miércoles, 29 de mayo de 2013

27.

• Capitulo 27 •

Una mañana más que añadir al calendario. Un día más que añadir a esto que todo el mundo llama vida. Un día más lleno de emociones que suben y bajan.

• Nueva York.

Justin se levanta de su cama, y comienza a rebuscar en su armario en busca de algo, algo que guardó ahí hace mucho tiempo, algo que pensó que nunca más necesitaría.

- ¿Qué buscas hermanito? - dice Jazzy sentándose en la cama de su hermano mayor.
- Nada pequeña.
- Pareces mamá cuándo no sabe dónde ha dejado el móvil y lo lleva en la mano - carcajea la pequeña.
- Hoy te has levantado graciosa ¿no? - dice Justin haciendo cosquillas a su hermana pequeña.
- Sí - sonríe.
- Baja a desayunar, ahora te sigo.
- Vale - dice dando un beso en la mejilla a su hermano mayor.

[...]

Justin se coloca su chaqueta de cuero. Sus gafas de sol oscuras de marca ray-ban. Coloca la llave en el conducto y arranca. Aprieta con fuerzas en el acelerador haciendo que el ruido de su moto se escuche por todo el barrio. Es él, el Justin que un día enterró ha vuelto, y pisando más fuerte que nunca.

- Vas a llegar tarde Justin.
- Mamá, no seas pesada ¿vale? Total, a primera me toca filosofía y no me apetece mucho aguantar a Mr. Robbin es demasiado pesado a primera hora.
- Justin.
- Mamá, no empieces. Me largo.

Y quitando el agarre de su moto, y arranca y emprende camino hacia el ''instituto''.

• Atlanta. 

Tara se levanta de la cama sudando. Una vez más esa jodida pesadilla. Esa jodida pesadilla que lleva ocupando sus sueños una semana entera, y da igual la hora en la que sea. 

Saca sus pantalones vaqueros, y su camiseta de baloncesto favorita. Se coloca sus vans verdes y una coleta en el pelo. Está lista para empezar un día más de clases.

-Tara, espérame. ¿Te vas ya?
- Sí.
- ¿No desayunas?
- Llevo un zumo.
- Cojo la mochila, y nos vamos.
- Vale.

Mickel coge su mochila, da un beso en la mejilla a su hermana y ambos se deciden a salir de clase para coger camino al instituto.

• Nueva York.

Justin aparca su moto en su sitio de siempre, y sacando un cigarro de su chupa se le enciende. Es el centro de atención de todo el instituto. Solo llevan tres semanas y media de clase. Justin sube las escaleras hasta la puerta principal donde Chaz y Eric le esperan fumándose cada uno su respectivo cigarro.

- ¡Buenos días, man!
- Hey bros - dice chocando las manos con ambos.
- Echaba de menos escuchar el ruido de tu moto por las calles de Nueva York. - dice Eric dando una calada a su cigarro.
- Y yo, no sabes cuánto la echaba de menos, man.

Chaz, Eric y Justin giran la cabeza al ver un coche azul eléctrico aparcar enfrente de las escaleras del instituto. De él, se baja una chica con unas piernas totalmente preciosas, un culo bastante bien puesto, y unas tetas de las que muchas quisieran desear, de pelo moreno y ojos verdes enormes, y aparato de dientes.

- Debe ser la del intercambio - dice Eric que aún no sale de su asombro.
- Sí - dice Chaz.
- Es mía - dice Justin dando la última calada a su cigarro.

Y Justin tira su cigarro al suelo y camina hasta la chica nueva que está subiendo las escaleras.

