sábado, 18 de mayo de 2013

Capítulo 26.

Me enamoraste con odio {Capitulo 26}



· Capitulo XXVI

· Nueva York. 

Justin aprieta su móvil con fuerzas, lo que acaba de decirle a Tara le duele, claro que le duele, pero es lo mejor. Guarda su móvil en el bolsillo de su pantalón, saca un cigarro, lo enciende y apoya sus codos en la barandilla de el balcón. Piensa. Piensa. Piensa. Se ha pasado. Pero no quiere reconocerlo.

-¿Estas bien? -le dice Chaz.
-Si.
-¿Te duele?
-¿El que?
-Estabas hablando con Tara.
-No jodas Chaz. Paso de ella completamente, ya se lo he dicho. Para mi esta más que muerta.
-¿Seguro?
-¿Alguna vez me has visto a mi estar mal por una tía? Tengo a miles, man.
-Conmigo no hace falta que te ocultes Justin, yo no soy Eric. Se que te duele, se que la quieres.
-¿Que cojones hablas? 
-Te repito que yo no soy Eric, man.
-Piensa lo que quieras, yo se lo que siento y lo que no siento.

Entra a la habitación abriendo la puerta con toda la mala hostia del mundo. Sabe que Chaz tiene razón.

-Relaja fiera, ¿que pasa? -dice Eric.
-Nada.
-Que las verdades duelen. -dice Chaz.
-¿Que verdad? ¿Que pasa?
-Que por mucho que lo oculte sigue queriendo a Tara, y no hay más.
-¿Has estado hablando con ella? -le pregunta Eric.
-Si. -dice Justin.
-¿Que te ha dicho? 
-Que se arrepiente, que no sabía que Nolan era mi amigo, que fue una cobarde... Y más mierdas y historias de las suyas.
-¿Y tu que le has dicho?
-Que para mi esta muerta. -da un sorbo a su coca cola, que estaba en la mesita de noche.
-Que mal mientes Justin. -dice Chaz.
-¡IROS! ¡LOS DOS! 

Justin con fuerza, estampa el vaso contra el suelo, que rompe en mil pedazos. Se levanta, apaga la televisión, desconecta la play y se dirije a la puerta, para abrirla en señal de que se vayan.

-Justin, relajate.
-¡QUE OS VAYAIS HE DICHO! -grita.

Chaz con cara de asco y Eric, que no sale de su asombro, se van.

· Atlanta.

Tara no para de dar vueltas en su habitación después de la conversación con su hermano sobre el tema de Justin. Mickel tiene razón, y Justin también. Si hubiese sido al revés ella está segura de que le odiaría y ni si quiera le habría cogido el teléfono, pero ella no se va a rendir. Le necesita, y mucho. Se ha dado cuenta con el paso de este último mes. Justin es algo imprescindible en su vida.

Tara coge su teléfono y marca el número de Justin otra vez. No obtiene respuesta. Lo intenta una segunda vez, y nada. Una vez más, piensa que a la tercera va la vencida pero nada. Una cuarta, ahora le comunica, la ha colgado. 
Lo intenta una quinta, y a sí hasta llegar a una venteaba vez.

Desesperada comienza a dar vueltas de nuevo de lado hasta otro con las manos en su cabeza. No sabe que hacer, está pérdida y necesita recuperarle por lo menos cómo amigos.

- Tara, cómo no dejes de dar vueltas el círculos a demás de marearte terminarás haciendo un agujero en el suelo.
- Callate Mickel, estoy pensando.
- ¿En qué?
- En cómo hacer para que Justin me perdone.
- ¿No te coje el teléfono?
- No, es idiota.
- Tara.
- Vale, tiene motivos.

Y Mickel le da un leve beso en la frente a su hermana y se va de la habitación dejando la puerta detrás de él. Tara sigue dando vueltas de un lado a otro, y al final decide mandarle un mensaje.

'Me odias, lo sé. Te odio, imposible. Te echo de menos, y sé que en el fondo tú también. Te sigo queriendo. He sido idiota pensando que podría reemplazarte, pero es imposible. El vació que tengo dentro de mí ahora mismo nunca lo había sentido, nunca. Sé que me guardas rencor y que nunca me vas a perdonar todo esto. Sé que te prometí que no te haría daño y terminé fallando nuestra promesa. Pero también sé que una vez me odiastes y terminastes enamorado de mí, y las segundas oportunidades existen. No voy a parar hasta volver a enamorarte. Eres mío y solo mío. Eres necesario en mi vida, demasiado. Eres cómo mi oxigeno'

Tara pulsa el botón de enviar. Ya no hay marcha atrás.

