triste, algo más apagada.
Es la de Justin. Tara camina hacia a él, y deposita un tierno beso en su
mejilla.
—Pensaba que... —Tara le
corta.
—Justin, somos amigos ¿vale? —dice
ella segura de sí misma— Podemos llevarnos bien—dice mirándole a los ojos.
Justin se pone en pie y
agarra su mano. Caminan dos bancos más allá de donde todos se encuentran. Lou
no ha dado señales de vida por el parque, y
lo que ellos no saben es que Lou se ha esfumado se sus vidas para
siempre.
—Yo no puedo ser tú simple
amigo, Tara—dice Justin sacando las gafas de sol de sus ojos.
—Yo no quiero ser algo más
que tú amiga, Justin—dice Tara en un tono duro, tan duro que hasta a ella se le
están empezando a saltar las lágrimas—O sea, quiero decir que no quiero seguir
así, esto me está matando Justin. Créeme que a mí me duele todo esto más que
ti, me has demostrado todo. —dice mientras una pequeña lágrima le corre su cara
de arriba abajo.
—He sido un estúpido.
Tara se queda asombrada,
Justin ha reconocido por una vez en estos últimos días lo mucho que la ha
cagado, lo mucho que la ha hecho sufrir sin darse cuenta y sin darle
importancia al asunto. Baja su cabeza, y una lágrima cae por su mejilla. Tara
se da cuenta del detalle. Y simplemente le abraza.
Observa su cuello, y ve un
pequeño círculo de color rojizo tirando a morado. Muerte el interior de su
mejilla, y comienza a imaginar mil y una guarrada, pero el problema es que no
es ella la que sale en su imaginación, si no su amiga, su ‘mejor amiga’ o la
que quizás algún día lo fue.
—Eres un hipócrita, ¿sabes? —dice
Tara secándose las lágrimas.
—Tara, yo... —le calla.
—No quiero hablar, Justin.
Estoy harta de tus disculpas, tus jodidas bipolaridades, tus subidas y tus
bajadas. Estoy harta de que me digas que me quieres mientras sueñas que te
follas a otras, o simplemente no te lo sueñas, te las follas—dice mirándole
duramente a los ojos— ¿Crees que soy ciega? —dice seria.
—No sé de qué me hablas,
Tara.
—De la jodida marca que
llevas en tu cuello. —dice está señalándola.
—Sí. —dice Justin agarrándole
la mano—Paso. Me acosté con Lou. No entiendo cómo paso, y ni cómo fue, solo sé
que paso Tara—dice esta vez en un tono algo más serio.
—Justin, yo venía a decirte
que nos diésemos un tiempo, alejarnos el uno del otro para ver si realmente nos
hacíamos falta, pero tú me acabas de demostrar que te importo una mierda—dice
levantándose del banco—No quiero volver a saber nada de ti, cabrón.
Tara le deja allí. Roto.
Hundido. Arrepentido. Le mira por última vez, y comienza a correr. El infierno
ha vuelto a cada una de sus vidas. Pero quien sabe, quizás uno sane la herida,
antes que otro.
****
¡Buenas tardes! Estoy aquí. Gracias por leer, y a las que sois nuevas bienvenidas. Espero que os haya gustado este capitulo, he puesto todo de mi parte para quede bien. Los capitulos que viene ahora sé que a mas de una no os van a hacer ni jodida gracia, otra mala noticia es que la novela poco a poco está llegando a su fin... Y aunque me duele decirle creo que no le quedán más de 15 capitulos.
¡Graaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaacias! os quiero, mucho. <33333333333
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SI SOLO LE QUEDAN 15 JODIDOS CAPITULOS ESPERO QUE ARREGLES TODO ESTO, ESO ESPERO POR QUE SI NO TE PODRE MATAR Y CREEME QUE LO HARÉ.
ResponderEliminar¿COMO ES TAN PERRA LOU? SE LO FOLLA Y YA SE VA, PUES NO, OJALA TARA LA REVIENTE.
Justin se lo merece, no me da pena, no me da lastima, lo amo, pero ha actuado como un completo gilipollas y no merece nada más que lo que tiene, que Tara pase de el, que este con otro, que viva su vida y que sea feliz tal y como le ha aconsejado Mike, por que ella es Tara Weasley y no se deja pisar por cualquiera, por que va a romper esas cuatro paredes y le va a demostrar a Justin y al mundo que es fuerte y que no se va a hundir por eso.
Si algo me gustó de Tara siempre fue su valentía, su forma de comerse el mundo, pues bien, espero que haga eso, que se coma el mundo, que demuestre lo que vale.
En cuánto a Justin, la culpa le va a pesar, claro que si, pero debe ser consciente de la magnitud de lo que ha hecho y de que no es fácil de perdonar, por que si Tara le hiciese eso a él, ya habría puesto el grito en el cielo, así que, que apechugue.
No quiero que esta novela acabe joder, e sque me encanto desde el primer capitulo y cuándo acabe puf, espero qeu empieces otra la verdad por que sé que vales para hacer una y mil más.
:) (L)
OMG *-*
ResponderEliminarMe encantaaaaaa :))
Enserio escribes super bien y merece la pena leer tu novela, porque es preciosa.
Siguientee, estoy deseando saber que va a pasar :)
Ay, idiota, siempre me dejas así, con ganas de más. ¿Me odias? Yo creo que sí. Ya te vale, Hini Pini, ya te vale. Sube otro cap, anda, y haz feliz a una Saro. Te quiamo lerdissssss.
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