- ¿Tú nombre es? - dice Justin con un aire de prepotencia.
- No te importa cómo sea mi nombre - dice ella más prepotente aun.
- No te hagas la dura, caerás en mis brazos cómo toda.
-  Tú eres un poco prepotente y chulo ¿no?
- Sí, es mi actitud. Yo entre tonteo y tonteo me echo un cigarrillo pa' descansar. Porque yo os controlo, ¿sabes? Vosotras esperáis a  que yo os elija entre todas las que os hacen la competencia, y me quede con vosotras. Pero no sabéis que no, que luego llegará otra mejor que vosotras y que caerán al igual que todas las demás y vosotras pasareis a ser mi segunda opción. Te lo digo por experiencia, ves aquella de allí - dice señalando a Emi - pues ella lleva detrás de mí culo desde que empezamos el instituto, y hago y deshago con ella lo que me da la gana, la tengo en mis manos la guste o no, y lo mismo te pasará a ti. Al final, todas termináis cayendo ¿sabes? Y sí, es mi actitud, soy chulo, y prepotente, pero me funciona.
- Te seguirá funcionando hasta que te enamores. Porque entre tonteo y tonteo y con tus cigarritos llegará el día en el que una de 'nosotras' te llegue tan hondo que terminarás volviéndote loco. Y entonces, de la chica que te enamores dejará de ser tu segunda opción para convertirse en la primera, para ser la chica en la cual pienses antes de dormirte, y según te levantes. Y desearás borrarla de tu cabeza, porque con tu actitud como tú dices, te va bien. Pero déjame decirte que no lo logarás, y entonces ella decidirá que tú serás su segunda opción cuando llegue otro mejor que tú, porque créeme que los hay mejores que tú. Y al final, comprenderás lo que es sentirse solo, humillado, utilizado, hundido, avergonzado. Comprenderás lo que es enamorarte de una persona que pasa de tú culo, y entenderás lo que es el sufrimiento y ahí escarmentarás y te darás cuenta de que tu tapadera no sirve de nada.
- ¿Mi tapadera? - carcajea Justin.
- Sí, tu tapadera. Te las das de chulo, pero en tus ojos se ve que eres bueno y que realmente lo estás pasando mal. Quizás, todo lo que te acabo de decir ya te haya pasado con alguna chica.
- ¿A mí? Nunca me han dicho que no, nunca me han dejado tirada y tú, no serás la primera, créeme. Caerás en mis brazos cómo todas, poco a poco.
- No estés tan seguro.
- Recuerda tus palabras, quizás algún día te arrepientas de haberlas pronunciado.
- Te deseo suerte, ¿cómo era tu nombre?
- Bieber
- Pues eso, te deseo suerte Bieber.
- Nos vemos en tus sueños, paleta.

Y Justin guiñándole un ojo se aleja de ella para volver con sus amigos que están esperándole en la puerta del instituto.

- Venga, vamos - dice Eric mientras apaga su colilla.
- Entrad vosotros, yo paso de filosofía, os veo en la salida.
-¿Dónde vas Bieber?
-Hey, Somers no me rayes. Nos vemos a la salida he dicho.
- Adiós bro - dice Eric.

Justin baja las escaleras a toda prisa, y se monta en su moto arrancando esta y poniendo camino a Dios sabe dónde.

[...]

Justin llega a su casa antes de lo previsto. Sólo son las doce de la mañana, por suerte sus padres están trabajando y no volverán hasta las tres. Deja su mochila en la puerta y sube las escaleras hasta su habitación. Coge su guitarra y comienza a tocar. Después de las palabras que le ha dicho la chica nueva, todo le recuerda a Tara, fue exactamente lo que le pasó.

Coge su móvil y marca el número de teléfono de Nolan. Necesita saber cómo se llama esa chica, quien es y todo sobre ella.

- ¿Si? ¿Justin?
- Déjate de pamplinadas, y al grano. ¿Cómo se llama la chica que ha venido aqui de intercambio por ti?
- Sarah. Sarah Steve.
- Vale.
- ¿Edad?
- 17.
- Vale, gracias Nolan, por fin me has sido útil.
- De nada, supongo.
- Adiós mamonazo.

Y cuelga. Sara Stave. Ahora sí, ya sabía como jugar sus papeles.