· Nueva York.

Justin está apoyado en la barandilla de su balcón mientras le da una calada a su cigarro. Ahora mismo es lo único que puede regalarle. El móvil en su bolsillo empieza a vibrar y por el tonto es una mensaje. Un mensaje de Tara.

'Me odias, lo sé. Te odio, imposible. Te echo de menos, y sé que en el fondo tú también. Te sigo queriendo. He sido idiota pensando que podría reemplazarte, pero es imposible. El vació que tengo dentro de mí ahora mismo nunca lo había sentido, nunca. Sé que me guardas rencor y que nunca me vas a perdonar todo esto. Sé que te prometí que no te haría daño y terminé fallando nuestra promesa. Pero también sé que una vez me odiastes y terminastes enamorado de mí, y las segundas oportunidades existen. No voy a parar hasta volver a enamorarte. Eres mío y solo mío. Eres necesario en mi vida, demasiado. Eres cómo mi oxigeno' 

Justin aprieta su mandíbula en señal de cabreo. Le da otra calada al cigarro, y comienza a leer el mensaje, para después dejarle una respuesta.

'Olvidame perra. Ya lo sabes todo. Te odio'

Y cómo Tara hizo antes le da al botón de enviar. Se tumba en su cama con guitarra en mano y comienza a tocar, cuándo el ruido de la puerta le saca de su único momento de relax durante el día.

-¿Quién coño eres?
- Yo también estoy encantado de verte.
- Nolan, largate de mi casa.
- Pero, Justin..
- Nolan que te larges.
- Yo pensaba que entre tu y yo estaban las cosas bien, man.
- ¿Que las cosas están bien? - dice Justin riéndose irónicamente - ¡Oh sí! Te follas a mi ex novia de la que tú sabias que estaba enamorado hasta las trancas, y pretendes que las cosas estén bien ¿que cojones fumas, man? Dile a tu camello que me pase esa droga a mí.
- Justin, no fue queriendo. 

Justin se acerca a Nolan y le pega un puñetazo, seguido de una carcajada.

-Eso tampoco lo fue.
- Para.
- ¡Largo! Vete de mi casa, Nolan. No quiero saber nada de ninguno de los dos - dice llorando de rabia.
- No me voy a ir.

Justin salta encima de él y quedando sobre Nolan comienza a golpearle la cara cada vez con más y más fuerza.

-Hijo de puta.
- Cabrón.
- Falso
- Zorro
- Rata

Dice Justin mientras golpea la cara de Nolan con lágrimas en los ojos.

- Vete -dice llorando.
- Justin, lo siento.
- ¡QUE TE VALLAS, JODER! 

Y Nolan sale de la habitación con la cara llena de sangre y tabique nasal roto.
Justin se tumba en su cama y comienza a gritar de rabiar, comienza a llorar aun más y más fuerte. Coge su móvil y marca el número de Chaz.

- Man, tenías razón.
- ¿Estas bien?
- No.
- En dos minutos estoy allí.

Y cuelga.
Está claro, sigue enamorado, pero no piensa perder su orgullo una vez más. Piensa que volviendo a ser cómo antes curará las heridas que tiene, piensa que tirándose a cualquier conseguirá sacarse a Tara de su cabeza. Piensa que la fachada es la mejor solución.

[...]

- Man, creo que esa no es la mejor solución.
- Chaz, si lo es.
- Justin, piensalo bien.
- Chaz, no los quiero en mi vida, a ninguno.
- Nolan me ha dicho que él se vuelve a Atlanta. Y que te diga que no le importa la paliza que le has dado, que si necesitas algo cuentes con él que es lo menos que se merecía.
- Chaz, me la suda Nolan.
-¿Entonoces?
- Chaz me importa ella. Me importa el perderle para siempre, me importa que el día que yo me de cuenta de que siendo así no voy a ningún sitio ella ya no esté.
- ¿Y por qué no la perdonas?
- Chaz, no puedo perdonarla. 
- ¿Por qué?
- Tengo algo que se llama orgullo, man.

Y Chaz abraza a su amigo que está roto en lágrimas.

- La quiero, y mucho - dice Justin mientras le da una calada a su cigarro y se limpia las lágrimas.
- Es lo mejor que me ha pasado en la vida y le dejé escapar Caroline. No soy nadie sin él - dice Tara mientras llora apoyada en el hombro de su mejor amiga.