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miércoles, 29 de mayo de 2013

27.

• Capitulo 27 •

Una mañana más que añadir al calendario. Un día más que añadir a esto que todo el mundo llama vida. Un día más lleno de emociones que suben y bajan.

• Nueva York.

Justin se levanta de su cama, y comienza a rebuscar en su armario en busca de algo, algo que guardó ahí hace mucho tiempo, algo que pensó que nunca más necesitaría.

- ¿Qué buscas hermanito? - dice Jazzy sentándose en la cama de su hermano mayor.
- Nada pequeña.
- Pareces mamá cuándo no sabe dónde ha dejado el móvil y lo lleva en la mano - carcajea la pequeña.
- Hoy te has levantado graciosa ¿no? - dice Justin haciendo cosquillas a su hermana pequeña.
- Sí - sonríe.
- Baja a desayunar, ahora te sigo.
- Vale - dice dando un beso en la mejilla a su hermano mayor.

[...]

Justin se coloca su chaqueta de cuero. Sus gafas de sol oscuras de marca ray-ban. Coloca la llave en el conducto y arranca. Aprieta con fuerzas en el acelerador haciendo que el ruido de su moto se escuche por todo el barrio. Es él, el Justin que un día enterró ha vuelto, y pisando más fuerte que nunca.

- Vas a llegar tarde Justin.
- Mamá, no seas pesada ¿vale? Total, a primera me toca filosofía y no me apetece mucho aguantar a Mr. Robbin es demasiado pesado a primera hora.
- Justin.
- Mamá, no empieces. Me largo.

Y quitando el agarre de su moto, y arranca y emprende camino hacia el ''instituto''.

• Atlanta. 

Tara se levanta de la cama sudando. Una vez más esa jodida pesadilla. Esa jodida pesadilla que lleva ocupando sus sueños una semana entera, y da igual la hora en la que sea. 

Saca sus pantalones vaqueros, y su camiseta de baloncesto favorita. Se coloca sus vans verdes y una coleta en el pelo. Está lista para empezar un día más de clases.

-Tara, espérame. ¿Te vas ya?
- Sí.
- ¿No desayunas?
- Llevo un zumo.
- Cojo la mochila, y nos vamos.
- Vale.

Mickel coge su mochila, da un beso en la mejilla a su hermana y ambos se deciden a salir de clase para coger camino al instituto.

• Nueva York.

Justin aparca su moto en su sitio de siempre, y sacando un cigarro de su chupa se le enciende. Es el centro de atención de todo el instituto. Solo llevan tres semanas y media de clase. Justin sube las escaleras hasta la puerta principal donde Chaz y Eric le esperan fumándose cada uno su respectivo cigarro.

- ¡Buenos días, man!
- Hey bros - dice chocando las manos con ambos.
- Echaba de menos escuchar el ruido de tu moto por las calles de Nueva York. - dice Eric dando una calada a su cigarro.
- Y yo, no sabes cuánto la echaba de menos, man.

Chaz, Eric y Justin giran la cabeza al ver un coche azul eléctrico aparcar enfrente de las escaleras del instituto. De él, se baja una chica con unas piernas totalmente preciosas, un culo bastante bien puesto, y unas tetas de las que muchas quisieran desear, de pelo moreno y ojos verdes enormes, y aparato de dientes.

- Debe ser la del intercambio - dice Eric que aún no sale de su asombro.
- Sí - dice Chaz.
- Es mía - dice Justin dando la última calada a su cigarro.

Y Justin tira su cigarro al suelo y camina hasta la chica nueva que está subiendo las escaleras.