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sábado, 18 de mayo de 2013

Capítulo 26.

Me enamoraste con odio {Capitulo 26}



· Capitulo XXVI

· Nueva York. 

Justin aprieta su móvil con fuerzas, lo que acaba de decirle a Tara le duele, claro que le duele, pero es lo mejor. Guarda su móvil en el bolsillo de su pantalón, saca un cigarro, lo enciende y apoya sus codos en la barandilla de el balcón. Piensa. Piensa. Piensa. Se ha pasado. Pero no quiere reconocerlo.

-¿Estas bien? -le dice Chaz.
-Si.
-¿Te duele?
-¿El que?
-Estabas hablando con Tara.
-No jodas Chaz. Paso de ella completamente, ya se lo he dicho. Para mi esta más que muerta.
-¿Seguro?
-¿Alguna vez me has visto a mi estar mal por una tía? Tengo a miles, man.
-Conmigo no hace falta que te ocultes Justin, yo no soy Eric. Se que te duele, se que la quieres.
-¿Que cojones hablas? 
-Te repito que yo no soy Eric, man.
-Piensa lo que quieras, yo se lo que siento y lo que no siento.

Entra a la habitación abriendo la puerta con toda la mala hostia del mundo. Sabe que Chaz tiene razón.

-Relaja fiera, ¿que pasa? -dice Eric.
-Nada.
-Que las verdades duelen. -dice Chaz.
-¿Que verdad? ¿Que pasa?
-Que por mucho que lo oculte sigue queriendo a Tara, y no hay más.
-¿Has estado hablando con ella? -le pregunta Eric.
-Si. -dice Justin.
-¿Que te ha dicho? 
-Que se arrepiente, que no sabía que Nolan era mi amigo, que fue una cobarde... Y más mierdas y historias de las suyas.
-¿Y tu que le has dicho?
-Que para mi esta muerta. -da un sorbo a su coca cola, que estaba en la mesita de noche.
-Que mal mientes Justin. -dice Chaz.
-¡IROS! ¡LOS DOS! 

Justin con fuerza, estampa el vaso contra el suelo, que rompe en mil pedazos. Se levanta, apaga la televisión, desconecta la play y se dirije a la puerta, para abrirla en señal de que se vayan.

-Justin, relajate.
-¡QUE OS VAYAIS HE DICHO! -grita.

Chaz con cara de asco y Eric, que no sale de su asombro, se van.

· Atlanta.

Tara no para de dar vueltas en su habitación después de la conversación con su hermano sobre el tema de Justin. Mickel tiene razón, y Justin también. Si hubiese sido al revés ella está segura de que le odiaría y ni si quiera le habría cogido el teléfono, pero ella no se va a rendir. Le necesita, y mucho. Se ha dado cuenta con el paso de este último mes. Justin es algo imprescindible en su vida.

Tara coge su teléfono y marca el número de Justin otra vez. No obtiene respuesta. Lo intenta una segunda vez, y nada. Una vez más, piensa que a la tercera va la vencida pero nada. Una cuarta, ahora le comunica, la ha colgado. 
Lo intenta una quinta, y a sí hasta llegar a una venteaba vez.

Desesperada comienza a dar vueltas de nuevo de lado hasta otro con las manos en su cabeza. No sabe que hacer, está pérdida y necesita recuperarle por lo menos cómo amigos.

- Tara, cómo no dejes de dar vueltas el círculos a demás de marearte terminarás haciendo un agujero en el suelo.
- Callate Mickel, estoy pensando.
- ¿En qué?
- En cómo hacer para que Justin me perdone.
- ¿No te coje el teléfono?
- No, es idiota.
- Tara.
- Vale, tiene motivos.

Y Mickel le da un leve beso en la frente a su hermana y se va de la habitación dejando la puerta detrás de él. Tara sigue dando vueltas de un lado a otro, y al final decide mandarle un mensaje.

'Me odias, lo sé. Te odio, imposible. Te echo de menos, y sé que en el fondo tú también. Te sigo queriendo. He sido idiota pensando que podría reemplazarte, pero es imposible. El vació que tengo dentro de mí ahora mismo nunca lo había sentido, nunca. Sé que me guardas rencor y que nunca me vas a perdonar todo esto. Sé que te prometí que no te haría daño y terminé fallando nuestra promesa. Pero también sé que una vez me odiastes y terminastes enamorado de mí, y las segundas oportunidades existen. No voy a parar hasta volver a enamorarte. Eres mío y solo mío. Eres necesario en mi vida, demasiado. Eres cómo mi oxigeno'

Tara pulsa el botón de enviar. Ya no hay marcha atrás.