- ¿Tú nombre es? - dice Justin con un aire de prepotencia.
- No te importa cómo sea mi nombre - dice ella más prepotente aun.
- No te hagas la dura, caerás en mis brazos cómo toda.
-  Tú eres un poco prepotente y chulo ¿no?
- Sí, es mi actitud. Yo entre tonteo y tonteo me echo un cigarrillo pa' descansar. Porque yo os controlo, ¿sabes? Vosotras esperáis a  que yo os elija entre todas las que os hacen la competencia, y me quede con vosotras. Pero no sabéis que no, que luego llegará otra mejor que vosotras y que caerán al igual que todas las demás y vosotras pasareis a ser mi segunda opción. Te lo digo por experiencia, ves aquella de allí - dice señalando a Emi - pues ella lleva detrás de mí culo desde que empezamos el instituto, y hago y deshago con ella lo que me da la gana, la tengo en mis manos la guste o no, y lo mismo te pasará a ti. Al final, todas termináis cayendo ¿sabes? Y sí, es mi actitud, soy chulo, y prepotente, pero me funciona.
- Te seguirá funcionando hasta que te enamores. Porque entre tonteo y tonteo y con tus cigarritos llegará el día en el que una de 'nosotras' te llegue tan hondo que terminarás volviéndote loco. Y entonces, de la chica que te enamores dejará de ser tu segunda opción para convertirse en la primera, para ser la chica en la cual pienses antes de dormirte, y según te levantes. Y desearás borrarla de tu cabeza, porque con tu actitud como tú dices, te va bien. Pero déjame decirte que no lo logarás, y entonces ella decidirá que tú serás su segunda opción cuando llegue otro mejor que tú, porque créeme que los hay mejores que tú. Y al final, comprenderás lo que es sentirse solo, humillado, utilizado, hundido, avergonzado. Comprenderás lo que es enamorarte de una persona que pasa de tú culo, y entenderás lo que es el sufrimiento y ahí escarmentarás y te darás cuenta de que tu tapadera no sirve de nada.
- ¿Mi tapadera? - carcajea Justin.
- Sí, tu tapadera. Te las das de chulo, pero en tus ojos se ve que eres bueno y que realmente lo estás pasando mal. Quizás, todo lo que te acabo de decir ya te haya pasado con alguna chica.
- ¿A mí? Nunca me han dicho que no, nunca me han dejado tirada y tú, no serás la primera, créeme. Caerás en mis brazos cómo todas, poco a poco.
- No estés tan seguro.
- Recuerda tus palabras, quizás algún día te arrepientas de haberlas pronunciado.
- Te deseo suerte, ¿cómo era tu nombre?
- Bieber
- Pues eso, te deseo suerte Bieber.
- Nos vemos en tus sueños, paleta.

Y Justin guiñándole un ojo se aleja de ella para volver con sus amigos que están esperándole en la puerta del instituto.

- Venga, vamos - dice Eric mientras apaga su colilla.
- Entrad vosotros, yo paso de filosofía, os veo en la salida.
-¿Dónde vas Bieber?
-Hey, Somers no me rayes. Nos vemos a la salida he dicho.
- Adiós bro - dice Eric.

Justin baja las escaleras a toda prisa, y se monta en su moto arrancando esta y poniendo camino a Dios sabe dónde.

[...]

Justin llega a su casa antes de lo previsto. Sólo son las doce de la mañana, por suerte sus padres están trabajando y no volverán hasta las tres. Deja su mochila en la puerta y sube las escaleras hasta su habitación. Coge su guitarra y comienza a tocar. Después de las palabras que le ha dicho la chica nueva, todo le recuerda a Tara, fue exactamente lo que le pasó.

Coge su móvil y marca el número de teléfono de Nolan. Necesita saber cómo se llama esa chica, quien es y todo sobre ella.

- ¿Si? ¿Justin?
- Déjate de pamplinadas, y al grano. ¿Cómo se llama la chica que ha venido aqui de intercambio por ti?
- Sarah. Sarah Steve.
- Vale.
- ¿Edad?
- 17.
- Vale, gracias Nolan, por fin me has sido útil.
- De nada, supongo.
- Adiós mamonazo.

Y cuelga. Sara Stave. Ahora sí, ya sabía como jugar sus papeles.

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