· Nueva York.

Justin está apoyado en la barandilla de su balcón mientras le da una calada a su cigarro. Ahora mismo es lo único que puede regalarle. El móvil en su bolsillo empieza a vibrar y por el tonto es una mensaje. Un mensaje de Tara.

'Me odias, lo sé. Te odio, imposible. Te echo de menos, y sé que en el fondo tú también. Te sigo queriendo. He sido idiota pensando que podría reemplazarte, pero es imposible. El vació que tengo dentro de mí ahora mismo nunca lo había sentido, nunca. Sé que me guardas rencor y que nunca me vas a perdonar todo esto. Sé que te prometí que no te haría daño y terminé fallando nuestra promesa. Pero también sé que una vez me odiastes y terminastes enamorado de mí, y las segundas oportunidades existen. No voy a parar hasta volver a enamorarte. Eres mío y solo mío. Eres necesario en mi vida, demasiado. Eres cómo mi oxigeno' 

Justin aprieta su mandíbula en señal de cabreo. Le da otra calada al cigarro, y comienza a leer el mensaje, para después dejarle una respuesta.

'Olvidame perra. Ya lo sabes todo. Te odio'

Y cómo Tara hizo antes le da al botón de enviar. Se tumba en su cama con guitarra en mano y comienza a tocar, cuándo el ruido de la puerta le saca de su único momento de relax durante el día.

-¿Quién coño eres?
- Yo también estoy encantado de verte.
- Nolan, largate de mi casa.
- Pero, Justin..
- Nolan que te larges.
- Yo pensaba que entre tu y yo estaban las cosas bien, man.
- ¿Que las cosas están bien? - dice Justin riéndose irónicamente - ¡Oh sí! Te follas a mi ex novia de la que tú sabias que estaba enamorado hasta las trancas, y pretendes que las cosas estén bien ¿que cojones fumas, man? Dile a tu camello que me pase esa droga a mí.
- Justin, no fue queriendo. 

Justin se acerca a Nolan y le pega un puñetazo, seguido de una carcajada.

-Eso tampoco lo fue.
- Para.
- ¡Largo! Vete de mi casa, Nolan. No quiero saber nada de ninguno de los dos - dice llorando de rabia.
- No me voy a ir.

Justin salta encima de él y quedando sobre Nolan comienza a golpearle la cara cada vez con más y más fuerza.

-Hijo de puta.
- Cabrón.
- Falso
- Zorro
- Rata

Dice Justin mientras golpea la cara de Nolan con lágrimas en los ojos.

- Vete -dice llorando.
- Justin, lo siento.
- ¡QUE TE VALLAS, JODER! 

Y Nolan sale de la habitación con la cara llena de sangre y tabique nasal roto.
Justin se tumba en su cama y comienza a gritar de rabiar, comienza a llorar aun más y más fuerte. Coge su móvil y marca el número de Chaz.

- Man, tenías razón.
- ¿Estas bien?
- No.
- En dos minutos estoy allí.

Y cuelga.
Está claro, sigue enamorado, pero no piensa perder su orgullo una vez más. Piensa que volviendo a ser cómo antes curará las heridas que tiene, piensa que tirándose a cualquier conseguirá sacarse a Tara de su cabeza. Piensa que la fachada es la mejor solución.

[...]

- Man, creo que esa no es la mejor solución.
- Chaz, si lo es.
- Justin, piensalo bien.
- Chaz, no los quiero en mi vida, a ninguno.
- Nolan me ha dicho que él se vuelve a Atlanta. Y que te diga que no le importa la paliza que le has dado, que si necesitas algo cuentes con él que es lo menos que se merecía.
- Chaz, me la suda Nolan.
-¿Entonoces?
- Chaz me importa ella. Me importa el perderle para siempre, me importa que el día que yo me de cuenta de que siendo así no voy a ningún sitio ella ya no esté.
- ¿Y por qué no la perdonas?
- Chaz, no puedo perdonarla. 
- ¿Por qué?
- Tengo algo que se llama orgullo, man.

Y Chaz abraza a su amigo que está roto en lágrimas.

- La quiero, y mucho - dice Justin mientras le da una calada a su cigarro y se limpia las lágrimas.
- Es lo mejor que me ha pasado en la vida y le dejé escapar Caroline. No soy nadie sin él - dice Tara mientras llora apoyada en el hombro de su mejor amiga.

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